Arte

TEA recupera para Santa Cruz 'Penetrable', la obra de Jesús Soto

El espacio museístico inaugura ‘Lo que pesa una cabeza’ y ‘Este puede ser el lugar’, dos exposiciones que conmemoran los 50 años de la 'I Exposición de Escultura en la Calle'

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Santa Cruz de Tenerife recupera Penetrable, la escultura de Jesús Soto. La exposición Lo que pesa una cabeza. Escultura tres el 73, que se inaugura el viernes 3 de marzo en TEA Tenerife Espacio de las Artes junto a Este puede ser el lugar, performar el museo, abre sus puertas como parte del programa de actos conmemorativos por el 50 aniversario de la I Exposición de Escultura en la Calle y, para tal ocasión, el centro de arte dependiente del Cabildo recupera la obra de Soto, que se expuso en el Parque García Sanabria hace ahora medio siglo y se recuperó también con motivo de la segunda edición de la iniciativa, en el año 1994. Tras la clausura de la muestra en TEA, el 28 de mayo, la pieza será cedida a la ciudad para que vuelva a ser expuesta en sus calles.

El integrante de la Comisión de Escultura en la Calle del Colegio de Arquitectos, Carlos Schwartz, celebró la "feliz idea" que ha tenido el Cabildo de Tenerife de recuperar esta pieza, que es el "ave fénix" de la muestra puesto que se ha reconstruido en diferentes ocasiones. Reconoció que se trata de "una obra frágil" y por eso la intención de la mesa de trabajo para la conmemoración de la exposición es instalarla en un lugar de Santa Cruz que permanezca vigilado constantemente, aunque se podrá interactuar con ella. Adelantó además que esta no es la única obra que aterrizará próximamente en las calles chicharreras puesto que el 50 aniversario de la exposición también trae consigo la instalación de Carla, una obra de Jaume Plensa. Se trata de una cabeza de 7,8 toneladas de hierro fundido, y siete metros de alto, muy en sintonía con el título de la exposición que abre sus puertas en TEA.

La I Exposición de Escultura en la Calle de 1974 "supuso el pistoletazo de salida de la Transición en la cultura", declaró el director insultar de Cultura, Alejandro Krawietz, quien recordó que aquella cita única supuso "el reencuentro de las generaciones previas al franquismo con aquellas que asumieron la responsabilidad de construir un panorama cultural digno para el futuro". Así, las dos muestras conmemorativas que abren ahora sus puertas en TEA parten de caminos diferentes pero "se preguntan sobre la obra y el cuerpo, aunque en direcciones diferentes dependiendo de la exposición".

Lo que pesa una cabeza

Parapetada bajo la impresionante visión del Penetrable, de Jesús Soto, arranca esta muestra que no se plantea de una manera historicista sino que apela a la memoria, al recuerdo que cada chicharrero alberga de aquella primera edición de la Exposición Internacional de Escultura en la Calle. El director artístico de TEA y curador de Lo que pesa una cabeza, Gilberto González, indicó que esta propuesta surge precisamente de la necesidad de vincular las obras con lo no físico, con la memoria. "También surge la paradoja de hablar del plano físico en un momento como el actual, cuando todo se produce a través del virtual y cuando la imagen ha tomado tanta importancia".

El otro curador de la muestra, Néstor Delgado, habló de la importancia de "rescatar el espíritu de encuentro" que supuso aquella exposición de 1973. "Pero no consideramos el encuentro únicamente como un punto de coincidencia, que en este caso se materializa en el museo, sino también como un encontronazo, como un espacio de conflicto", relató y añadió que aquella muestra de la que se cumple ahora medio siglo "convirtió a Santa Cruz en un gran jardín escultórico" y ahora estas exposiciones tratan de trasladar ese paisaje al espacio museístico, para lo que han decidido trabajar con diferentes generaciones de artistas, invitando a efectuar fricciones entre sus propuestas.

Este puede ser el lugar

Esta exposición incluye una selección de obras de artistas de las artes vivas y establece una relación entre lo efímero y lo permanente de los procesos artísticos. En este sentido, los comisarios Javier Arozena y Natalia Álvarez Simó hablan sobre la problemática en el ámbito del museo, puesto que se preguntan cómo se catalogan o reactivan las piezas que son efímeras. "Queremos mostrar la fricción que generan las piezas, que dejan un rastro o un recuerdo, mientras que la institución museística está centrada en el objeto", relató Simó. Hizo hincapié además en que "las artes escénicas también pueden ofrecer propuestas de pensamiento y estas pueden estar presenten en el museo" y, "aunque prescindimos en este caso de la espectacularidad escénica, sí apelamos a la emoción".

Esta muestra cuenta con piezas que permanecerán durante todo el tiempo de exposición, hasta el 28 de mayo, mientras que otras irán variando es estos meses y otras serán expuestas de manera puntual. "Queremos llamar la atención de este modo sobre cómo se puede conservar lo efímero y de qué manera queda todo en el recuerdo", concluyó Javier Arozena.

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