Talento canario en la nominada al Goya ‘Amanece la noche más larga’

Los cuatro jinetes del Apocalisis se reúnen para repasar el estado de la humanidad y discutir estrategias de futuro. Pero un débil y moribundo Muerte recibe a sus compañeros con la intención de convencerles de atormentar menos a los humanos. La reunión terminará por desenmarcarar las intenciones de Hambre, Peste y Guerra, que sueñan con una humanidad sin escapatoria. Esta es la historia que muestra Amanece la noche más larga, la cinta de Lorena Ares y Carlos F. de Vigo que está nominada a los Premios Goya en la categoría de Mejor cortometraje de animación y que está coproducida por los productores ejecutivos canarios Damián Perea y Raquel Camacho.

Ambos colaboran desde hace años en diferentes producciones de cine y publicidad y fue él quien le propuso participar a Camacho en este nuevo reto. «Damián para mí es algo así como un visionario, tiene una enorme capacidad para entender el mercado y las tendencias, además de un gran sentido de la estrategia y la planificación», explica Camacho. Ambos confiaron en el talento de Carlos Fernández y Lorena Ares, «reconocidos por su enorme criterio artístico y su seriedad y compromiso».

El guión, la historia y la técnica pictórica empleada en Amanece la noche más larga fueron los aspectos que llamaron la atención de los canarios para embarcarse en este proyecto. Declaran que se trata de una auténtica «obra artística», con una gran «riqueza visual», donde cada fotograma una pintura al óleo. Así, tras su estreno, la buena acogida del corto por parte de diferentes jurados viene a confirmar el buen tándem que forman la historia y la estética. “

«Además de la excelencia artística de la obra, creo que al ser una historia distópica y apocalíptica indudablemente atrapa», afirma Camacho. En este sentido, Perea recueda que «comenzamos a trabajar en este corto antes de la pandemia y desde entonces no solo ha habido un crisis sanitaria, sino también una guerra. Espero que no sea premonitorio».

«Este corto está hecho para hacernos despertar porque aún tenemos tiempo para tomar cartas en el asunto y que la humanidad no continúe en la senda en la que se encuentra», reflexiona Perea quien sentencia que, como siempre en el cine, «el mensaje y la imagen son igual de importantes en esta obra», aunque destaca que los cuadros en movimiento que dan forma a la película «le otorgan una gran importancia al proyecto». Perea insiste en que, «si hubiéramos apostado por una imagen hiperrealista, quizás el espectador no entraría tanto en la historia».

A pesar de que los canarios reconocen que el corto «siempre se ha visto algo así como el hermano pequeño del largo», coinciden en que este formato era el ideal para contar la historia proyectada por Ares y De Vigo. «El corto tiene un potencial enorme, demanda una planificación en preproducción muy específica, pero la realidad es que hay mucho corto español triunfando en los festivales más prestigiosos y aunque requiere de un formato de distribución diferente al del largo, está cada vez más en auge», resume Camacho.

Estos dos canarios han hecho frente al gran reto de conseguir financiación para el desarrollo y la distribución de este cortometraje. «Conseguir la financiación es complicadísimo porque las ayudas institucionales son pocas y limitadas. Y si hablamos de distribución, podemos decir que los cortos se hacen para los festivales, porque su proyección en salas es inexistente y en televisión es mínima», lamentan.

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