eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

crítica de cine

Un caballero más oscuro

| el día

A estas alturas de la Historia del Séptimo Arte, suponía un reto arriesgado abordar una nueva película sobre el personaje de Batman. La enorme proliferación de títulos con el hombre murciélago como protagonista, unida a la reciente y aclamada trilogía de Christopher Nolan encabezada por el actor Christian Bale, convertían tal propósito en una empresa difícil. Por ello, asumí con recelo la noticia del presente proyecto. Sin embargo, he de decir que el resultado final es, en términos generales, aceptable e, incluso, destacado en algún aspecto, si bien sigo anclando los tres largometrajes de Nolan en la cúspide de los filmes dedicados al célebre superhéroe de la factoría DC Comics. Su ritmo narrativo, su realización técnica y artística, su elenco y sus interpretaciones, así como la sólida combinación entre humor y acción, convierten a esas tres cintas en líderes indiscutibles, pero la propuesta de The Batman resulta cuando menos novedosa.

Cambia por completo las visiones de sus predecesoras y se sumerge en un universo lúgubre y pesimista en grado sumo. Desde su estética hasta su discurso, la propuesta se torna más siniestra. En este caso, la tristeza y la pesadumbre del héroe enmascarado, a las que se unen la plasmación de la corrupción y de la maldad generalizada, no dan opción a la gracia ni al divertimento ligero. Las tonalidades de la fotografía, la intensidad de la propia acción, las actuaciones de los actores y el contenido del guion se ponen al servicio de una trama oscura, tenebrosa y deprimente. Y en verdad se trata de un giro indispensable ya que, de lo contrario, nos hallaríamos ante una reiteración sin sentido.

Se perciben sin disimulo ciertas influencias externas. Numerosas secuencias recuerdan a Seven, la magnífica obra de David Fincher o, dentro de su mismo género, a Watchmen. Obviamente, la gran obra protagonizada por Brad Pitt y Morgan Freeman se alza muy por encima de The Batman, pero refleja perfectamente el tono que se le ha querido dar a esta propuesta actual.

Entre sus fallos cabe señalar la duración claramente excesiva del metraje, que lastra parte de la tensión e intriga que recibe el espectador. Ese es un error grave que afecta al resto de méritos que pudiera tener el largometraje. Asimismo, determinadas fases del relato avanzan con torpeza y algunos personajes no acaban de perfilarse con acierto. Aun así, y habida cuenta el riesgo asumido, merece cierta consideración por su apuesta visual.

Detrás de la cámara se sitúa Matt Reeves, de quien tuve conocimiento como realizador de la serie televisiva Felicity y que, en su paso a la pantalla grande, se volvió bastante más retorcido, apostando por el terror de Déjame entrar (la versión interpretada por el nominado al Oscar por El poder del perro Kodi Smit-McPhee, y Chloë Grace Moretz) o por la ciencia ficción de La guerra del planeta de los simios y El amanecer del planeta de los simios.

Posee una habilidad incuestionable para el rodaje de escenas que, como vía para subrayar el guion, dotan de la máxima rentabilidad a la escenografía y a la ambientación.

Y es que, aunque parezca una simplificación, el cine mayormente se dedica a contar dos tipos de historias (de amor o de lucha entre el bien y el mal) y en las segundas abundan cada vez más las que recalcan su matiz desesperanzador. Ciertamente, existen pocas razones para ser optimista en este mundo y, por ello, tendemos a evocar a un superhéroe justiciero que castigue a los malvados de un modo rápido e implacable. La novedad de The Batman estriba en que aquí el vengador deambula más deprimido que nunca ante el escaso éxito en su pugna por que triunfe el bien y parece que esa batalla sí se ha perdido.

Da vida al hombre murciélago Robert Pattinson, célebre por la saga de Crepúsculo y con participaciones en otros títulos de interés como Z, la ciudad perdida o El faro. Aunque no desentona como Batman, sí lo hace como Bruce Wayne.

Le acompañan Zöe Kravitz (Mad Max: Furia en la carretera, Divergente), Paul Dano –que acrecienta su lista de perfiles estrambóticos y lunáticos (Looper, Pequeña Miss Sunshine, Prisioneros, Pozos de ambición)–, Colin Farrell (Al encuentro de Mr. Banks, Corrupción en Miami), Jeffrey Wright (Los idus de marzo, Casino Royale, Syriana), Peter Sarsgaard (El caso Fischer, An Education) y John Turturro (Quiz Show, Barton Fink).

Compartir el artículo

stats