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Entrevista

Marky Ramone: "Hacíamos canciones de dos minutos para imitar a los Beatles"

El que fuera batería de los Ramones participa este sábado en el festival Constrast Ibiza con una sesión de dj en sa Punta des Molí en el que seleccionará las canciones que le han marcado la vida

Marc Steven Bell, Marky Ramone.

Marc Steven Bell creció en el seno de una familia trabajadora de Brooklyn cuando, a los 11 años, tuvo una revelación: cuatro tipos melenudos que se hacían llamar los Beatles aparecieron en el show televisivo de Ed Sullivan. El impacto sobre su tierno cerebro fue tal, que desde ese día supo que su vida estaría dedicada enteramente a la música. No le ha ido mal, y ha tenido el privilegio de vivir uno de los momentos más fascinantes de la historia de la música contemporánea, con la eclosión de la escena alternativa en el Lower East Side de New York en los años setenta.

Este sábado pinchará en Ibiza las canciones que forman parte de la banda sonora de su vida. ¿Qué música podremos escuchar? ¿Temas clásicos? ¿Alguna sorpresa?

Sonarán algunas de mis canciones favoritas. Temas que llevo toda la vida escuchando, pero también canciones que harán que la gente baile y se divierta. Me gusta hacer sesiones de dj y ver cómo responde la gente. Puedes abarcar todo el abanico de estilos que hay desde la Motown hasta el punk. Y, evidentemente, también sonarán temas de los Ramones. Seguro que será una gran noche.

Se unió a los Ramones en 1978. ¿Alguna vez imaginó que 44 años más tarde el público continuaría recordando sus canciones?

Entonces era difícil de imaginar. Sabíamos que estábamos haciendo algo distinto, que no sonábamos como las otras bandas del momento. Ha pasado el tiempo y estamos en el Rock n Roll Hall of Fame, conseguimos un Grammy a toda nuestra trayectoria, y hemos influido en bandas como Pearl Jam, U2, Green Day... Canciones como ‘I wanna Be Sedated’ o ‘Rock n Roll Radio’ son más populares que nunca.

En los años setenta, en pleno auge del rock sinfónico, la propuesta sonora de los Ramones se salía de lo común, iba muy contracorriente. ¿Fue algo deliberado?

No estábamos solos en eso. También habían más bandas, como Richard Hell and The Voidoids, con quien también grabé un álbum. Nosotros escuchábamos a los Beatles, a las Ronettes... esas eran nuestras influencias.

Los Ramones tenían un estilo muy reconocible: canciones de dos minutos, sin solos de guitarra ni lucimientos instrumentales superfluos. ¿Cómo dieron con la fórmula?

Fueron las influencias las que marcaron nuestro estilo. Las primeras canciones de los Beatles o de los Who también eran muy cortas, de apenas dos minutos.

Los Ramones tuvieron mucho más éxito en países como España o Argentina que en Estados Unidos. ¿Cómo se lo explica?

¡Ojalá lo supiera! Es un público muy apasionado, y creo que veían en los Ramones a unos tipos muy normales, que vestían con ropa normal y cantaban sobre temas de la vida cotidiana, con los que se podían identificar. En países como España, Italia, Argentina o Brasil, donde se valora la autenticidad, conectamos especialmente. Y, vete a saber, quizás porque Ramones parece un nombre español, ¿quién sabe?

El batería es el tipo que permanece al fondo del escenario mientras los focos están sobre el cantante o el guitarrista. ¿Los baterías tienen un carácter especial? ¿Son una especie aparte?

Un batería es un batería, y ya está. Debes estar siempre en plena forma para poder llevar el ritmo del grupo. Es como ser el capitán de un barco.

¿Con la batería fue un amor a primera vista o es de los que primero quería ser guitarrista? ¿Quién fue su primer ídolo?

Todo empezó cuando vi a los Beatles en el show de Ed Sullivan. Me quedé alucinado. Fue como ver dibujos animados, es algo muy difícil de explicar. Me quedé boquiabierto. Ringo tocaba la batería y en aquel momento supe que yo quería hacer lo mismo. Ringo es mi favorito, aunque no solo está él, por supuesto, también Keith Moon, John Bonham, Mitch Michell, Hail Blane... y la lista sigue y sigue. Pero si te refieres a si tuve un ídolo o un referente, sí, Ringo es el hombre.

