eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Arte

Cuando el arte cambia a cada instante

El artista Ayoze Jiménez interviene las paredes de la Sala de Arte Contemporáneo (SAC) con su reflexión sobre el efecto de la sobreinformación, ‘Ya no me duele’

Ayoze Jiménez trabajando en su propuesta. Carsten W. Lauritsen

Pintar retazos de una tragedia, muro tras muro, hasta llenar por completo las paredes de la Sala de Arte Contemporáneo (SAC) con el testimonio del viaje migratorio entre África y Canarias. Todo ese esfuerzo para después cubrirlo con pintura para taparlo. Serán dos meses de trabajo en los que el público será testigo, en directo, de la intervención artística de Ayoze Jiménez: ‘Ya no me duele’.

El pasado sábado, el artista Ayoze Jiménez (Las Palmas de Gran Canaria, 19789) inauguró la muestra Ya no me duele. Estará abierta en la Sala de Arte Contemporáneo (SAC) que el Gobierno de Canarias gestiona en los bajos de la Casa de la Cultura de la capital tinerfeña hasta el próximo 3 de junio. Sin embargo, aquel amante del arte que la haya visitado ya no habrá visto lo mismo que verán los que acudan a disfrutarla la semana que viene, por ejemplo. Porque Ya no me duele es un propuesta de intervención que cambiará a cada instante y en la que disfrutar del trabajo del artista in situ será otra razón más para acudir a verla.

El horario de este espacio cultural se extiende de lunes a viernes de 11:00 a 14:00 horas . Por la tarde, las visitas pueden realizarse entre las 17:00 y las 20:00 horas. Los sábados, domingos y días festivos permanecerá cerrada. El proyecto de Jiménez se centra en la forma en la que las noticias, sobre todo las malas, afectan a los espectadores. «Yo voy a estar pintando durante casi todo el transcurso de la exposición», explicó el artista. 

Son –en total– ocho murales, tantos como paredes hay en esa sala. Un trabajo ingente. «Es un diseño de muchas fotos que he cogido en internet. Muchas de ellas tienen, claro, derechos de autor. Lo que yo he hecho es fragmentarlas, seleccionar y quitar personajes para construir un supuesto viaje en patera. Desde el mar hasta su llegada a la costa, en el muelle luego, en tierra y para ver todas las pateras amontonadas, como sus sueños e ilusiones», detalló.

Jiménez pintará todos los murales en rojo y después los cubrirá con distintos colores. «Toda la información que nos llega, dramática y constante, me ha hecho gestionar las tragedias. La primera patera llegó en 1994 y sigue pasando lo mismo, el problema va a más pero la información no ha sido útil.Nadie está haciendo nada salvo hacernos sentir mal a todos», explicó. «Mi intención es focalizar, de una forma o de otra, en cómo entra la información –que sería el mural rojo– y cómo empiezo a borrarlo, que es la gestión de mi cabeza», añadió. 

Jiménez ha desarrollado este proyecto antes en otras salas como la del Cabrera Pinto, en La Laguna, o en la sala Pepe Dámaso de Las Palmas de Gran Canaria. «Era mucho más pequeño en ambos casos. Presenté este proyecto en esta sala porque había venido a ver las exposiciones y me encantaba». Esta intervención es, por tanto, específica para esta sala, ideada para las medidas de cada una de sus paredes. «La primera vez que hice este proyecto, aluciné. Pese a tener que taparlo luego. Es un trabajo de conciencia, cuando vi el efecto una vez tapado me gustó mucho más», añadió. No obstante, esa pintura de colores aplicada sobre los impresionantes murales será una especie de «veladura» que simplemente atenuará la imagen, la difuminará.

Compartir el artículo

stats