Con amor todo es mejor es el lema con el que Superabuela llega al Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife. La actriz y psicóloga Cristina Bermúdez se pone en la piel de este entrañable personaje que no solo entretiene a público de todas las edades sino que además pretende hacer reflexionar a las familias y darles herramientas para lograr una mejor convivencia. Superabuela 2 llega precedido del éxito de la primera entrega, que se estrenó en 2017. Ahora, esta nueva propuesta que también viene acompañada de un disco se podrá ver el sábado 26 de noviembre, a partir de las 18:00 horas.
«Esto es un entrenamiento de superpoderes», resume la protagonista del espectáculo, Cristina Bermúdez. «Es una experiencia en la que disfrutamos en familia mientras descubrimos herramientas divertidas que nos llevaremos a casa para poder gestionar nuestras experiencias de la vida cotidiana», explica. Así, cada una de las canciones de este espectáculo sirve «para reactivar el superpoder del amor» y todo ello a ritmo de mambo, rumba, latino, pop o rock. La danza es otro de los ingredientes de esta propuesta que cuenta con la participación de cuatro bailarines y seis músicos. El objetivo del proyecto es despertar en niños y adultos la responsabilidad de elegir cómo quieren ser, fomentar la motivación intrínseca por el autoconocimiento y la empatía, y desarrollar la creatividad para la vida, usando disciplinas artísticas como vía de desarrollo personal, con el fin de crear un vínculo emocional que llegue a familias y centros escolares.
Preparación integral
Cristina Bermúdez estudió Arte Dramático y Psicología, y también es profesora de yoga especializada en la infancia por lo que puede combinar todas estas facetas sobre el escenario cuando se convierte en Superabuela. «Con esta obra creamos un vehículo artístico que contiene diferentes herramientas que nos permiten llegar a un gran público y que, sobre todo, motiva a los niños», relata la artista, quien reconoce que su formación le permite ahora improvisar mucho sobre el escenario, lo que hace que cada función sea única.
El director Daniel Negrín destaca el carácter participativo del espectáculo, que genera muchas dinámicas en lo relativo a la gestión de emociones, un tema que no solo afecta a los más pequeños de la casa sino también a los adultos, que se sienten identificados. «Se crea un clima muy potente y el público sale muy lleno porque no se trata únicamente de un concierto artístico sino que hay una profundidad muy potente», concluye.
Pero esta no es la única posibilidad de disfrutar de las aventuras de Superabuela puesto que la compañía estará girando este espectáculo, así como la primera parte, por todas las Islas en las próximas semanas. «Tanto los conciertos para escolares como para familias tienen su encanto», explica Bermúdez, ya que «cuando los niños están solos se comportan de una manera y se genera una complicidad con ellos. En los conciertos escolares, además, se generan dinámicas que los maestros después pueden emplear en el aula».
