ARCO echa este domingo el cierre de su 41 edición con buenas ventas para las galerías, un total de 75.000 visitantes -de los que 30.000 son profesionales- y la sensación de que ha conseguido sortear lo peor de la crisis sanitaria. “Es un muy buen número, una recuperación clarísima”, según Maribel López, directora de la feria.

Una edición de éxito

ARCO, en la que este año han participado 185 galerías de 30 países durante cinco días, sube en asistencia respecto a la edición del año pasado -solo tuvo 50,000 asistentes-. Aquella fue una edición más pequeña y trasladada al verano por la pandemia.

Las cifras de este año están todavía lejos de los casi 100.000 visitantes de niveles prepandemia, pero los organizadores de la feria están muy contentos con la calidad de la propuesta y el desarrollo de la cita.

"Las galerías se han sentido seguras, han arriesgado y las ventas han sido exitosas"

“Hemos cumplido con los objetivos que teníamos, las galerías se han sentido seguras, han arriesgado y las ventas han sido exitosas. Es una edición que ha devuelto todo lo que le pedíamos”, ha explicado a Efe Maribel López.

Tanto la pandemia como la invasión de ucraniana, que estalló nada más comenzar la feria, no han afectado a la cita ni ha generado bajas de último momento en profesionales y coleccionistas, que este año han ascendido a 360 personas de todo el mundo.

La feria abrió sus puertas el miércoles con muchas expectativas y con la “idea de reencuentro” con el público tradicional. Han sido cinco jornadas en los que la feria ha conmemorado su aniversario 40+1 y ha ofrecido lo mejor de las últimas tendencias de las artes visuales.

La feria siente que ha dejado atrás la incertidumbre generada por la pandemia. “Hemos aprendido a convivir con seguridad y a no dejar de hacer nuestra pasión. Sabemos como protegernos y relacionarnos, hemos aprendido a movernos en esta situación”, ha dicho Maribel.

Buenas ventas

Numerosas colecciones privadas han acudido a ARCO para engrosar sus colecciones, ha sido el caso de Helga de Alvear que ha adquirido obras de Mario Merz o Inés Medina; TBA21, la Fundación de Francesca Thyssen, que ha adquirido piezas de Tomás Saraceno o la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, que ha comprado obra de Antoni Tàpies.

Las sensaciones son desiguales entre los galeristas, aunque la directora asegura que “la media es que a todo el mundo le ha ido bien”, señala.

La obra más polémica, “Cerrar para abrir” de la peruana Wynnie Mendoza -de nombres artístico Wynnie Mynerva-, no ha sido vendida, pero la galería se muestra contenta con la repercusión y la recepción de la obra.

La propuesta incluye entre otras piezas un vídeo de la operación a la que se sometió la artista para cerrar casi al completo su vagina.

Varias personas visitan ARCO. MARISCAL

La pieza ha generado mucho interés entre comisarios y críticos de arte que se han acercado al estand para hablar con ella, ha dicho a Efe Mafe Márquez, responsable de la galería Ginsberg, donde se expone la obra.

ARCO 2023: Mediterráneo

ARCO abrirá de nuevo sus puertas del 22 al 26 de febrero de 2023 con el Mediterráneo como proyecto central. Estará comisariada por la griega Marina Fokidis, con el apoyo de la artista Bouchra Khalili y la comisaria Hila Peleg.

¿Por qué el Mediterráneo? “Primero surgió la idea de pensar en territorios y no en un país concreto. En estos dos años he pensado mucho y es algo que creo queda en otro plano de la historia -explica-. Quiero pensar en ARCO como una feria que piensa en el sur, hay muchas conexiones históricas que no hemos estado mirando”.

La feria invitará a artistas y a galerías relacionados con el Mediterráneo pero también contará con un acercamiento más interdisciplinar al tema, que desde luego, será novedoso. Además de las artes visuales, la feria explorará las conexiones de la cultura mediterránea a través de la poesía, las literatura o la filosofía.