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islas del mundo (XIII)

La nueva Galería Nacional de Singapur

El presupuesto público para el proyecto de rehabilitación de una de las instituciones líderes en artes visuales de todo el sudeste asiático fue una apuesta decidida por la cultura

Velo y estructura que cubre los edificios históricos. | El Día

La National Gallery de Singapur es una de las instituciones líderes en artes visuales de todo el sudeste asiático. Esa institución cultural supervisa y conserva la colección pública de arte moderno más grande de Singapur y de toda la región en la que este pequeño país-isla se encuentra situado.

La Nueva Galería Nacional está situada en el corazón del Distrito Cívico de la ciudad y se encuentra dentro de un edificio histórico que fue rehabilitado entre 2005 y 2015, ocupando los antiguos edificios de la Corte Suprema y el Ayuntamiento que fueron reconvertidos en un nuevo y emocionante lugar para la cultura y las artes visuales, idea parecida por la que llevamos esperando en Tenerife desde hace décadas, cuando se planificó que los antiguos juzgados (Plaza de la Candelaria) se trasladarían a la «nueva» (y nunca vista) ciudad de la justicia en Cabo Llanos, y, así, el edificio del Museo Bellas Artes de Santa Cruz se ampliaría a dichas dependencias.Volviendo a Singapur y a este proyecto, cada día soy más partidaria de analizar los edificios no en el momento de su inauguración, sino cuando ya han transcurrido unos años de funcionamiento, pues es lo que verdaderamente permite hablar de su calidad, su atemporalidad y sostenibilidad. Es una forma de ver cómo envejecen, qué problemas tienen, y cómo se van comportando los materiales que los arquitectos pensaron y diseñaron.

Cúpula histórica resguardada por un nuevo techo. | | ELD

Es el caso de la Nueva Galería Nacional de Singapur, que este noviembre cumple siete años de funcionamiento, la unanimidad del sector de la cultura de esa parte del mundo parece estar de acuerdo de que su funcionamiento es bueno y que la rehabilitación y unión de los dos edificios históricos que se utilizaron fue acertada. No eran dos edificios cualquiera, sino dos sitios arquitectónicos que han visto momentos dramáticos en la historia de Singapur y que ahora albergan la nueva Galería Nacional de la ciudad-estado. Los sitios que albergan el museo vieron nacer la ciudad-estado. El edificio de la Corte Suprema es de 1939, con su imponente fachada griega, y el gran edificio municipal clásico de este complejo es del mismo año. Ambos fueron ocupados por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. Luego, tras su independencia y constitución en país, su primer jefe de estado de Singapur fue investido en el segundo edificio, en la cámara del Ayuntamiento, en 1959.

La colección del museo incluye más de 8.000 obras de arte moderno asiático. La renovación de sus interiores fue supervisada por el equipo Milou Architecture de Francia. Fue una obra compleja que duró más de 10 años por lo que suele suceder cuando se restaura y rehabilitan edificios con tanta historia. Durante la construcción, se descubrió más historia todavía, durante una excavación arqueológica en el sitio en 2010, que dejó a la vista objetos que datan del siglo XIV.

Se ve un esfuerzo dirigido para mantener intactos los elementos históricos relevantes de los edificios, su forma y carácter. La Galería tiene ocho pisos con 20 y 10 espacios de diferentes tamaños para exposiciones de arte en la Corte Suprema y el Ayuntamiento respectivamente.

Exterior de los dos edificios históricos que forman la Galería Nacional de Singapur y el velo que sirve de unión y entrada a los mismos, una rehabilitación de Milou Architecture. | | ELD

El acceso público continuo y el paso es a través de grandes escaleras mecánicas y puertas de vidrio. La luz natural es otro leitmotiv importante en todo el proyecto. Especialmente bello el velo de filigrana de aluminio, que simula un tejido de caña y mimbre en la fachada que une los dos edificios. Junto a ese velo está el eje formal que conecta los dos edificios por puentes que unen niveles diferentes.

Es un proyecto contemporáneo que no olvida el pasado, mira la historia con respecto y nostalgia y demuestra que Singapur apuesta por la cultura decididamente. Costó 532 millones de dólares singapurenses (383.755.328 de euros) y hablamos de una isla que tan solo es un poquito más grande que La Gomera.

dulce xerach pérez. abogada, doctora en arquitectura. investigadora de la universidad europea

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