Amalgama

Una entrevista falsa

Nikola Tesla, en su laboratorio. |

Nikola Tesla, en su laboratorio. | / | WELLCOME LIBRARY

Juan Ezequiel Morales

Juan Ezequiel Morales

Existe una entrevista, atribuida a un periodista que firmaba como John Smith, hecha a Nikola Tesla, en 1899, en su laboratorio de Colorado Springs, y publicada en una revista estadounidense llamada Immortality. Es todo falso, pero lleva el espíritu de lo extraordinario que rodeó a un extraño serbio que enfocó el método científico de una forma novedosa y libre. Vivió en tiempos a caballo entre el siglo XIX y XX, cuando el ser humano, actual, descubrió la física relativista y la física cuántica, con fenómenos en los que el tiempo y el espacio dejaban de ser como los percibimos kantianamente.

Las opiniones teslianas no son sólo opiniones para la historia de la ciencia, sino opiniones de alguien que surge cuando el fluido de la razón, en equipo, comienza a pergeñar una teoría, siendo que, entre todas las teorías, se instaura una en la academia, pero las hay diferentes, aunque pierden por intereses espurios o experimentos insuficientes. Un ejemplo, en física, es la manifestación total y absoluta de que el éter no existe, después del experimento de Michelson y Morley. Sin embargo, dicho experimento fue falsado empíricamente por otros que llevaron, no unas horas, sino miles de horas, pero ya no cabían dentro de la teoría total que había ganado su podio y necesita una fuerza contraria que, económicamente, sea más eficaz para el complejo industrial y militar. La construcción de una teoría del átomo distinta a la que existe, vorticial, o de cualquier otra forma, con un éter, negado por Michelson y Morley, pero no por muchos otros, podría emplearse y barrer la actual tesis cuya teoría de cuerdas es como un cuento de magia y cada vez que se explica en entornos académicos especializados se empieza diciendo por los correspondientes profesores que es solo una teoría que puede ser sustituida por otra... que todavía no ha llegado. Pero ahí quedó la cosa porque esa teoría, insertada en la lógica de las comunidades científicas de todo el planeta, con un experimento tecnológico que fue la bomba atómica, acalló las corrientes alternativas. Igual que pasó con el darwinismo frente al lamarckismo y otros constructos lógico-filosóficos. Así que, disponemos de la teoría de Darwin tan pretenciosa que sin los rayos cósmicos mutantes no se podría explicar, y de la existencia de un Big Bang que se sostiene tanto como la Tortuga Original sobre la que se instaura el Universo, en los mitos védicos.

Vayamos a la entrevista, imaginaria, de John Smith a Nicolás Tesla. Se advierte su falsedad a primera vista porque habla, en 1899, de aviones, misiles y agujeros negros, además del taoísmo y de la kundalini como si fuera un habitante del tiempo New Age. Pero, amigos, imaginaria es la Weltanschauung de Darwin, y más imaginario es el Big Bang. Así que, vayamos allá. Smith lisonjea a Tesla: «Fue llamado el cazador que atrapó la luz en sus redes desde las profundidades de la tierra, y el guerrero que capturó fuego del cielo. Se dice que es el padre de la corriente alterna, quien hará que la Física y la Química dominen la mitad del mundo. La industria lo proclamará como su supremo santo, un banquero para los mayores benefactores. En el laboratorio de Nikola Tesla por primera vez se ha roto un átomo. Se ha creado un arma que produce vibraciones sísmicas. Allí se descubrieron rayos cósmicos negros. Cinco razas le rezarán en el templo del futuro, porque les ha enseñado un gran secreto: que los elementos de Empédocles se pueden regar con las fuerzas de la vida de los éteres». Tesla le responde, a sus 43 años: «Soy un hombre derrotado. No he logrado el mayor de mis objetivos. Quería iluminar toda la tierra. Hay electricidad suficiente como para crear un segundo sol. La luz aparecería alrededor del ecuador, como un anillo alrededor de Saturno. La humanidad no está preparada para la grandeza. En Colorado Springs he impregnado la tierra con electricidad. También podemos regar las otras energías, como la energía mental positiva... En el interior de la Tierra hay energías de alegría, paz y amor que se expresan por ejemplo a través de una flor que crece de la tierra, los alimentos que salen de ella y todo lo que la hace el hogar del hombre. He pasado años buscando la manera de que esta energía pudiera influir en la gente. La belleza y el aroma de las rosas pueden ser utilizados como una medicina y los rayos del sol como alimento». Más adelante: «¿Existe un exceso de luz en el Universo? Descubrí una estrella que, de acuerdo con las leyes astronómicas y matemáticas, podría desaparecer, y aun así nada se modificaría. Esa estrella está en esta galaxia. Su luz puede emitirse con tal densidad que encaje en una esfera más pequeña que una manzana y a la vez más pesada que nuestro Sistema Solar». Y sigue: «Sé que la gravedad es adversa a todo lo que tenga que volar y mi intención no es hacer los dispositivos de vuelo, sino enseñar al individuo a recuperar la conciencia sobre sus propias alas... Además, estoy tratando de despertar la energía contenida en el aire. Hay fuentes de energía principales. Lo que se considera como espacio vacío es solo una manifestación de la materia que no está despierta».

Fijémonos en esta frase: «Primero fue la energía y después la materia». Tan sólo hay que sustituir energía por conciencia, y tenemos la Lapis Philosophorum de todos los universos. Aquí otra frase falsa, pero verdadera: «Recuerde: ¡no se curva el espacio, sino la mente!». Y esta la pondremos al final: «En todos los rincones del universo existe la energía de la vida; una de ellas es la inmortalidad, cuyo origen está fuera del hombre y le espera». Entre la ciencia actual y la ciencia de un Tesla imaginario, es preferible la última. Está más cerca de la Verdad Total.