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Música

Así engañó Robe a Satán

El rockero placentino, exlíder de Extremoduro, ha abierto este sábado su gira en Cáceres ante ocho mil espectadores llegados desde medio país | Vuelve a los escenarios muy motivado, entregado y con ganas de contar las verdades de sus letras

Robe esta noche en el Hípico de Cáceres. CARLA GRAW

Robe no tiene temas. Robe tiene himnos. Sus fans son adeptos y sus conciertos auténticos rituales en los que el público se reencuentra con el rock de verdad. Si los Rolling demostraban hace unos días en Madrid que los viejos roqueros nunca mueren, Robe ha dejado claro este sábado en Cáceres que su letra de ‘Jesucristo García’ ("Concreté la fecha de mi muerte con Satán. Le engañé y ahora no hay quien me pare ya los pies") es una verdad como un templo, ese templo en el que se ha convertido el hípico para adorar a un dios colega de la buena música y las letras claras.

Robe Iniesta ha llegado motivado a Cáceres. El de este sábado ha sido el primer concierto de su nueva gira, ‘Ahora es cuando’, con 35 conciertos que ya han agotado entradas en algunas ciudades. Ha saltado pasadas las diez y media a un gran escenario (esperó unos minutos porque la cola seguía fuera) con su tema ‘Del tiempo perdido’. Las ocho mil almas del hípico se han venido arriba. La gente le quiere. Él lo sabe. Se entrega, sobre todo en esta tierra de "tanto puto pantano y bellotas radiactivas". La gente ha coreado sus letras y su nombre: "¡Robe...! ¡Robe...!, ¡Robe...!". Él ha respondido que tenía "muchas ganas de volver". Y los músicos se han contagiado, ese equipazo extremeño formado por Álvaro Rodríguez (piano y hammond), Carlitos Pérez (violín), Alber Fuentes (batería), Woody Amores (guitarra) y David Lerman (bajo).

Una legión de seguidores --de cincuentones a veinteañeros-- ha agradecido desde el principio el buen rollo de Robe, que ha sacado petróleo a su garganta y a su guitarra, y ha pedido a todos que disfruten "del momento". Lo han hecho con los míticos temas de la época de Extremoduro, pero también con los de su último disco, ‘Mayéutica’, y su nuevo single, ‘Ininteligible’, recién salido del horno.

Muchos le siguen allá donde va. Hay quien es capaz incluso de viajar desde Segovia ¡en tren! con tal de no faltar al arranque de gira, como Celia, de 18 años, que a mediodía ya estaba en las puertas del hípico "para conseguir primera fila". O María de Marcos, de 30 años, que ha llegado desde Madrid "porque haga lo que haga Robe, yo le sigo, y tengo entradas para cuatro conciertos más en Madrid, Teruel, Barcelona y Valladolid". También David Quijada, de Riolobos, seguidor "desde niño". Y Alberto y Ángela, que se han hecho 700 kilómetros desde Torrevieja "porque queríamos asegurar por lo menos el primer concierto".

Es lo que tiene Robe, que gusta por su llaneza, impropia de estos tiempos. Pocas horas antes del concierto desveló a ‘El Mundo’ que había sido demandado por la promotora que suspendió dos veces la que iba a ser la última gira de Extremoduro, por decirle cuatro cosas. Su abogado le ha pedido cautela en sus opiniones al respecto..., pero no en el escenario. Este sábado, Robe ha vuelto a vomitar sus verdades, a ser el animal del directo por el que no pasan los años. 

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