Emergenz raum, la primera muestra individual del alemán Klaus Berends, ya se puede visitar en la alería Bibli. Gran observador de la naturaleza e inquieto paseante, se inspira en los materiales que se encuentra en la playa y que Fuerteventura, donde reside desde hace décadas, le regala. El vacío que presentan esos objetos los rellena con aire, enviando así un mensaje que une naturaleza y ser humano.
El artista alemán Klaus Berends (Papenburg, Alemania, 1958) protagoniza su primera exposición individual en la galería Bibli de Santa Cruz de Tenerife con una propuesta en la que el aire y las sugerentes formas a las que da lugar invitan a una reflexión mucho más profunda de lo que se puede imaginar a primera vista. Emergenz raum es el nombre de la propuesta del creador, que vive en Fuerteventura desde 1986, donde ha encontrado una fuente inagotable de inspiración.
Klaus Berends llega a la capital chicharrera con ocho obras escultóricas, dos de ellas fijadas a la pared. Una de estas últimas está construida con parte del SS América, un buque que, camino a Bangkok, terminó a la deriva y encallado en la costa de Fuerteventura. El alemán rescata ahora un fragmento del casco: «Se puede ver la fuerza del mar y la capacidad que tiene de destrucción».
Cuando llegó a Fuerteventura hace ya más de tres décadas, Berends dedicaba la mayor parte de su obra a la pintura y llegó a emplear en ella el polvo de mármol, pigmentos de tierra y óxido. Sin embargo, los paseos por la Isla le mostraron despojos del mar y del tiempo y a través de estos objetos comenzó a interesarse por su parte narrativa. «Nada de lo que hago tiene que ver con el reciclaje, tal y como piensa mucha gente», cuenta el artista, quien afirma que «no estoy reciclando, sino recomponiendo una narrativa en otro concepto para que surja así una nueva historia». En este sentido, explica que el título de la exposición que llega ahora a la capital, Emergenz raum –espacio de emergencia en español–, no hace referencia al uso habitual del término «sino que me refiero a la parte filosófica del concepto, que tiene que ver con las ideas de emerger y resurgir», puntualiza.
Así, el artista ha transformado la galería santacrucera Bibli en «un espacio de emergencia en el que surgen cosas que normalmente no suceden». Se trata de un concepto en el que trabaja desde el año 2000 a través del empleo de cámaras de aire. «Es un concepto metafórico en el propongo guardar aire para alguien o algo en el futuro, como un mensaje de esperanza», relata el artista quien también realiza de esta manera una protesta por el trato que el ser humano da al medioambiente. «El aire es complejo pero también tremendamente importante para la vida, además de la luz natural y el agua», concluye.
De este modo, Kalus Berends emplea sillas, mesas de noche o estructuras de metal encontradas a las que incorpora cámaras de aire y en las que combina la imagen impresionante de esta construcción con títulos poéticos que invitan a la reflexión de temas tan actuales como la obesidad, uno de los problemas a los que debe enfrentarse la sociedad en la actualidad. Una de las obras que se puede ver estos días en Bibli tiene por nombre Reserva de aire para un soñador. Modelo pesadilla marítima, una pequeña mesa de noche desarmada y reconstruida por el alemán con una cámara de aire. «Busco hacer hincapié en el contraste de la estructura rectangular de la mesa de noche con las formas redondas, orgánicas y hasta con connotaciones eróticas», explica el artista, quien busca el contraste de volúmenes, un duro trabajo, incluso físico, para colocar la goma de la forma que él desea.
Fuerteventura y la obra artística de Berends son dos caras de una misma moneda. «La isla tiene claramente su influencia en la luz de mis obras, que hacen referencia a la topología de esta zona», indica el creador quien explica que trasladarse a la Isla ha sido para él un retorno a su infancia. «Pasé mis primeros cinco años viviendo en una barcaza que viajaba por los canales de Alemania y Holanda y para mí la isla es algo parecido, un barco gigantesco que tiene su popa en Corralejo, mientras que Jandía es la proa, y a los lados del casco, las orillas son mis áreas de observación», relata el artista quien considera el proceso de creación una acción casi lúdica en la que en todo momento invita a la reflexión. «Mis obras son como cebollas, te puedes quedar con lo visual, pero también podrás ahondar en la pieza si estudias su título o examinas su trasfondo político y social, hasta llegar al contenido más denso», concluye el creador.
