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La salida del Fòrum

Operación retorno del Primavera Sound: ¡peligro, bicitaxis locos!

Los 'rickshaws' con batería hacen diabluras a toda pastilla por el andén central de la Diagonal

Primavera Sound

Primavera Sound. Manu Mitru

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Primavera Sound. Ramón Vendrell

Un vecino de la zona, que madruga mucho por cuestiones laborales, informó de que el gentío por la Diagonal camino de casa, el apartamento turístico, el hotel o el zulo juvenil desde el Primavera Sound era impactante. Había dos motivos para no hacerle demasiado caso: sabido es que lo que pasa cerca de donde vivimos parece más importante de lo que en realidad es y asimismo sabido es que el cruce de madrugada entre quienes están de juerga y quienes van al curro crea fricciones, pregunten en cualquier bar tempranero.

Pero a la vez parecía verosímil que en una edición de récord de asistencia del Primavera Sound en la Diagonal hubiera estampas de masificación nunca vistas. Pincharemos de entrada el globo: no las hubo en la madrugada del sábado. Más o menos como siempre. A diferencia de lo que sucede en las discotecas de la avenida de Just Marlés de Lloret de Mar, o al menos sucedía, no todo el mundo sale a la vez del Primavera Sound.

No obstante, sí hubo aspectos de movilidad dignos de ser consignados entre las 03.00 y las 05.00 horas en los alrededores del Parc del Fòrum. Como la paciencia con que el personal hacía colas descomunales para coger el tranvía, un autobús lanzadera o un taxi en la parada de Josep Pla con Taulat. Y como la determinación con que la mayoría de la gente enfilaba la Diagonal para una larga caminata, ya llegaremos.

Macarrismo circulatorio

O no, igual te descalabran, porque el andén central de la Diagonal era una carrera de bicitaxis locos. En ambos sentidos, con pasaje saliendo del Fòrum y en busca de pasaje hacia el Fòrum, a toda pastilla y pasándose por el forro cualquier norma de circulación en los dos casos. Ni en la más macarra pista de autos de choque se ha visto tanto macarrismo circulatorio. Vale, hay que ganarse la vida y el Primavera Sound es un mina, pero acojonaba caminar en medio de un fuego cruzado y errático de 'rickshaws' con batería, que corren que se las pelan, los artefactos.

¿El precio? Informal y como de droga en época de escasez: 15 "euritos" de casi la plaza de las Glòries a paseo de Sant Joan con Consell de Cent, fue la oferta atracadora.

Cuando en ese trayecto a pie están a punto de atropellarte siete veces, casi te arrepientes de no haber soltado la pasta y pasado el bochorno de ir como pasajero en uno de esos artilugios con ecos y seguramente también realidad chungos.

El metro, como cada viernes, había cerrado a las 02.00 horas.

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