365 días subidos a la moto

Un año de 'Motomami': el fenómeno Rosalía, en 10 claves

El tercer álbum de la artista catalana ha precipitado un fenómeno disruptivo en el pop

Rosalía, en una imagen promocional de 'Motomami'.

Rosalía, en una imagen promocional de 'Motomami'.

Jordi Bianciotto, Ignasi Fortuny, Leticia Blanco

Este sábado, 18 de marzo, se cumple un año del lanzamiento de 'Motomami', el tercer álbum de Rosalía, disco que ha precipitado un fenómeno disruptivo en el pop, fundiendo flamenco, latinidad y electrónica de vanguardia, con una proyección internacional inaudita para un artista español. 365 subidos en la moto potente y veloz creada por la estrella catalana y que la ha llevado por el mundo presentando su trabajo con una puesta en escena acorde a su música: innovadora.

Todo ello la ha consagrado como una impactante marca global mientras se mueve con naturalidad pasmosa en el universo digital, presentándose cercana, familiar y también, claro, enamorada. Doce meses después, resumimos las claves del prodigio.

1. El concierto de internet

'Motomami' es un disco disruptivo y su puesta en escena, también. Los conciertos del tour del tercer álbum de la de Sant Esteve Sesrovires son una experiencia audiovisual que beben, de una manera muy evidente, de la cultura de internet, ese espacio (las redes sociales) en el que la catalana se mueve con una naturalidad que la hace terrenal. En el escenario, flanqueado por pantallas verticales (como mandan el audiovisual dominado por el móvil), ella está acompañada por un cámara que la persigue. Primerísimos planos, imperfectos, naturales. E incluso llega a utilizar un artefacto con el que se graba en modo selfi. Otro elemento de internet evidente en el espectáculo: unas máscaras iluminadas que lucen ella y sus bailarines inspirados en los filtros de Instagram. 

2. La promoción viral

Rosalía es auténtica y maneja los códigos que reclama actualmente internet. Y sabe jugar muy bien con el universo digital para promocionar su trabajo. El uso de TikTok y los pequeños avances que muestra para crear expectativa antes de un lanzamiento son una buena prueba de ello. El gran ejemplo es ‘Despechá’, canción tuvo que publicar a toda prisa después de que presentara un fragmento en la gira y se convirtiera ya en himno veraniego antes de su estreno oficial: el escaso minuto que se viralizó por la red bastó.

3. Más premios en el firmamento

El lanzamiento de 'Motomami' empezó a romper récords de escuchas durante sus primeros días de vida. La crítica de todo el mundo aplaudió a rabiar. Y, este mes de febrero, Rosalía se llevó el Grammy al mejor álbum latino alternativo por 'Motomami', distinción que ya obtuvo con 'El mal querer' años atrás. Un reconocimiento que la consolida en el firmamento yanki, en la industria global. Quizá como desafío, si es que depende de ella, tan solo le quede forzar la rendición de la Academia y que la sienten en la mesa del 'disco del año', poco menos que una quimera para la música hecha en castellano.

4. Una crítica global rendida

Nunca el disco de un artista español había sido agasajado a escala internacional como 'Motomami', proclamado como uno de los tres mejores de 2022 en 'The New York Times' encumbrado por cabeceras de signo muy diverso: de 'Rolling Stone' al británico 'New Musical Express', de 'Pitchfork' a la francesa 'Les Inrockuptibles'. Disco mejor puntuado (94 sobre 100) en Metacritic. Y algo parecido en España.

5. Cantante convertida en marca

No ha tardado Rosalía en capitalizar su poder más allá de la música: alianzas con Coca-Cola, que ha lanzado con ella el sabor Move, y con Lancôme en la fragancia ‘La vie est belle’. Le ha seguido el acuerdo con el Barcelona y Spotify para confeccionar la camiseta ‘Motomami’ a 'módico's precios (399,99 y 1.999,99 euros). Esperemos que no acabe como Rihanna, que casi se ha olvidado de que es una cantante.

6. La gira permanente

El 'Motomami world tour' lleva desde el 6 de julio de 2022 (estreno en Almería) dando tumbos por medio globo, de las Américas a Europa. Este fin de semana, Rosalía actúa en el festival Lollapalooza de Buenos Aires y Santiago de Chile, extensión del ‘tour’ que la traerá al Primavera Sound y a otros escaparates gigantes, como el danés de Roskilde. Y sin dejar de publicar canciones (la última, ‘Llylm’).

7. Un ejército de 'motomamis'

‘Una motomami cuida a otras motomamis’. Alguien sacó una pancarta con este lema el 8-M y Rosalía la retuiteó. El gesto es un ejemplo de la imagen que proyecta, una mezcla de dos cosas a priori autoexcluyentes: es una estrella global pero también cercana. Motomami también mezcla dos conceptos aparentemente contradictorios -moto y mami, fuerte y vulnerable-, seguramente porque Rosalía ha entendido que el 'zeitgeist' de 2023 tiene más que ver con la sororidad y el cuidado que con la competición.

8. La familia, en el centro

La ruptura con la mánager Rebeca León tras seis años de éxito fulgurante no sorprendió en exceso. La familia es importante para Rosalía, tanto en lo creativo como en el negocio: ahí están su abuela y su sobrino en la canción más lacrimógena del disco, 'G3N15', mientras que su madre, Pilar Tobella, es la administradora única de Motomami SL, la empresa creada en 2019 para gestionar el negocio. Su hermana Pili Vila, que se encarga de parte de sus estilismos, la acompaña siempre.  

9. Con un chándal de Versace (y de Bershka)

La influencia de Rosalía se ha dejado notar en todos los estratos de la moda: desde las pasarelas más exclusivas (fue estrella del último desfile de Louis Vuitton en París) hasta las cazadoras moteras que sacó Zara, los chándales de Bershka que dejan el ombligo al aire o al próxima colección de H&M, que de momento sólo llegará a EEUU, México e Inglaterra. Lejos de haberse convertido en percha de marcas de lujo, sigue apostando por diseñadores independientes y locales como Yolancris, Palomo Spain, Dominnico o Pepa Salazar.

10. Para celebrarlo, Rauw

El primer año 'motomami' se completa este sábado pero se celebra el próximo viernes con nueva música: un EP de tres canciones con su pareja, Rauw Alejandro. Una colaboración que, por obvia, sus seguidores llevaban tiempo reclamando. Ellos, sin embargo, siempre advirtieron que el momento tenía que llegar y surgir sin forzarlo. Desde que hicieran pública su relación, la catalana y el de Puerto Rico se han retroalimentado y han adquirido ‘status’ de ‘pareja de moda’, algo que han asumido con espontaneidad viviendo intensamente su noviazgo y haciendo públicos viajes, escenas íntimas y alguna que otra fiesta.

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