Actuar frente al público en un escenario debe ser algo muy complicado. ¿Cuál es el secreto para tocar sin perder el compás delante de miles de personas? ¿Tener confianza en uno mismo?

En primer lugar hay que practicar muchísimo. La práctica lo es todo. Yo lo sigo haciendo, cada semana voy a mi estudio para tocar mi lista de canciones, solo conmigo mismo. Toco las canciones de memoria, sin ningún otro instrumento. También es muy importante cuidar de uno mismo, mantenerse saludable. Si practicas, la confianza en uno mismo llegará. La confianza no te viene de fuera.

Usted y Clem Burke [batería de Blondie, que también participa en el Contrast Ibiza] son símbolos de un momento histórico y cultural muy mitificado: el New York de los años setenta, especialmente la escena cultural del Lower East Side. Usted vivió en primera persona esos años, ¿fueron realmente unos años memorables o hay mucho de mito?

Sí, fue una gran época. The Ramones, Blondie, the Dolls, Dead Boys, Patty Smith y Talking Heads, todos ellos aparecieron a la vez y en el mismo lugar. Bueno, los Dolls llegaron antes, pero entonces tú tenías a Johnny Thunders [exguitarrista de los New York Dolls] con los Hearthbreakers, el album ‘LAMF’ es increíble. Te aseguro que no es un mito, que fue real. Dudo que algo parecido vuelva a suceder de nuevo. Imposible encontrar tantos grupos buenos en el mismo lugar, en el mismo momento. Pero, ya sabes, hay que mirar hacia adelante, no podemos vivir de recuerdos. Los tiempos están cambiando y el hoy y el ahora es el lugar en el que estamos.

¿Está usted muy al corriente de lo que suena ahora en este momento y de lo que circula por redes sociales?

Escucho la música que me gusta, sin importarme si está de moda o no. Respecto a las redes sociales, creo que deberíamos tomarnos un descanso. Demasiada animosidad, demasiado criticar por criticar. No lo entiendo. Que se busquen una vida, que se tomen las cosas con calma y que nos dejen en paz.

Usted es el único superviviente de la formación de los Ramones en la década de los setenta. ¿El estilo de vida que comporta el rock, con sus giras, su caos, es algo duro de llevar?

Lo del rocknroll lifestyle es un mito. Algo de eso hay, evidentemente, pero tú debes ser un buen profesional, como en cualquier otro trabajo. Ser puntual, hacer lo que debes, cumplir tu parte, respetar a los compañeros.

¿Es duro ver como tantos amigos se han quedado por el camino?

Sí, es duro. A nadie le gusta perder a sus amigos, y más en un periodo de tiempo tan corto, como ha sido en este caso. [sus compañeros en la banda, Joey, Dee Dee y Johnny, fallecieron entre los años 2001 y 2004].

En el año 1980 los Ramones trabajaron con el legendario productor Phil Spector. La grabanción de ‘End of a century’ es uno de esos momentos de la historia del rock que ha provocado más leyendas urbanas y rumorología. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Spector y qué hay de real o de falso en todas las historias que se cuentan?

Se ha hablado mucho de esto. Solo puedo decirte que Joey [el cantante de la banda] y yo lo disfrutamos muchísimo. Nosotros éramos fans de las producciones de Spector. Si tú estás pensando en historias truculentas con pistolas y peleas, debo decirte que eso nunca sucedió, y no sé de dónde salieron esos rumores. Nunca pasamos miedo con él, al contrario, disfrutamos todos y cada uno de los momentos que estuvimos a su lado. Era Phil Spector, probablemente el productor más importante de música popular moderna que jamás haya existido.

A lo largo de su vida, usted ha viajado por todo el mundo y ha conocido a muchísima gente muy distinta. ¿Todas estas experiencias le han hecho más sabio o, al contrario, tiene la sensación de que no ha entendido nada de nada? ¿Es posible entender algo de este mundo?

Siempre aprendes algo de los sitios en los que estás. Gracias a la música he podido tocar en Vietnam, Indonesia, Filipinas, Taiwan, Dubai, China... y siempre aprendes algo. Hace pocos años tuve la oportunidad de tocar en un festival muy agradable en la India. ¡El único continente que me queda es la Antártida! La ocasión en la que estuve más cerca de allí fue en un concierto en Ushuaia, Argentina.

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