La veterana banda estadounidense Guns N' Roses y la sorprendente agrupación italiana Maneskin levantaron este jueves al Rock in Río, cuya nueva edición concluye el próximo domingo en Río de Janeiro, con enérgicos conciertos a ritmo de un rock and roll más clásico que el visto hasta ahora. Tras tres jornadas dedicadas al metal, el rap y el pop, el rock tradicional finalmente se hizo presente en la nueva edición del considerado mayor festival musical y de entretenimiento del mundo en una noche que Guns N' Roses cerró con broche de oro con un recorrido por los mayores clásicos de su larga carrera. Antes también se presentaron en el escenario principal del festival la banda californiana de pop punk The Offspring y la veterana brasileña CPM 22, mientras que en el Sunset, uno de los escenarios secundarios, brillaron las cantantes británicas Corinne Bailey Rae y Jessie J.

A diferencia de su concierto en la edición de 2017, cuando tocó por más de tres horas y ya de madrugada en Brasil, Guns, en su quinta presentación en el festival, ofreció un concierto más corto, como el de 2011, pero en el que no faltaron sus grandes clásicos. Sin los atrasos que le valieron críticas en ediciones pasadas, la banda subió al escenario puntualmente pasada la medianoche para un concierto en que brilló especialmente el guitarrista Slash, que regresó al grupo tras reconciliarse con Axl Rose, con solos y acordes que merecieron destaque y aplausos toda la noche. El guitarrista llegó a opacar en algunos momentos al vocalista, sin la energía de años anteriores y que llegó a desafinar en algunos momentos.

Guns N' Roses, prácticamente sin canciones nuevas en los últimos años, ofreció el mismo concierto de su actual gira por Sudamérica, que abrió con 'It's So Easy', 'Mr. Brownstone' y 'Chinese Democracy', pero el público solo comenzó a interactuar cuando Slash comenzó a exhibir sus dotes. La banda siguió con varios de sus mayores éxitos, como 'Welcome to the Jungle' y 'Rocket Queen', pero también con su versión de 'Live and let die' (Paul McCartney). La presentación, pese a que se ciñó a lo previsto, agradó a los admiradores de la banda, la gran mayoría entre los 100.000 asistentes a la jornada de este jueves.

Maneskin se roba el público

Los italianos de Maneskin, poco conocidos en Brasil, complacieron el gusto de quienes esperaban escuchar la banda que viene siendo promovida como una de las mayores revelaciones del rock desde que venció en Eurovisión, lo que quedó confirmado con el reciente premio MTV EMA al mejor grupo de rock. El grupo, con el visual particular de quienes se definen como de género fluido y precedidos por la popularidad de sus vídeos en TikTok, comenzó su concierto con 'Zitti e buoni', pero en pocos minutos ya estaban tocando 'Beggin', cuya versión propia continúa siendo un éxito, principalmente en la red social, cuatro años después de que The Four Seasons la lanzara.

Cantando en inglés e italiano, el grupo sorprendió al Rock in Río con interpretaciones de canciones como 'I Wanna Be Your Dog' y 'Mamma Mia', varias coreadas por sus admiradores, pero se metió al público en el bolsillo cuando interpretaron 'Love of my live', el clásico de Queen, al recordar la histórica presentación de los ingleses en Río en 1985, y gracias a las varias veces que los integrantes bajaron al palco para interactuar con sus admiradores.

The Offspring, en su tercera presentación en el Rock in Río, animó a los fanáticos del punk, que saltaron, abrieron ruedas en el palco y corearon las canciones de los californianos, en una presentación llena de energía. Igualmente con un rock más clásico, con solos de guitarras y hardcores energéticos, el grupo liderado por el cantante y guitarrista Bryan 'Dexter' Holland y por Kevin 'Noodles' Wasserman complació a su público con sus canciones llenas de críticas sarcásticas, como 'The kids aren't alright', 'Pretty fly (for a white guy)', 'Why don't you get a job?' y 'Self esteem'.

En uno de los escenarios secundarios, la británica Corinne Bailey Rae también levantó al público pese a su música más romántica y lenta con un concierto que tuvo su auge con la interpretación de 'Put your records on' (2006), el mayor éxito de su carrera y muy conocido por el público brasileño.