Música

El cuaderno de Valeria Castro: "Con el volcán de La Palma nos pusieron el foco, pero ya nos han vuelto a olvidar"

Conquistó a Alejandro Sanz gracias a una voz con sello propio que, a través canciones como 'Guerrera' y 'Culpa', ha llevado la raíz canaria al olimpo. Ahora, edita su primer cancionero: con 'Con cariño y cuidado' volverá a rasgarnos la piel este 24 de marzo

Entramos en ’la guarida’ de Valeria Castro: en Mapa Música ha alumbrado las canciones que componen ’Con cariño y con cuidado’.

Vídeo: PI STUDIO Foto: Alba Vigaray

Pedro del Corral

Existe una 'casa' a la que sólo pueden acceder determinadas personas. No es que sea un lugar únicamente apto para valientes, pero aquí hay que entrar a pecho descubierto. No se preocupen por el frío: aunque la piedra es oscura, la luz se cuela entre los visillos con suma facilidad. Tiene las paredes blancas y la pulpa turquesa. Huele a mar, a plátano, a lava. Cada vez que alguien la pisa, la empatía se impone de inmediato. Y, por muy pequeñito que uno se perciba, se cuela una brisa capaz de templar cualquier nervio.

Adentrarse en ella es hacerlo a una caja repleta de recuerdos, fotografías, semillas, abrazos… Es la viva imagen de su dueña: Valeria Castro (La Palma, 1999) ha levantado el refugio perfecto para quienes necesitan tocar tierra. Sus armonías conforman el esqueleto de este hogar de sabia canaria y médula volcánica. Crudas y dulces a partes iguales. Pero siempre preparadas para sanar. “No quiero escribir otra cosa que no sean canciones de abrigo. Hago música para acompañar a la gente”, dice. Algo que queda patente nada más abrir la puerta.

Sobre una alfombra rojiza, Valeria enseña sus anotaciones con modestia: en este caso, la letra de 'Dentro'.

Sobre una alfombra rojiza, Valeria enseña sus anotaciones con modestia: en este caso, la letra de 'Dentro'. / Alba Vigaray

A caballo entre el pop y el folclore, la artista ha confeccionado un cosmos único. Uno en el que las palmas y los silencios nunca están desprovistos de emociones. Empezó haciendo versiones de La Oreja de Van Gogh, Vetusta Morla y Jarabe de Palo que rápidamente colapsaron las redes sociales. Su vidriosa voz y su etérea mirada enamoraron a un puñado de almas deseosas de nuevos embistes. Ese empujoncito la animó a publicar los temas que hasta entonces guardaba por pudor. Y lo que pensaba que nadie entendería acabó convirtiéndose casi en una filosofía de vida.

'Guerrera y Culpa' abanderaron la primera zancada que dio con 'Chiquita' (2021), un delicado cancionero compuesto por seis historias que acarició las mejillas del público y la crítica. Y, casi sin esperarlo, los pequeños recintos a los que estaba acostumbrada a tocar en acústico se fueron abarrotando. El éxito de Valeria se ha gestado de corazón a corazón. Ha calado con tanta solidez que la expectación por su álbum debut no para de crecer: 'Con cariño y cuidado' (2023) volverá a rasgarnos la corteza el próximo 24 de marzo.

Valeria volverá a rasgarnos la corteza el próximo 24 de marzo con las canciones de 'Con cariño y cuidado'.

Valeria volverá a rasgarnos la corteza el próximo 24 de marzo con las canciones de 'Con cariño y cuidado'. / Alba Vigaray

“Recoge el afecto con el que hago las cosas. Esta es la única manera que sé para no hacerme daño a mí ni a los de mi alrededor”, asegura en el paisaje donde ha gestado el elepé. El Periódico de España visita el estudio donde sus relatos han tomado cuerpo. En esta sala de Mapa Música, Valeria ha alumbrado los 11 cortes que lo integran. Es luminosa y cálida. Sobre una alfombra rojiza, enseña sus anotaciones con modestia. Ella suele componer con el móvil, pero después éstas acaban impolutas en algún cuaderno.

