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Viaje a la casa familiar de los Alberti

Marina, la nieta del recordado poeta de la generación del 27 que vive actualmente en Tenerife, rueda un cortometraje sobre su familia en Cuba de la mano de El Viaje Films

Rodaje de la cinta de Marina Alberti. E. D.

Marina Alberti ha vuelto a Cuba, a la casa familiar donde reside su madre, para rodar su primer cortometraje: Aitana._La producción lleva el nombre de su madre y de su propia hija, nacida en Tenerife hace apenas unos meses. La figura de sus abuelos, Rafael y_María Teresa –también una importante escritora–, planea sobre una producción que llega con el sello tinerfeño de la productora El Viaje Films.


«Hace años que quiero hacer un cortometraje que relate una historia sobre la narrativa de la memoria y su construcción». Son palabras de Marina Alberti, nieta de Rafael Alberti y María Teresa León, hija de Aitana y hermana de Altea. Es una familia marcada, además de por el impulso creativo, por los exilios y las despedidas. Ahora, y de la mano de la productora tinerfeña El Viaje Films, Alberti se encuentra en pleno rodaje en Cuba, en su casa familiar y acompañada por parte de su familia. «La casa Pleamar es la única que permanece en la familia, es donde nos criamos mi hermana y yo, y es donde vivo con mi madre desde hace 38 años. Las casas siempre han sido importantes para mis abuelos y mi madre, eran espacios protegidos para poder escribir, les daban nombres y luego las dejaban en su largo periplo que duró 37 años de exilio. Pleamar, desde hace casi cuatro década, es el epicentro de la memoria de mi madre y de la familia», explica la directora y guionista sobre el lugar escogido para el rodaje, que se convierte en un personaje más de esta cinta.

El proyecto, titulado Aitana, comenzó a filmarse antes de la pandemia pero acaba de retomarse en Cuba. Inmersos por completo en la tarea de acabarla, todavía no hay fecha concreta de estreno para un proyecto en el que también participan el productor tinerfeño José Alayón, pareja de Marina, y Helena Girón en las funciones de productora ejecutiva.

«De alguna forma confluyen en esta obra muchas de las mujeres de la familia»

«Mis abuelos son fundamentales, sobre todo mi abuela a la que no tuve la oportunidad de conocer. El momento histórico que vivieron y la actitud que tuvieron ante él determinaron la vida de nosotras», reconoce. «Pensé que el relato fuera sobre mi abuela, posteriormente me di cuenta que mi madre –Aitana– era mi enigma a resolver. Andando el tiempo, junto a mi compañero de trabajo y vida José Alayón, hemos sido padres de una niña nacida en Tenerife a la que hemos nombrado como su abuela, Aitana. No veíamos el momento de que se conocieran abuela y nieta, así que decidimos incorporar este encuentro en el relato. También nos acompaña Camila, la madre de José, que nos ayuda en funciones de producción. De alguna forma confluyen en esta obra muchas de las mujeres de la familia».

Un detalle del rodaje. E. D.

Alberti ha escogido para esta, su ópera prima, el formato de cortometraje por ofrecerle «la estructura perfecta para hacer una frase concisa». «El sustrato es autobiográfico, la sensación tiene que ser como de alguien que mira momentáneamente por una ventana», adelanta sobre el ambiente de la producción.

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