Dos años han hecho falta para que el público canario y nacional reciba la nueva gira de Escenas de la vida conyugal con un Ricardo Darín y Andrea Pietro en estado de gracia. Ambos, risueños por la oportunidad que supone volver a las tablas, hicieron hincapié en cómo la pandemia y sus tiempos «ha resignificado» esta tragicomedia que adaptó Ingmar Bergman al formato teatral y que bebe de la exitosa miniserie que hizo en 1973 donde trata la cotidianidad que envuelve a una pareja antes y después de su vida compartida. La pieza se representará de hoy al domingo en el Teatro Cuyás de Las Palmas y los días 12, 13, 14 y 15 de abril en el Teatro Guimerá de la capital tinerfeña con la intención de remover los sentires y pensamientos de la audiencia con esta obra «catártica que nos hace morder el polvo y permite hacer una crítica al sistema más que al mismo amor», subrayó Darín. «Estamos en el teatro como si fuera el living de una casa, vibrando con la energía de quienes nos ven», apuntó Andrea Pietra. Además, preguntado por los efectos más inmediatos de este texto, Darín recordó con su tono irónico característico la anécdota de un amigo que acudió a la cita y que, tras visionarla, le dijo «¿por qué me haces esto?».
La obra teatral de Ingmar Bergman se estrena después de dos años paralizada por la pandemia
El drama que se mastica durante el acto modifica a los dos personajes de forma sistemática y, aunque los dos intérpretes coincidieron en que les maravilló la adaptación realizada el año pasado por Jessica Chastain y Oscar Isaac donde la esposa es quien toma la decisión de pedir el divorcio y con ello escenifica el intercambio de sus acciones, decidieron «ser fieles a la historia de Bergman y ni siquiera se nos antojó competir con otros formatos». Pues, como remarcó el actor argentino, «el teatro nos moviliza y es el único espacio donde no se puede destrozar ni sustituir, por ahora, al actor puesto que devuelve a la platea esa energía con la que lo vive, es decir, es vertiginoso y, como siempre digo, peligroso», señaló.
Si bien la rueda de prensa estuvo azuzada por el viento que dio pie a bromear sobre el buen tiempo de Canarias por parte de Darín, fue una ocasión especial para presentar el proyecto en el que llevan trabajando desde hace años y en donde, al mismo tiempo, homenajearon a la actriz mundialmente conocida y directora de este espectáculo Norma Aleandro.
«Norma, además de ser una de las actrices más importantes de Argentina, sigue conservando a la niña que lleva dentro de la gran mujer que es», reconoció Pietra, «además de haber sido compañera mía, me ha dado los mejores consejos para esta actuación que ella ya ha interpretado». Por su parte, Darín lo resumió en la siguiente frase: «Norma es maga». En una de las indicaciones que le dio durante los ensayos advirtió, asombrado, que «caminó hacia mí como si fuera Pietra y tomó exactamente la edad del personaje».
«Nunca estaré a favor de la violencia, pero me parece que supera lo racional», Darín sobre Smith
Will Smith y la bofetada
Por supuesto, el bofetón de Will Smith también resonó durante la rueda de prensa realizada en el Hotel Santa Catalina de la capital grancanaria en un momento donde los estereotipos de género están cuestionados, tal y como lo plantea los roles de Juan y Mariana, los personajes que encarnan.
Darín planteó que «nunca estaré a favor del uso de la violencia, y parece ser una polémica entre ellos que arrastran de hace años [en referencia al triángulo Will Smith, Chris Rock y Jada Pinkett]», a lo que añadió, «quiero rescatar la emoción que le produjo a Will Smith defender la posición de su mujer, aun sometiéndose a todo tipo de críticas».
«Me parece que supera lo racional», continuó el actor argentino, «hubo algo que le hizo levantarse de esa butaca y aplicarle un correctivo, que no una trompada, como un basta ya, hasta donde puede llegar». En cuanto a Pietras, adujo «la burla a nivel internacional de un problema de salud de su mujer» y, aun sin estar justificado, razonó que «fue instintivo y rompió en llanto porque se dio cuenta de todo lo que tiene que aguantar uno por ser una figura pública».
