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Director y narrador de 'Crims'

Carles Porta: "Somos una sociedad que no acepta el fracaso, y la víctima ha fracasado"

El periodista, que acaba de publicar dos nuevos libros, estrena temporada del programa 'Crims' de TV-3 este lunes, 2 (22.05) | Soprendido aún por el fenómeno que rodea al espacio, proyecta el salto a otras cadenas con casos del resto de España

Carles Porta, director y narrador de ’Crims’.

La publicación en 2005 de un libro sobre el caso Tor convirtió a Carles Porta (Vilasana, Lleida, 1963) en el Truman Capote patrio. Pero eso fue solo el comienzo. La irrupción de ‘Crims’, en forma de ‘podcast’, libro y programa de radio o televisión, convertiría en fenómeno su forma de narrar el ‘true crime’. Este lunes 2 de mayo (22.05) regresa a TV-3 con nuevos casos, para poner "llum a la foscor" –lema del programa– y para dar color a la crónica negra. Aunque, asegura, en su paleta no aparecen ni el rojo de la sangre ni el amarillo del sensacionalismo.

-Hace 25 años, cuando comenzó con el crimen de Tor, no podía ni imaginar adónde llegaría.

-No. Es una locura interesantísima y preciosa. Primero fue el '30 minuts' , en 1997, y en 2005 escribí el libro. Y si todo va bien, el año que viene haremos una serie documental sobre Tor. Pero luego llegó 'Crims', que ha tenido una repercusión y un éxito muy sorprendente.

-El 'true crime' está de moda. Pero no todo vale. Eso lo tienen claro.

-Aplicamos las tres erres, que es una manera de trabajar. Rigor informativo, porque partimos del periodismo y todo lo que emitimos o escribimos tiene que estar absolutamente contrastado. Respeto, algo muy importante, por todas las personas de las que hablamos, pero especialmente por las víctimas. Y ritmo narrativo, porque lo que hacemos en explicar una historia de la mejor manera posible y con ritmo. Todo esto define nuestro producto. Después está la mirada.  

-No menos importante.

-Crónica negra –porque 'true crime' es una adaptación americana de ese concepto– ha habido toda la vida. Pero los relatos que hacemos tienen una mirada, un punto particular, que lo hace especial y, sobre todo, transversal. Y eso es por el respeto que tenemos por los hechos, por las víctimas, por el lenguaje, por la historia; huyendo del sensacionalismo, del morbo. Y todo eso nos hace globales. Porque hay 'true crime 'y crónica negra más efímeros o reducidos. No tienen tanto público como nosotros. La suma de todo eso es lo que ha propiciado tanto éxito. 

-Sus historias parten de un gran 'spóiler', sin embargo enganchan.

-La construcción narrativa que hacemos desde True Crime Factory y Goroka tiene una factura tan bonita, tan cinematográfica, que el gran lujo es verlo. La gente se queda aunque saben cómo acabará, porque les interesa la narración. El talento de un equipo, la intensidad, la pasión, el respeto hacen que sea un producto de altísimo nivel mundial.

-Pese a ese respeto para con las víctimas, se han encontrado con la oposición de una familia.

-Una de 200 capítulos. Y no habíamos hecho aún el programa. Y no lo acabamos haciendo. La cuestión es: si quieres discreción hacia tu caso, y vas y lo publicas en Twitter, ¿quieres discreción o protagonismo? En cambio, si llamas a quien hace el programa, quizá en dos minutos se acabel a historia. Nosotros no buscamos el permiso de las familias, porque legalmente no lo necesitamos, pero sí su complicidad. Y llamamos a los abogados, a las familias, pero cuando podemos. Y este señor salió a hacer un tuit. Quéjate si hemos hecho el caso, no antes. 

-Otras familias, en cambio, lo agradecen. 

-La inmensa mayoría. Para que se sepa la maldad que ha hecho el asesino, y sobre todo, porque socializan su dolor. Se sienten acompañados . Por eso cada vez en más capítulos tenemos a familiares directos de las víctimas. Porque somos una sociedad que tenemos muy poco en cuenta a las víctimas, las miramos mal. La chica que va en minifalda y acaba de ser violada es la que va mal por la calle, es la que se siente culpable. Cuando es la víctima. Es algo que no sabemos asumir como sociedad. Nosotros explicamos lo mucho que han sufrido. O ellos, en primera persona. Y se sienten acompañados. Todos los que participan se van muy satisfechos, porque se han quitado ese pesar. No digo que hagamos terapia, eso lo hacen los especialistas, pero hallan a alguien que les escucha y explica con respeto esos hechos y ese dolor.

