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La gran dimisión

La gran dimisión ED

Mattias Desmet, profesor de Psicología Clínica en la Facultad de Psicología de la Universidad de Gante, Bélgica, lacaniano, se ha hecho popular gracias a The Psychology of Totalitarianism (Pelckmans, 2022). En una entrevista que le hacían hace pocos meses se le preguntaba acerca de la salud mental de la población, y contestaba que la ingesta de antidepresivos y ansiolíticos no se veía especialmente incrementada, pero sí la salud mental, que de por sí, ya estaba disminuyendo décadas antes de la crisis del coronavirus: «Durante mucho tiempo ha habido un aumento constante en el número de problemas de depresión y ansiedad y el número de suicidios. Y en los últimos años ha habido un enorme crecimiento en el ausentismo debido al sufrimiento psicológico y el agotamiento. El año anterior al brote de coronavirus, se podía sentir que este malestar crecía exponencialmente. Esto dio la impresión de que la sociedad se dirigía a un punto de inflexión en el que una reorganización psicológica del sistema social era imperativa».

Los individuos de la sociedad están cansados, existencialmente cansados. De manera paradójica llama la atención Desmet a que «por ejemplo, pasamos por alto fácilmente el hecho de que una parte significativa de la población se sintió extrañamente aliviada durante el confinamiento inicial, sintiéndose liberada del estrés y la ansiedad. Regularmente escuché a la gente decir: Sí, estas medidas son de mano dura, pero al menos puedo relajarme un poco. Debido a que la rutina de la vida cotidiana se detuvo, una calma se asentó sobre la sociedad. El confinamiento a menudo liberaba a las personas de una rutina psicológica. Esto creó un apoyo inconsciente para el confinamiento».

En su La Psicología del totalitarismo, capítulo 2, dice: «El fenómeno de los trabajos de mierda es quizás la mejor ilustración de esto: en la segunda década del siglo XXI, la mitad de las personas opinaban que su trabajo no tenía sentido. Una encuesta mundial de Gallup de 2013 encontró que solo el 13 por ciento de las personas en todo el mundo estaban realmente comprometidas con su trabajo; el 63 por ciento dijo que no estaba comprometido». Es esta una situación justamente psicológica que estallará. Y Desmet le puso un nombre: «Psicosis de formación masiva».

Para que se produzca un fenómeno masivo a gran escala son necesarias cuatro cosas: falta de vínculos sociales, falta de sentido, ansiedad flotante y descontento psicológico flotante. Es con ese caldo de cultivo como surge una psicosis de formación masiva, también definible como hipnosis masiva, o locura de las multitudes, de forma que se explica que más de un tercio de la población asume las nobles mentiras y la narrativa dominante en relación con la seguridad y la eficacia de las evidencias científicas admitidas por los representantes políticos, los burócratas de la ciencia, las empresas médicas y los medios de comunicación tradicionales.

Ciencia, negocio y comunicación de masas están mediatizados por la política, que, a su vez, no está en manos de líderes sino de burócratas que hacen de perfecta correa de transmisión para con la soledad, la falta de sentido, la ansiedad y el descontento flotantes. Pero, como reacción a ese golpetazo sobre una masa ansiosa, solitaria y sin sentido, se ha producido una huida desde los trabajos clásicos insertos dentro del sistema hacia fórmulas libertarias donde la individualidad se realiza más plenamente.

En Estados Unidos, unos 50 millones de personas dejaron sus trabajos en 2021. Se le ha llamado Great Resignation, o Big Quit, la Gran Renuncia o la Gran Dimisión. Se trata de una tendencia en la que los empleados han renunciado voluntariamente a sus puestos de trabajo en masa. El término fue acuñado por Anthony Klotz, profesor en la Escuela de Gestión del University College de Londres, en mayo de 2021, cuando describió un éxodo masivo sostenido. En febrero de 2022, el tesorero australiano Josh Frydenberg informó de que el mercado laboral había estado experimentando una Gran Reorganización en lugar de una Gran Dimisión, Tres meses antes unos 300.000 trabajadores declararon haber dimitido.

En China existe el movimiento de protesta tang ping, que comenzó en abril de 2021 con una defensa de las 996 horas de trabajo, y optando por «tumbarse y superar los golpes» reduciendo el consumo y los deseos. En el Reino Unido, en 2021, más de 400.000 trabajadores abandonaron sus puestos de trabajo, y a finales de 2021 se produjeron 1,3 millones de vacantes de empleo. India tuvo más de un millón de dimisiones. En Francia durante el primer trimestre de 2022, unas 520.000 personas renunciaron a sus trabajos, mayormente con contratos fijos y asegurados, y hay que sumar del año anterior 518.000 más.

El movimiento todavía no trastorna el sistema, pero sí se advierte un cansancio psicológico en las masas que puede dar lugar al efecto Desmet de una Psicosis Masiva. El filósofo francés Eric Sadin, autor de La Era del Individuo Tirano, el fin de un mundo en común, habla de un «gran aliento renovador, de una suerte de celebración de la alternativa que irrumpió de golpe en varios sectores». El sociólogo Jean-Laurent Cassely escribió La revuelta de los primeros de la clase, y señalaba que los jóvenes egresados de las mejores escuelas de negocios se negaban a «alimentar el sistema» y terminaban haciéndose agricultores, panaderos, tenderos, maestros de yoga u osteópatas. Son individuos que manifiestan con sus «trabajos de mierda» (Desmet) sentirse fracasados al dormirse, y cargando con una enorme infelicidad.

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