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El rompecabezas de la muerte de Neruda

La bacteria que causa el botulismo pudo estar en el cuerpo de Neruda antes de su muerte. La familia del poeta lo considera una prueba de su asesinato por parte del régimen de Pinochet. Pero algunas preguntas científicas siguen abiertas.

Pablo Neruda.

Pablo Neruda.

Michele Catanzaro

Una bacteria tóxica pudo haber estado en los dientes del poeta Pablo Nerudaantes de que muriera. Así lo afirma un informe pericial entregado en febrero a la justicia chilena. La familia presentó el resultado como una prueba de asesinato por parte de del régimen deAugusto Pinochet, que tomó el poder en Chile poco antes de la muerte del poeta y miembro del partido comunista.  Sin embargo, el puzle del final de Neruda sigue sin encajar. ¿Qué se sabe con certeza y qué queda por explicar ?

La muerte del poeta

Neruda murió el 23 de septiembre de 1973, 12 días después del golpe de Pinochet. Estaba ingresado por un cáncer de próstata y una infección urinaria. Pero en 2011, su chófer Manuel Araya dijo que la verdadera causa fue una inyección imprevista que recibió pocas horas antes de morir. El Partido Comunista chileno y la familia de Neruda pusieron una querella, alegando un envenenamiento.

La comisión investigadora

Tras la denuncia, un juez ordenó la exhumación de los restos de Neruda y eligió a un panel de expertos para analizarlos. En 2013, después de verificar la presencia o no de más de 2000 productos químicos en los restos, la comisión no encontró ninguna evidencia de envenenamiento, pero sí constató que había metástasis extendidas en los huesos.

En 2015, el juez formó una nueva comisión para investigar la presencia de agentes biológicos. El panel incluía expertos de dos laboratorios de la Universidad McMaster (Canadá) y de la Universidad de Copenhague (Dinamarca). En 2017, la comisión informó que había encontrado en los dientes de Neruda una bacteria, el 'clostridium botulinum'que puede causar el mortal botulismo (típicamente cuando se encuentra en latas de comida mal confeccionada ). 

El último peritaje

Los mismos laboratorios estuvieron implicados en el peritaje más reciente. Se trata de centros especializados en ADN antiguo, la tecnología que permite analizar los genes de restos primitivos como los de los neandertales. Según dos de sus autores (los informes están bajo secreto de sumario), el equipo aplicó a los restos de Neruda una técnica metagenómica: un sistema que identifica el ADN humano de la muestra, junto con el de una variedad de microbios presentes en ella. “Por ejemplo, encontramos ADN relacionado con la caries dental y con la infección urinaria”, explica Hendrik Poinar, de la Universidad McMaster .  

¿Era tóxica la bacteria?

El equipo reconstruyó alrededor de un tercio del genoma del 'clostridium botulinum' presente en los restos. Algunas cepas de estas bacterias no son tóxicas pero los expertos detectaron en los fragmentos un gen involucrado en la producción de la toxina botulínica. El 'clostridium botulinum' de tipo II [el grupo hallado en los restos] produce neurotoxinas […] a partir de un solo gen”, constata Frédéric Meunier, experto de la Universidad de Queensland (Australia) no implicado en el peritaje. 

Pero Poinar se muestra cauteloso. “Hemos trabajado con un genoma muy degradado y solo parcial. Se necesita más investigación para estar seguros de la presencia de genes tóxicos”, afirma.

La bacteria en el cuerpo del poeta

El panel forense comprobó también que el nivel de degradación infligido por el tiempo y el ambiente en el ADN de la bacteria es similar al desgaste del propio ADN de Neruda y del de otras bacterias típicas de la boca . La distribución del tamaño de los fragmentos de genoma – un indicador del nivel de deterioro – es parecida en todos esos casos. De allí se sacó la conclusión de que la bacteria pudo haber estado en el cuerpo del poeta en el momento de su muerte, y no después. 

Sin embargo, el 'clostridium botulinum' es muy abundante en el suelo . “No se puede descartar del todo que la bacteria penetre en los dientes después de la muerte”, dice Carles Lalueza Fox, experto en ADN antiguo y director del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona, no implicado en el informe pericial . Marie-Louise Kampman, coautora del estudio de la Universidad de Copenhague, reconoce que comparar los niveles de degradación no proporciona una medida exacta del tiempo. “Puede ser que una muestra que permanece en un ambiente cálido y húmedo durante 10 años tenga la misma degradación que una que está en un ambiente frío y oscuro durante 50 años”, dice.

¿Fue inyectada la bacteria?

Rodolfo Reyes, abogado de la familia de Neruda y sobrino del poeta, anunció el resultado como prueba del envenenamiento. “[Las bacterias] deben haber sido inyectadas porque corrieron en su sangre [para llegar a los dientes]”, dice. Esta forma de envenenamiento “da la apariencia de una muerte natural”, añade. Pero Poinar discrepa. “No hay nada en la ciencia que lo asegure. No hablamos de envenenamiento. No es una puerta cerrada, ni tampoco una pistola humeante”, dice. 

Normalmente, lo que se usa para envenenar es la potente toxina purificada, no la bacteria que la produce. Pero no hay traza de la toxina. “No me sorprende: no es estable y se metaboliza rápidamente” observa Rietie Venter, bioquímica experta en la bacteria de la Universidad de Australia del Sur, no implicada en los peritajes. Venter coincide con Meunier en aventurar que se pudo usar una toxina contaminada con la bacteria que la produjo.

“Una inyección no es la única explicación posible: una alternativa sería comer la bacteria en alimentos intoxicados”, dice Kampmann. Sin embargo, una intoxicación involuntaria habría afectado a otros pacientes, reflexiona Venter.

Otras teorías

“Hay una explicación más simple [que el envenenamiento]”, afirma Aurelio Luna, toxicólogo de la universidad de Murcia que participó en los paneles de expertos de 2013 y 2017. “El régimen tenía razones para matarlo. Hubo circunstancias favorables para acelerar su muerte. ¿Cuál es la opción más lógica? Mándalo a un médico que no lo atienda y lo deje morir. No hay un solo dato [en la historia clínica] que apunta a que haya sido atendido adecuadamente”, observa el investigador. “Lo que dice el sobrino de haber encontrado la bala de plata, no es tan seguro”, concluye.

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