Teatro

La tradición titiritera de ‘Gori gori’

El santacrucero Teatro Victoria se sumerge en la historia de Mingo este fin de semana

Un momento del espectáculo ‘Gori gori’.

Un momento del espectáculo ‘Gori gori’. / El Día

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Mingo es un títere valenciano que aterriza este fin de semana en Tenerife para adelantar la celebración del Día Mundial de Teatro, que tendrá lugar el lunes 27 de marzo. El Teatro Victoria de Santa Cruz de Tenerife acoge dos funciones –el sábado 25 de marzo a las 17:30 horas y el domingo 26 a las 12:00 horas– de Gori gori, de la compañía valenciana El Ball de San Vito, que recala por primera vez en Canarias. Dirigida a niños y adultos, esta propuesta irá acompañada de un coloquio con el que el público podrá descubrir los secretos de la tradición titiritera.

El Ball de San Vito llega a la Isla con una propuesta de títeres en un «lenguaje universal», que es capaz de «atrapar los niños, por lo gracioso y tierno, pero también a los adultos, por la historia que contamos, que tiene lecturas para todas las edades». Así, Gori gori relata la historia de Mingo, un niño al que le gusta pasar mucho tiempo con su abuelo pero durante una visita descubre que ya no se encuentra en su casa y decide emprender un viaje a través de las emociones, donde Mingo escarbará en las profundidades de la tierra para, finalmente, comprender el sentido de la muerte y de la vida. «Se trata de una comedia pero tiene un contenido bastante sensible», explican los intérpretes Xavier Learreta y Manel Mengual.

Teatro y música

Pero no son los títeres los únicos protagonistas de esta propuesta, que también cuenta con teatro de actores y con música en directo que, como indica la compañía, «es marca de la casa». «Los títeres necesitan de unos animadores y muchas veces este manipulador puede estar presente como actor o no», reflexionan los actores, quienes reconocen que «nos gusta estar en escena y mostrarnos como personajes sobre el escenario», aunque afirman que es un trabajo duro combinar ambas facetas. Xavier Learreta explica que, tras unos 13 años haciendo teatro de actores, «la primera vez que me puse detrás de un títere quería que se me tragara la tierra porque normalmente es mi rostro o mi cuerpo el que expresa y ayuda a contar una historia, pero con este formato no nos mostramos y tenemos que canalizar toda nuestra energía hacia nuestras manos». No obstante, estos artistas indican que «el títere tiene su alma propia» y por eso es capaz de «pedir lo que necesita».

La voz se convierte, así, en una herramienta indispensable para el teatro de títeres puesto que permite definir a los personajes y concentra toda la energía. "Hay títeres más figurativos y otros más abstractos, y por eso la voz se hace tan importante", explican los intérpretes quienes precisan que la compañía El Ball de Sant Vito emplea títeres de tipología catalana, una decisión a la que llegaron tras investigar los orígenes de esta tradición. «El títere de guante proviene de pulcinella, de la tradición napolitana, y de ella nosotros hemos heredado la lengüeta (un instrumento metálico que imprime la voz chillona) y que le hemos dado al personaje principal de nuestros espectáculos, Mingo», un personaje que han actualizado. «Cuando iniciamos nuestro trabajo investigamos cómo habían sido los títeres en nuestro territorio y vimos que con la guerra civil desapareció la tradición titiritera en toda España, pero dimos con el personaje de Mingo, que nosotros hemos rescatado», relatan.