Esta perfección es una de sus señas de identidad. Como los diminutivos que emplea para armar sus mensajes. “En mi familia no hay ningún músico, por lo que la pasión viene por educación. Con cuatro años, mis padres decidieron apuntarme a una escuela para formarse en piano, guitarra y canto. Me gusta pensar que, desde ese instante, tengo un apego por la música que espero que nunca desaparezca”, rememora. La responsabilidad con la que encaró esta faceta tranquilizó a su entorno, que ha observado expectante cada una de sus huellas.

¿Qué papel ha jugado La Palma en su imaginario?

Es el epicentro de este disco. Siempre tengo presente a mi familia, nuestra casita, las rutinas… Este universo es fundamental para mantener los pies en el suelo. Algo que reivindico mucho es vivir de donde vienes, no de lo que viene. Yo he crecido en un espacio rodeado de mar. Y hasta los 14 años no viajé a la Península. Esa idiosincrasia me ha marcado: me encontré numerosas limitaciones que, con el tiempo, he aprendido a valorar. De repente, me di cuenta de que lo que tenía ya era más que suficiente.

¿Por qué arrancó su carrera a golpe de versiones?

Autocrítica. Compongo desde los 15, pero aquellas canciones eran malas. Y no pasa nada por asumirlo. Me enganchaban más las de otros. No obstante, a pesar de que no eran mías, intentaba darles mi toque. Ese fue el inicio de cómo quería expresarme. Y lo que, más tarde, he volcado en mis temas. A partir de los 18, empecé a estar orgullosa de ellos. Me representaban.

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Aunque tiene 24 primaveras, su sonido está bien madurado. Hay quien se pasa toda su carrera buscándolo sin éxito.

Lo descubrí a partir de otros. Y, paso a paso, he ido desarrollando el sello que luego he plasmado. Desde que conocí a Sílvia Pérez Cruz, algo cambió en mí. A partir de entonces, empecé a seguir a Silvana Estrada, Natalia Lafourcade y Jorge Drexler. Ellos fueron quienes me impulsaron a fijarme en la raíz. Por ello, recupero elementos del folclore canario. Me reconforta tenerlos ahí para sacarlos cuando quiera.

El impulso de Alejandro Sanz

Entre los nombres con los que se atrevió se hallaban Pereza, Rosario Flores, Andrés Calamaro… y Alejandro Sanz. De hecho, este último publicó un tuit que noqueó a Valeria: “Cuando se unen talento y dulzura suceden cosas como ésta. No le quiten ojo”. De improviso, un nudo se agarró en la garganta de esta joven. Uno que tardó en desatar: “Fue asombroso. Sobre todo porque procedía de un cantante que tanto me inspira”. Tal fue la unión que se gestó entre ambos que el autor de 'Corazón partío' la invitó a participar en un charla a través de Instagram, donde además interpretaron juntos 'Desde cuándo'. El vídeo no tardó en hacerse viral.

Este lazo colocó distintas piezas en su sitio, hasta el punto de darle el coraje suficiente para editar sus primeras canciones. A los meses, llegó 'Chiquita'. “Jamás diría que son las mejores del mundo porque sería poco humilde por mi parte, pero recuerdo estar muy tranquila. Incluso llegué a pensar que no iba a ser capaz de escribir nada nuevo después de ellas. El tiempo me enseñó que sí. Y logré superar ese miedo que, a veces, me paraliza”, sostiene.

'Guerrera' y 'Culpa' son los temas que han catapultado la carrera de Valeria, siempre atenta a su raíz canaria.

'Guerrera' y 'Culpa' son los temas que han catapultado la carrera de Valeria, siempre atenta a su raíz canaria. / Alba Vigaray

Para ella, componer es sinónimo de desahogo. A nivel individual y social. Es una apasionada del mundo que le rodea. Y, como tal, no para de mirar de un lado para otro con tal de aportar su granito de arena. Siempre con la visión de quien siente con la misma fuerza que respira. 'Ay, amor' es un buen ejemplo. “Cruzó sin que nadie le enseñara un sólo mapa / Él cruzó sin que nadie le arrojara una palabra” recogen dos de los versos. Se trata de una canción que reflexiona sobre la inmigración con la humanidad que escasea en ocasiones.

