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Ellas son sinfónicas

Las intérpretes de la Orquesta Sinfónica de Tenerife hablan

sobre la situación de la mujer en el mundo de la música clásica

Deanna Dee Decker

La presencia femenina en el mundo de la música clásica ha aumentado exponencialmente en las últimas décadas. Pese a que todavía hay, en general, mucho trabajo por hacer en cuanto a la presencia de compositoras y directoras, las profesionales de la Sinfónica de Tenerife valoran los avances conseguidos.

En España, y según datos de la temporada 2018/2019, solo el 5% de los conciertos de música clásica programados están dirigidos por mujeres y tan solo el 23% de los conciertos de solistas fueron interpretados por una mujer. Estos datos fueron presentados ayer por las asociaciones Clásicas y Modernas y Mujeres en la Música, en colaboración con la Fundación SGAE, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer.

El de la música clásica, como otros tantos terrenos, ha sido históricamente un mundo reservado a los hombres. Esto, por suerte, ha ido cambiando desde hace varias décadas. En la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST), la principal formación clásica de la provincia, sus integrantes femeninas se sienten valoradas y disfrutan de las mismas posibilidades de acceso que el resto de sus compañeros. Según los datos del Cabildo de Tenerife, institución de la que depende la orquesta, actualmente hay 28 mujeres y 43 hombres en la OST.

Entre las 28 profesionales femeninas hay 12 que son violinistas y cinco violonchelos

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Aunque la diferencia en número es aún evidente, las profesionales de la Sinfónica valoran por encima de todo sentirse tratadas de forma idéntica a sus compañeros hombres. De las 28 profesionales femeninas de la formación tinerfeña, 12 lo hacen entre los violines, cinco entre los violonchelos, tres en las violas, dos tocan la flauta y una en contrabajo, oboe, arpa, trombón, trompa y trompeta, respectivamente.

Este informe presentado ayer en la sede de la SGAE –titulado ¿Dónde están las mujeres en la música sinfónica? Composición. Dirección. Solistas– recoge otros datos sobre la formación tinerfeña y otras 22 orquestas españolas, aunque hay que precisar nuevamente que incluye datos recabados antes de la pandemia. De los 19 programas realizados por la OST en la temporada 2018/2019, el 100% se dedicaron a compositores masculinos. En cuanto a los directores, solo el 20% fueron mujeres (2 directoras frente a 8 directores). De total de solistas invitados a tocar con la formación tinerfeña, solo 4 fueron mujeres (frente a siete solistas masculinos). Este es el segundo estudio de este tipo que se realiza en España. El primero fue sobre los datos de la temporada 2016/2017.

Deanna Dee Decker

Trombón Solista

«Durante mucho tiempo en la Sinfónica fuimos tres mujeres solistas en metales y eso no es habitual»

Deanna Dee Decker es Trombón Solista de la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST). Natural de Oregón, en Estados Unidos, se presentó a unas pruebas en Nueva York para ingresar en la formación sinfónica sin saber siquiera dónde estaba exactamente Tenerife. Eso fue en 1989. «Fui porque no había muchas oportunidades de este tipo pensando que podría pasar aquí un tiempo y aprender el idioma», recuerda divertida. De eso hace ya más de 30 años y ahora considera a la Isla su «verdadero hogar, me encanta Canarias». Decker asegura sentirse afortunada por el trato que, como mujer, ha recibido desde que empezó a estudiar música. «Me siento muy afortunada, en aquella época sí que había problemas para acceder a una orquesta por ser mujer pero eso en Tenerife nunca lo he visto», asegura. Además, explica con orgullo cómo durante mucho tiempo los tres solistas de los metales en la Sinfónica fueron mujeres. «Durante años fuimos tres mujeres en trompeta, trombón y trompa, respectivamente, y a muchos directores les sorprendía cuando venían», recordó. De hecho, en la foto que aparece sobre estas líneas posa con su compañera Inés González (izq.). «Los mejores músicos, sean hombres o mujeres, son los que desarrollan su parte masculina y femenina».

Esther Alfonso Da Costa Almudena Cruz

Esther Alfonso Da Costa

Viola Tutti

«Como en cualquier colectivo profesional, la figura de la mujer en este campo estuvo censurada»

Alfonso da Costa es Viola Tutti e ingresó en la Sinfónica de Tenerife en 2005. «Como en cualquier colectivo profesional la figura de la mujer en este campo estuvo censurada muchísimo tiempo. Hoy por hoy ya es una situación normalizada, sin mayor o menor conflicto que lo diferencie en particular de otros sectores», reflexiona sobre la situación actual de la mujer en el mundo de la música clásica. Da Costa, como sus dos compañeras, asegura haberse sentido tratada con justicia y equidad a lo largo de toda su carrera. «Sinceramente, por lo que a mí respecta nunca supuso ningún problema ser mujer», celebra. La intérprete considera que sí que existen diferencias en las formas de afrontar una partitura según el músico sea hombre o mujer, pero todos con idéntica destreza y profesionalidad. «Eso es inevitable. La música que hacemos está ligada a nuestro ser más íntimo, con nuestras características propias, de cada uno de los componentes. Es sabido que hombre y mujer respondemos con matices diferentes, sensorialmente hablando a diferentes estímulos. Tal es la naturaleza, sin entrar en diferenciaciones más allá de cualquier especulación subjetiva. Ya si hablamos de música, me parece enriquecedor por ambas partes», concluye.

Johanna Kegel Zamora Almudena Cruz

Johanna Kegel Zamora

Violonchelo Tutti

«Cada vez existen más directoras o compositoras cuyos nombres ocupan un espacio importante»

«En la Sinfónica de Tenerife existe un alto porcentaje de mujeres, muchas de ellas ocupando puestos de responsabilidad y nuestra relación es muy buena; especialmente porque la mayoría llevamos muchos años trabajando juntas». Con estas palabras resume Johanna Kegel Zamora, Violonchelo Tutti en la Sinfónica desde hace 25 años, el buen ambiente que reina en la formación insular. «Nunca me he sentido discriminada por el hecho de ser mujer, ni durante la carrera ni a la hora de obtener una plaza en la orquesta. A lo largo de nuestra trayectoria profesional pasamos por diversos procesos selectivos, tanto para entrar en una escuela o conservatorio como para trabajar en una orquesta, y en mi experiencia jamás he percibido ningún tipo de exclusión por cuestión de género», añade. Lo que sí que considera importante es continuar trabajando en feminizar una profesión tradicionalmente vetada a las mujeres, por mucho que esto haya ido cambiando en las últimas décadas. «Es absolutamente necesario, como ocurre en muchos ámbitos de la sociedad. Creo que estamos en ese proceso y, afortunadamente, cada vez existen más mujeres directoras o compositoras cuyos nombres ocupan un importante espacio dentro de la música clásica».

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