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Ruts & La Isla Music Cantante y directora de reggae can festival

«Hablar de reggae es hablar de música que te hace crecer como persona»

| e.d.

Ruth Barreto actuará bajo el nombre artístico de Ruts & La Isla Music el 8 de septiembre en la Plaza del Cristo de La Laguna como cabeza de cartel del Reggae Can Festival, que además dirige.

Lleva en el panorama musical más de 20 años. ¿Qué balance puede hacer de su carrera? ¿Cómo ha evolucionado desde sus inicios?

Llevo la mitad de mi vida ligada a la música y me dedico profesionalmente a mi vocación, así que puedo decir que aquella niña ha cumplido su sueño. He pasado de componer, cantar, tocar la guitarra y querer subirme al escenario con mis canciones a dirigir mi propuesta artística. Creo que esa ha sido la evolución. En este último tiempo pienso en el conjunto, en todo lo que hay sobre el escenario, en todos los elementos, no solamente en la música. Diseño la puesta en escena, las visuales y un largo etcétera que me hacen seguir ilusionada y estar siempre con energía.

Ha actuado en algunos de los festivales más importantes de España, como el Rototom Sunsplash. ¿En qué punto diría que se encuentra el reggae en estos momentos?

Alrededor del mundo existen miles y seguro millones de personas enamoradas de la música reggae. Hay festivales multitudinarios tanto en España como en Europa con más de 30 ediciones, como es el caso de Summerjam, en Alemania, que tiene una media de 200.000 asistentes durante los siete días que dura el evento, o el Rototom Sunsplash. Hay propuestas más clásicas de reggae hechas por jóvenes, hay propuestas más fusionadas… Hay reggae en español, en portugués, en alemán, en francés y por supuesto en inglés. Existen medios, online mayoritariamente, dedicados a la difusión de esta temática... Hablar de reggae es hablar de música que te hace crecer como individuo por los mensajes que se tratan. Hay lanzamientos de nuevas producciones, giras, incluso, en Canarias tenemos una pequeña escena, artistas diversos, conciertos, festivales... Creo que el momento es bueno.

En este año presentará su nuevo disco Miss Lava y su nuevo espectáculo. ¿Qué va a poder disfrutar el público que se acerque el próximo viernes 8 de septiembre a su concierto en la Plaza del Cristo de La Laguna?

Voy con un show diferente. Por momentos saldré incluso del género reggae, nunca de la música negra. Llevo años trabajando con gran parte del equipo y se nota la sintonía; hemos armado un buen groove. Espero que traspasemos la tarima. Habrá oportunidad para bailar, y bastante. Podrán escuchar algunas canciones de Miss Lava incluso antes de ver el videoclip o escuchar el disco, así que no puedo estar más contenta. Me encantan los retos y este es grande. Nunca se sabe cómo será la reacción del público ante lo nuevo. La expectativa será en ambas direcciones.

Se ha criticado mucho la dificultad de las mujeres para hacerse un hueco en la música y estar en los principales carteles de festivales. Usted lleva más de 20 años en la industria musical. ¿Ha notado o vivido esta discriminación? ¿Le ha costado abrirse un hueco?

Dedicarse a la música es plantearse un trabajo continuo y duro, independientemente de ser mujer u hombre, porque es muy difícil vivir de ella por los altibajos. En mi género, nosotras casi no hemos existido, aunque ahora gracias a esta revolución feminista están apareciendo artistas increíbles que están ganando terreno en la tarimas internacionales. En mi caso, nunca he mirado por el rabillo del ojo sino siempre pa’lante. He ido logrando los objetivos que me he propuesto y he tomado el aprendizaje como salvavidas en nuestra industria. Soy una artista de feedback, me gusta el encuentro con el público aunque he sentido muchas veces que el patio de butacas no quiere un liderazgo femenino y por ello hay que gritar el doble.

Son ya ocho ediciones dirigiendo el Festival Internacional Reggae Can Festival. ¿Qué balance hace?

Lo primero que pienso, y ya con cierta distancia, es que no sé cómo ha sobrevivido a la pandemia. ¡De verdad! Ha sido durísimo. Íbamos con una muy buena trayectoria. 2019 nos dejó con un excelente sabor de boca y de repente todo cayó al piso. No sabíamos ni por donde tirar y solo llegábamos a la sensación de tener que tirar la toalla. Aún así, ahora creo que hemos recuperado aquel momento. Quizás la expectativa es muy alta, pero estamos trabajando duro para que esta edición sea todo un éxito, y así poder dar de una vez un salto, el que merece nuestro público y el trabajo de nuestros artistas.

"Llevo la mitad de mi vida en mi vocación, la música. Aquella niña cumplió su sueño"

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¿Son los canarios amantes de este género musical?

Desde luego que sí. Cada año en Reggae Can Festival hemos podido hablar de una media de 4.000 asistentes. En otras islas como El Hierro, La Gomera y Gran Canaria también se cumplieron las expectativas del público que nos visitó y disfrutó de los conciertos. Sobre todo, hemos recibido el agradecimiento por llevarles nuestra propuesta. No siempre es fácil. Solo queda trabajar duro para consolidarnos y seguir dando respuesta a dichos amantes.

En el programa de este año se incluye a artistas canarios con una gran proyección internacional. ¿Es Canarias cuna de talento reggae?

El urban canario lo está demostrando. Nosotros no lo vamos a negar. ¿Qué pasa? Que nos cuesta dejar las Islas, y desde aquí es difícil establecer comunicaciones profesionales que nos hagan llevar nuestras propuestas artísticas a esos escenarios. Porque no me cabe duda de que funcionarían como tantas otras alrededor del mundo. Nuestro mercado más natural sería el latinoamericano. Imagínese lo que se complica el salto. Ojalá alguno de nuestros artistas lo logre. Abriría la puerta a los demás.

El Festival tiene además un importante carácter social, ya que viene acompañado de un amplio programa paralelo con talleres, charlas sobre los derechos humanos y la sostenibilidad ambiental, proyectos de concienciación sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (OSD) de la Agenda 2030, etcétera. ¿Es el reggae la excusa perfecta para trabajar valores y proyectos a favor de la mujer, la integración y la accesibilidad, o el cuidado al medio ambiente, entre otros?

Un festival como Reggae Can Festival es un lugar de encuentro y ocio al que nosotros a través de nuestro aliado perfecto, el Reggae, hemos convertido en una plataforma a través de la cual difundir valores positivos y despertar conciencias sobre temas sociales y medioambientales. Los mensajes positivos son inherentes a nuestro género de siempre y nuestro público baila y sintoniza muy bien con discursos de rebelión, justicia social, respeto, unidad, y por supuesto, amor. Uno espera que quienes están más alejados de nuestra corriente, conecten con nosotros, se emocionen, y a partir de ahí se abra la puerta para que logremos el calado de nuestra propuesta y de ahí un mundo más sostenible.

Ni siquiera la pandemia del covid acabó con el Reggae Can Festival, ya que se hizo de forma online. ¿Se puede avanzar ya que habrá una novena edición?

Habrá una novena edición y como siempre hago en todo proyecto en el que me involucro, lo llevaremos un paso más allá.

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