“Quería darle otro encuadre para que la gente meditase. Sé que escribo desde el privilegio y que no puedo contar la verdad, pero me inquieta poner el asunto en el asadero”, mantiene Valeria, que se reconoce más caótica que organizada a la hora de crear. Es de las que, a partir de una idea, empieza a tirar de un hilo que nunca sabe hacia dónde la va a llevar. De ahí que se enfrente a la melodía y a la letra a la par. Quiere que todo tenga coherencia con el instante en el que la magia sobreviene: “Quiero pensar que es un impulso… un latido ´del corazón”.

'Guerrera' se ha convertido en un himno feminista. ¿A quién se la compuso?

A mi madre y a mi abuela. Son las mujeres que más me han iluminado en la vida. A las que miro cada día para aprender a vivir. Aquellos pasitos que di se los quise dedicar a ellas. Es una balada muy especial por cómo ha volado desde que nació. Habla de la obligación constante de justificar tus actos. De destapar los ojos que hay mirándonos.

Aún queda por hacer.

Absolutamente. Cuando era pequeña, no disponíamos de tantos altavoces. Y, aunque ahora los tenemos, nos faltan bastantes aún por usar. Me enorgullece ser parte de ello. Para que yo hoy pueda caminar, muchísimas mujeres han tenido que allanar el camino. Y yo, al igual, tengo la responsabilidad de seguir haciéndolo por las que vienen detrás.

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'Culpa' acumula más de cuatro millones de reproducciones en Spotify. ¿Por qué la gente ha conectado tan bien con su mensaje?


Esta canción versa sobre la necesidad de perdonar para seguir adelante. Es de las pocas de amor romántico de mi repertorio. Este tipo de historias suele llevarse a los extremos, pero creo que hay un sendero intermedio precioso.

La erupción del volcán

Cuando salió de La Palma, Valeria decidió poner rumbo a Madrid. Allí empezó la carrera de Biotecnología. De aquella decisión ya han transcurrido seis cursos. Si bien está a punto de terminarla, ya no la contempla como un plan B. La música ha pasado a ocupar (casi) todas sus expectativas. “El título siempre estará ahí… cuando me lo consiga sacar”, afirma entre risas. Sin embargo, esta buscada distancia le ha pasado factura en algún que otro momento. La última de ellas, durante la erupción del Cumbre Vieja.

El 19 de septiembre de 2021 comenzó un tragedia natural que se extendió durante 85 noches y ocupó 1.219 hectáreas de suelo. La lava engulló 1.576 edificaciones y afectó a 7.000 vecinos. “Fue duro. Ahora, que ya está más o menos digerido, lo trato con normalidad. Estaba lejos y eso me afectó. Quería estar con los míos. Mi casa estaba frente al volcán. Y la de mi abuela, en la ruta de la lava. Se la llevó… Lo pasé mal, pero he intentado exprimir el mejor jugo posible”. En Con cariño y con cuidado, hay incluido un tema dedicado al revés que le arrebató algunas lágrimas.

'Un hogar' es el poema con el que Valeria pretende cuidar a su isla bonita tras la erupción del volcán en 2021.

'Un hogar' es el poema con el que Valeria pretende cuidar a su isla bonita tras la erupción del volcán en 2021. / Alba Vigaray

“Hay miles de valientes con sus propias heridas. Y hay ganas de un futuro en el que el cielo no esté oscuro” canta en 'Un hogar', el poema con el que pretende cuidar a su isla bonita. “Nos pusieron el foco durante unas semanas, pero nos han vuelto a olvidar”, subraya. Mientras tanto, ella sigue sembrando amor para que la vida vuelva a brotar. En su primer elepé, hay numerosas referencias a la esperanza. No sólo geográfica, también personal: la caricia de 'La raíz', el calor de 'Lo que siento', la garra de 'Costumbre', el temple de 'Poquito'… Este simbolismo va más allá de los acordes. Se puede intuir en las palabras, las imágenes, los colores y las posturas. Lo que vuelve aún más singular un proyecto que pretende mimar las costuras.

“Me gusta reivindicar la ternura”, concluye. No hay duda: el arte de Valeria guarda ese requiebro que tanto cuesta localizar hoy. Por ello, cuando su música te toca, resulta tan difícil de abandonar. Su casa es una enredadera que agarra la pena y arropa la espalda. El olor a polines que revolotea por sus estancias se mezcla fácilmente con el sabor de las rapaduras. Y las notas de malvasía impregnan hasta el último poro. A esta orilla de la vida todo se reduce a una hazaña: sentir hasta que duela la piel.