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Cómic

Memoria gráfica de una esclava sexual del Ejército japonés

La dibujante coreana Keum Suk Gendry-Kim rescata en el cómic 'Hierba' la vida de una de las jóvenes de su país raptadas y obligadas por Japón a prostituirse como "mujeres de consuelo" de sus soldados durante la Segunda Guerra Mundial

'Hierba'.

Tenía 16 años cuando Lee Ok-Sun fue raptada en 1942 y llevada desde su Corea natal a una base aérea en ChinaEl Ejército japonés la mantuvo encerrada hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial obligándola a ser una "mujer de consuelo" para sus tropas. Perverso eufemismo para decir que la convirtió, junto a muchas de sus compatriotas, en esclava sexual, condenada a ser violada sistemáticamente y prostituida a diario, llegando a pasar por las manos de 30 o 40 soldados los fines de semana. "Para ella esos tres años fueron un tiempo de muerte. Creo que sintió que su espíritu murió allí. Recalcaba que los soldados la tomaban en contra de su voluntad. No tenía forma de escapar e hizo lo que pudo para sobrevivir cada día. Y en Corea decimos que sobrevivir no es vivir. Yo, como mujer, no puedo ni imaginar cómo pudo ser vivir experiencias tan dolorosas. Aquellas mujeres tuvieron que convivir con sus heridas y traumas", explica por videoconferencia la dibujante coreana Keum Suk Gendry-Kim, que relató las vivencias que le contó una Lee Ok-Sun ya anciana en las casi 500 páginas del multipremiado cómic ‘Hierba’ (Reservoir Books), traducido a 14 idiomas. 

Viñeta de 'Hierba'. KEUM SUK GENDRY-KIM

Antes de caer en manos japonesas, Lee Ok-Sun había tenido una infancia dura. De familia muy pobre, su madre no la dejó ir al colegio, algo que anhelaba, y debía cuidar de sus hermanos menores hasta que sus padres la vendieron a la primera de varias familias adoptivas que la tenían como criada. Gendry-Kim la entrevistó en la llamada Casa del compartir, residencia para antiguas esclavas sexuales. Allí aparecen las dos en muchas de las viñetas, para dar fe de la realidad de su testimonio sobre un episodio vergonzoso de la historia de Japón, país que aún no ha ofrecido, según la autora, "ninguna disculpa sincera a las víctimas". 

Desde que en 1991 la primera de ellas contó públicamente su experiencia, el Gobierno nipón, señala, solo ha admitido que se las reclutó a la fuerza y les ofreció en 2015 una indemnización económica. "Pero para ellas, eso no es importante porque con ello no les podían comprar la juventud. Las que aún viven tienen 80 o 90 años y las heridas que les hicieron con 15 o 20 siguen grabadas en su mente. Solo quieren recuperar el honor y la dignidad como seres humanos".  

Lee Ok-Sun, ya anciana, víctima de la esclavitud sexual del Ejército japonés, junto a la dibujante Keum Suk Gendry-Kim.

En ‘Hierba’, Gendry-Kim, que ya había hecho un cómic corto sobre las "mujeres de consuelo" y colaborado con un cineasta que preparaba una película del tema, no ofrece una mirada sobre "el problema entre Corea y Japón ni suscita odio hacia los japoneses culpabilizándolos de ello, sino que trata sobre las mujeres y el sistema patriarcal y las discriminaciones de clase social". Al acabar la guerra, sus propias familias y la sociedad misma las repudiaron y les negaron ayuda, estigmatizándolas. "A la gente le interesan las historias de las víctimas de esclavitud sexual en tiempos de guerra. Pero yo considero importante mostrar el contexto social en que nacieron, en por qué Japón creó esas Estaciones de consuelo y reclutaron a la fuerza a mujeres manteniéndolas bajo control del Ejérccito. La raíz del problema es el sistema patriarcal de la época, donde las mujeres antes de casarse debían encargarse de los padres y hermanos menores y, tras el matrimonio, cuidar al marido y los suegros. Además la virginidad era un valor importante: si la mujer la había perdido, aunque fuera porque la hubieran forzado a servir a los soldados, pensaba que su vida había acabado. Sus familias las consideraban sucias y no querían que las miradas de desdén de la sociedad les perjudicaran". Muchas de aquellas jóvenes se suicidaron. Lee Ok-Sun pensó en hacerlo, pero "no sabía cómo".

Páginas de 'Hierba'.

La dibujante se documentó extensamente sobre las "mujeres de consuelo" -algunos historiadores calculan que pudieron llegar a ser 400.000 de diversos países, la mayoría coreanas y chinas- y buscó testimonios. Cuando empezó, en 2014, quedaban unas 60 supervivientes; hoy, menos de diez, calcula. Muchas murieron durante la guerra.

"Piedra en el corazón"

Tenía claro que para crear esta obra debía "mantener cierta distancia con la historia real para controlar las emociones", aunque admite que pasó "días difíciles". Sin embargo, a pesar de las cosas dolorosas que le explicaba la anciana, de sus entrevistas con ella salía "con energía, esperanza porque Lee Ok-Sun siempre bromeaba y destilaba optimismo y sentido del humor". "Creo que el hijo que tuvo fue un motor para seguir adelante con su vida. Y a las mujeres de la Casa del compartir les ayudaba el sentirse queridas por jóvenes alumnos y activistas que las visitaban para escucharlas". Tras la guerra, muchas silenciaron lo que les pasó. "Pero una, la primera que dio testimonio de ello, decía que contarlo le quitó una piedra de su corazón y la ayudó a superarlo".

Páginas de 'Hierba'. KEUM SUK GENDRY-KIM

Licenciada en Bellas Artes en Seúl y formada en Estrasburgo, Gendry-Kim vivió 17 años en Francia, fascinada por los impresionistas y por un Picasso que fue a París muy joven. Allí, tras dedicarse a la traducción de cómics coreanos al francés y descubrir que estos, "con pluma y papel", eran un "método fabuloso para expresar en dibujos lo que quería contar", publicó sus primeros títulos. El próximo en llegar a España, ‘La espera’, sobre una familia separada durante la Guerra de Corea.

Sin escenas explícitas de violencia

En ‘Hierba’ no hay escenas explícitas de violencia. "Otros habrían mostrado probablemente escenas de masacres y violaciones, pero para mí, eso sería como una segunda agresión a los cuerpos de las mujeres y sería hacérselo revivir -opina-. En la historia corta que hice sobre el tema dibujé una mujer violada sin ropa, pero me arrepentí. Como Lee Ok-Sun me contó cuánto echaba de menos su pueblo natal, sus montañas y ríos…, decidí sustituir las escenas de violencia por la naturaleza, el cielo, las nubes. Es una metáfora". Porque la maldad se funde en negro.  

'Hierba'

Keum Suk Gendry-Kim  

 Reservoir Books

Traducción:  Joo Hasun

 488 páginas. 23,90 euros

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