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Joven talento literario

Con tan solo 14 años la tinerfeña Dana Razzak ya ha publicado su primera novela y prepara el lanzamiento de la segunda

La joven escritora tinerfeña Dana Razzak. Carsten W. Lauritsen

Dana Razzak triunfa en el mundo de la literatura con solo 14 años. Ha podido mostrar su talento ante otros jóvenes de su edad y destaca la calidad creativa que tienen los adolescentes canarios. «A mí también me costaba mostrar lo que hacía pero la gente que escribe debe enseñarlo, no tengan miedo», dice. 

La joven tinerfeña Dana Razzak demuestra estos días que el talento no tiene edad. Con tan solo 14 años ya ha publicado su primera novela y prepara el lanzamiento de la segunda, mientras perfila los detalles de diferentes proyectos literarios que no dejan a nadie indiferente. La autora de El internado Blackstar está a punto de empezar 4º de ESO pero sus estudios no le impiden sacar algo de tiempo que dedicar a la escritura, una afición que poco a poco se perfila como un futuro profesional.

Mientras compagina su formación con la escritura, la joven tinerfeña ya piensa qué carrera le gustaría estudiar cuando llegue a la universidad. Aún no se ha decantado por nada en particular pero sí tiene claro que le gustaría formarse en algún título que «me ayude a mejorar con la escritura» porque aunque ya haya finalizado dos novelas y bastantes relatos, la adolescente tiene claro que «aún me queda mucho por aprender», y es por eso que prefiere decantarse por una titulación de la rama de Humanidades que le permita desarrollar su carrera como escritora.

La pasión por las letras le viene a Dana Razzak desde pequeña. La tinerfeña recuerda que cuando era joven también su madre quería ser escritora: «Cuando ella me lo contaba yo no le hacía mucho caso porque a mí todavía no me había dado por escribir». Pero lo que es cierto es que desde muy pequeña le gustaba leer. Recuerda que una de sus primeras lecturas fueron los libros de Geronimo Stilton, a los que le siguió la saga de Harry Potter. «A partir de ese momento empecé a decantarme más por la fantasía y la ciencia ficción», sentencia la joven quien añade que «siempre leí mucho pero creo que todo cambió con la saga Los Legados de Lorien, me gustó mucho pero la historia no terminaba como yo me imaginaba». Así fue como abrió una aplicación de texto en su móvil y comenzó a escribir el que para ella era el final perfecto para aquella saga.

«No creo que escribiera el mejor final pero era el que a mí me apetecía leer», explica Razzak quien llegó a dar forma a 37 páginas, el texto más extenso que había escrito hasta el momento, para finalizar como a ella le parecía mejor esa historia que la había acompañado durante tantas horas. Cuando su madre se enteró del trabajo que estaba haciendo prácticamente a escondidas la animó a que escribiera sus propias historias y fue así como nació la primera parte de El internado Blackstar.

Ese final alternativo tan solo lo ha leído su madre y a día de hoy sigue guardado en su móvil. La progenitora de Razzak indica que a su hija «nunca le entusiasmó demasiado hacer redacciones para el colegio pero, cuando comenzó a escribir aquel final alternativo, me gustó la libertad que parecía que sentía cuando se ponía a teclear» y fue así como comenzó a florecer la que se ha convertido en la gran pasión de Dana Razzak.

Para la redacción de su primera novela, El internado Blackstar, la joven se valió de detalles de las lecturas que había realizado hasta el momento. «Cogí el ordenador sin seguir ningún patrón», y así fue como escribió su primer libro, dejando a un lado el móvil en esta ocasión. «Escribía en los momentos en los que me apetecía, cuando me venían las ideas a la cabeza», sin marcarse ninguna tarea ya que, aunque lo empezó a escribir en verano, lo terminó ya durante el periodo escolar.

«Empezar una idea desde cero es muy complicado», reflexiona y recuerda que comenzó a dar forma a aquella primera historia cuando tan solo tenía 12 años por lo que «no tenía ninguna pretensión y solo escribía porque me apetecía». A pesar de ello trató de dar forma al mejor texto posible, llenándolo de acción y de personajes que no aburrieran a un hipotético lector. Pero esta primera incursión en el mundo de la literatura también tuvo sus retos: «Se me hizo bola el final». Pero tras el éxito de la primera novela, «decidí desenredar el hilo que yo misma había enrollado con la trama para escribir el desenlace de la historia en el segundo libro», que verá la luz dentro de poco.

Su madre volvió a ser la primera en leer esos textos y reconoce que le sorprendió darse cuenta de la creatividad de su hija: «Veía que se lo pasaba bien, que no era ningún esfuerzo para ella, y por eso la animé a continuar». Sopesaron la posibilidad de publicar el texto de El internado Blackstar, «únicamente para que ella viera que lo que había hecho valía la pena». Fue así como presentaron el texto a un concurso literario, aunque fue complicado dar con el idóneo puesto que había muchas restricciones de edad dado que Dana Razzak era aún muy pequeña.

La tinerfeña asegura que ahora no ve la escritura de la misma forma que cuando tenía 12 años. «Aunque lo que escribo a lo mejor nunca ve la luz, me gustaría que la gente se lo pasara bien con estas historias y por eso trato de hacerlo lo mejor posible», reconoce la joven quien reconoce que, además de para pasar el rato, «escribo con el pensamiento de que la gente disfrute de lo que lee».

A pocos días de comenzar un nuevo curso escolar, Dana Razzak ya prepara el lanzamiento de la segunda parte de El internado Blackstar y tiene también la mente puesta en su próximo proyecto literario, compuesto por microrrelatos de ficción. En este sentido, celebra que esta última aventura «me ha permitido darle un giro a mi experiencia como escritora» puesto que ha abordado otro género diferente al que estaba acostumbrada. A pesar de todas estas propuestas que tiene en marcha, Dana Razzak no deja de producir nuevas historias. «Escribo diferentes textos al mismo tiempo y si con el tiempo veo que pueden juntarse en una misma historia los uno; si no, mantengo varios proyectos paralelos en marcha», afirma la tinerfeña, que no le tiene miedo a nada.

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