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Arte

El arte de Santa Teresa

El Museo de Bellas Artes acoge una muestra con la talla de Maragliano, ubicada en Santa Cruz desde hace tres siglos

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Exposición 'La Santa Teresa de Maragliano y su época' Andrés Gutiérrez

La exposición ‘La Santa Teresa de Maragliano y su época’ puede visitarse en el Museo Municipal de Bellas Artes hasta el próximo 15 de febrero para conmemorar el cuarto centenario de la canonización de Santa Teresa y el tercero de su ubicación en la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción.

Los secretos de Santa Teresa se desentrañan estos días en el Museo Municipal de Bellas de Artes de Santa Cruz de Tenerife gracias a la exposición La Santa Teresa de Maragliano y su época, que permanecerá abierta hasta el próximo 15 de febrero. La muestra se completará con actividades que incluyen la presentación del catálogo, visitas guiadas semanales, lecturas de textos de Santa Teresa y un concierto de música sacra.

El germen de esta muestra surgió de la noticia del inicio de la restauración del retablo de la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife, donde se sitúa la talla de Santa Teresa. Ante el temor de que la imagen permaneciera guardada durante todo el tiempo que durara la restauración, con el deterioro que eso podría causarle, los comisarios de esta exposición, Juan Alejandro Lorenzo y Pablo Hernández, decidieron presentar la propuesta de esta exposición, con la que ahora la talla se ha convertido en la primera pieza invitada del Museo de Bellas Artes.

En este sentido, la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Gladis de León, indica que este es el inicio de un proyecto que busca «poner en valor el patrimonio cultural de la ciudad y su difusión». Así, estas piezas invitadas «dinamizarán las exposiciones permanentes de los museos y mostrarán a la ciudadanía, en un contexto distinto al habitual, obras de otras instituciones o colecciones que son temporalmente cedidas para su muestra».

Esta exposición coincide además con el cuarto centenario de la canonización de Santa Teresa y el tercero del contrato suscrito para que Antón María Maragliano realizara esta talla que lleva todo este tiempo ubicada en la parroquia chicharrera. Hernández recuerda que la talla de Santa Teresa llegó a Tenerife acompañada de otra de Santa Catalina de Alejandría que se perdió a comienzos del siglo XX debido a su mal estado de conservación. «Precisamente nos preocupa que a la imagen de Santa Teresa le suceda lo mismo y por eso antes de esta muestra la pieza fue tratada en el taller de Patricia Padrón porque ha sido atacada por xilófagos», relata Hernández quien no obstante puntualiza que ha sido una conservación preventiva pero que aun es necesaria una restauración en profundidad para garantizar su supervivencia.

En cualquier caso, esta talla «es muy importante para la historia de Santa Cruz porque está realizada por el mejor escultor de Génova de su época y es la primera imagen de España cuyo contrato está documentado», explica el experto. La muestra del Museo de Bellas Artes está formada, además, por un conjunto de obras que contextualizan la importancia de la talla.

El primer apartado está centrado en la imagen de Santa Teresa y el desarrollo de su devoción en Canarias, donde sin embargo no hay una gran representación. A pesar de ello se conservan dos cuadros que se pueden ver ahora en el Museo y que datan del siglo XVII y XVIII, perteneciente uno a los fondos del Museo y el otro a una colección privada de La Orotava. Además, se expone una escultura perteneciente al Museo de Arte Sacro de la Parroquia de San Marcos de Icod de Los Vinos del siglo XVIII y que se cree originaria de México, con la particularidad de que cuanta con incrustaciones de huesos de animales.

La segunda parte de la exposición se centra en la explosión de arte genovés que se produjo en Canarias alrededor de 1720 y que se ve reflejada en piezas como la Inmaculada o la Virgen del Rosario que, pertenecientes a la Parroquia de la Concepción fueron encargadas hace siglos por genoveses que vivían en Tenerife.

Estos encargos, como fue el caso de la talla de Santa Teresa, suponían todo un reto ya que necesitaban de intermediarios en Cádiz, que se ponían en contacto con los escultores genoveses, a los que les llegaban todo tipo de instrucciones para realizar las obras. En el caso de la de Santa Teresa, recuerda Pablo Hernández, «el contrato incluía las medidas de la imagen, la posición y el lugar hacia el que tenía que mirar y sobre todo, lo más curioso, las tres verrugas que debía tener alrededor de la boca en el momento del éxtasis».

La última parte de esta exposición está dedicada a los hermanos Logman, los sacerdotes que encargaron la talla y a los que se les puede ver en varios cuadros, como los dos retratos de que encuentran en la Parroquia de la Concepción. Fueron los hermanos Logman dos sacerdotes muy queridos en Santa Cruz de Tenerife ya que a lo largo de su vida realizaron numerosas obras en favor del pueblo y son ellos quienes promovieron y financiaron la apertura del Hospital de los Desamparados, el edificio que hoy en día alberga el Museo de la Naturaleza y Arqueología (MUNA). Muestra del cariño que sentía el pueblo por ellos son las partidas de entierro que se pueden ver en esta exposición ya que sus fallecimientos provocaron una gran tristeza en el pueblo chicharrero.

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