Dos mujeres –una supera los 40 años, la otra apenas es una adolescente– conversan de madrugada en una cocina. Una habla de su juventud en los noventa, la otra cuenta sus inquietudes. Ambas quieren resolver una misma pregunta. 'Yo maté a Kurt Cobain' llega este viernes a La Granja gracias al Mapas Fest.

El Mapas Fest trae este viernes día 17 de junio hasta el escenario del Espacio La Granja, situado en los bajos de la santacrucera Casa de la Cultura, una pieza que aúna música y teatro y compila las preocupaciones de dos generaciones. Se trata de Yo maté a Kurt Cobain, escrita por Rosa Escrig en un proyecto nacido al amparo del Laboratorio Canarias Escribe Teatro. La función arrancará a las 20:00 horas.

«Después del confinamiento empecé a hacer los cursos de dramaturgia que proponía Canarias Escribe Teatro y ese fue el germen. Luis O’malley, que es el codirector de Canarias Escribe Teatro, me dijo que me presentara. Fue casi por accidente, y al final mi proyecto salió seleccionado y surgió la oportunidad de escribir el texto tutorizada por el dramaturgo Ángel Solo. Así que fue casual pero surgió algo muy bonito como es este proyecto», explicó. 

Las actrices María de Vigo y Adriana Ubani se ponen en la piel de las protagonistas: una mujer de más de 40 años y una adolescente que pasan las noches charlando. Estarán acompañadas sobre el escenario por Nacho Martín, Ximo Martínez, el guitarrista Enrique Martínez y Mingo Ávila.

«Fue escrito adrede así. Como soy actriz, tenía la necesidad de escribir un personaje para una actriz entre 40 y 50 años porque no es lo habitual. No hay papeles para mujeres de esta edad y casi que me vi en la obligación de escribir el texto con personajes femeninos y en una franja de edad que para mí era muy interesante», aclaró.

Marta, la mayor de los dos personajes, sufre de insomnio. Eso la lleva a pasar las madrugadas en la cocina de su casa charlando con la joven Martita, de 16 años. «Juntas discuten algo que les perturba desde la pubertad: ¿quién a mató a Kurt Cobain?». Escrig, que reconoce que nunca fue seguidora de Nirvana, explicó que este personaje se le antojó el ideal para hablar sobre algo que siempre le ha obsesionado como creadora: la adolescencia. «Tengo una escuela de cine infantil y juvenil y convivo desde hace diez años con público adolescente. Hago muchos talleres de escritura creativa con ellos y empezamos a hacer coescritura. Les planteaba que ellos me contaran sus anécdotas, sus tristezas y alegrías. Ha sido escritura de teatro de investigación. Me nutrí de todas sus historias. Y nada mejor que la figura de Kurt Cobain para hablar de un adolescente frustrado. Sin duda es una figura que narra todo esto».

Sobre lo que dista entre las preocupaciones de los que fueron los adultos en los noventa a las de los chicos y chicas de hoy en día, Escrig asegura que ahora lo llevan mucho peor. «Si ser adolescente ya es jodido, ser adolescente hoy en día es mucho peor», sentenció.