-Si un trastornado entra en un instituto, es él quien pasa a la historia con nombre y apellidos. Las víctimas quedan en segundo plano. 

-No aceptamos ni la víctima ni el fracaso. Siempre nos acercamos al éxito. Y una víctima ha fracasado. Nos haría mejores como sociedad ayudarla a salir de su agujero. 

-'Crims' estrena temporada. Vuelven a poner "llum a la foscor" y dar color a la crónica negra.

-Pero sin utilizar el rojo de la sangre ni el amarillo del sensacionalismo. Esta tercera temporada son ocho capítulos con nombres de los protagonistas: Kevin, Isidre, Marina, Manoli, Sònia, Iaia Anita y la Noia de Port Bou, un caso que, 30 años después, tiene un giro espectacular. 

-Kevin es el caso más internacional, aunque pase en Barcelona.

-Los protagonistas eran colombianos, pero el secuestro fue en Barcelona. Lo escogimos por su fuerza narrativa. Es un caso de mucha intensidad y un 'thriller' muy puro.

-Hay un caso de transobia.

-Sí, el de Sonia Rescalvo, considerado el primer crimen transfóbico de España. Nos llamó la atención porque ayudó a visibilizar los colectivos LGTBI en un momento en que en Barcelona quería limpiar las calles y eran considerados gente de segunda categoría. Y por la investigación, que no fue fácil y fue interesante ver cómo se llegó a los culpables. Tiene un componente de justicia social cara a los colectivos LGTBI y de esfuerzo investigador. 

-Ahora que está en debate la ley trans y que hay un repunte de la transfobia, es un buen momento para recordarlo.

-El capítulo de Sonia retrata un momento, en 1991, que parece muy lejano, pero desgraciadamente vemos ejemplos constantes hoy, siglo XXI, 2022. Ese caso parecerá demasiado actual. Y eso es muy triste. Se lo dedicaremos a José Martí Gómez. Porque él escribió mucho sobre aquella historia y le tenemos como referente de buen periodismo y de la crónica negra. 

-En uno de los casos hay humor. ¿Cabe en este tipo de relatos?

-A ver. Es un caso que tiene connotaciones de Fargo, porque la víctima tiene una mala suerte enorme. Todo le pasa a él. Y, eso, en un entorno como Vilafan... Además, luego está cómo fue la investigación. Hay un punto de humor negro, de ironía o sarcasmo, como en la vida.

-Ha triunfado mucho en Sant Jordi con sus dos nuevos libros: "Crims: Llum a la foscor' y 'Crims: Tot el que llegireu és real'.

-He firmado un disparate. Estoy supercontento y agradecido. La gente es superamable. Se ha creado un fenómeno entorno a 'Crims' que es una pasada. Y he encontrado a gente a la que a través de los libros, la tele y, sobre todo, los 'podcasts', les hemos acompañado mucho. Y gente que está aprendiendo catalán gracias a 'Crims'. Decenas. 

-Hace más que cualquier campaña lingüística.

-Lo único que hago, con mi equipo, es las cosas bien hechas. Pero, por mi forma de hablar de Lleida y la temática, a la gente le llega. Entre todos –Catalunya Ràdio, TV-3, las editoriales– hemos creado un equipo muy interesante. La de familias que dicen que es lo único que ven juntos en la tele. Y jóvenes que no leen nunca libros, leen estos. Eso es muy bonito. Y estamos hablando de crímenes. Si no fuéramos respetuosos, si hubiera morbo, seríamos minoritarios. Y en cambio somos muy generalistas y tenemos una transversalidad en edades, territorios y estatus social que es increíble.

-Tras saltar a Movistar Plus+, ¿harán casos del resto de España? 

-En eso estamos. Negociando. Somos catalanes, hemos nacido y crecido aquí, pero no nos cerramos en absoluto a hacer casos españoles. De hecho, tengo un' podcast' en Amazon Audible, '¿Por qué matamos?', en castellano. Y ahora estamos negociando con Movistar, pero también Amazon está interesada y otras cadenas, y quizá demos el salto a hacer casos españoles.

-¿De otros países, por ahora no?

-Vayamos poco a poco. Porque no damos a basto. Cada capítulo supone un año o medio o dos de investigación antes de decidir hacerlo.

-Gila decía en uno de sus monólogos: "La guerra tiene una ventaja, te hinchas a matar y la policía ni mu". ¿La guerra da rienda suelta a mucho psicópata?

-La guerra es la industrialización del mal. Hay carta blanca para matar. Lo raro es no hacerlo. En las historias de la guerra ha trascendido el que ha podido matar y no lo ha hecho. Eso es algo tremendo.  

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