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Y si el 23-F hubiera triunfado...

El escritor burgalés Leandro Pérez reinterpreta su visión de España tras ficcionar el exitoso golpe de Estado de Antonio Tejero

Y si el 23-F hubiera triunfado...

Tal día como ayer, a las 18:23 horas del año 1981, el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero entró a la fuerza en el Congreso de los Diputados de Madrid con la intención de dar un golpe de Estado. Hubo tiros, pero ninguno mortal como los que relata el periodista y escritor burgalés Leandro Pérez en las primeras páginas de La última noche de Libertad Guerra (Planeta). El autor de Las cuatro torres, La sirena de Gibraltar y Kolia tira de mucha imaginación, lo que él llama la «cuarta España», para endosarle a Tejero los asesinatos del expresidente Adolfo Suárez, y de Antonio Carrillo, presidente del Partido Comunista de España. Esta fantasiosa victoria de las fuerzas que añoran otra realidad se completa con la muerte violenta de Juan Carlos I el Breve, durante el asalto de efectivos de la División Acorazada Brunete al Palacio de la Zarzuela.

«Esta no es una novela histórica atada a los sucesos que acontecieron hace 21 años», aclara Leandro Pérez, «aunque sí que le doy una vuelta a la historia para construir un ficción en una España en la que triunfa el golpe de Estado», avanza en relación a una trama protagonizada por una joven periodista [Libertad Guerra, 21 años], que en medio de la efervescencia originada por la Movida Madrileña se enfrenta a la desaparición de un actor vasco [Imanol Zubizarreta]. No hace falta ser un lince para identificar en este periodo tan convulso el alto protagonismo que el novelista le concede a los cuerpos policiales y a la cúpula castrense.

La «cuarta España»

Pérez asegura que los capítulos de La última noche de Libertad Guerra han madurado sin hacer demasiado caso a las ideologías: «Escribiendo esta novela no he mirado para Vox, ni a otro partido político», afirma sin querer establecer un paralelismo con lo que está sucediendo dos décadas más tarde. «Es un thriller con el trasfondo de un relato de amor», avisa para que los nostálgicos del 23-F no se sientan decepcionados por una trama que «va en otra dirección».

El escritor no tiene claro si hoy estaríamos en la misma situación –con los afiliados de Vox ganando cada vez más terreno desde la derecha del ala derecha–, pero eso no significa tener que renunciar a los anclajes de la imaginación: en este caso, por ejemplo, suministra datos a sus lectores que tienen que ver con el atentado que sufre Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro (Roma), la muerte de Bob Marley, los preparativos del Mundial de Fútbol de España o los aires de libertad de la década de los 80.

«¿Qué hubiera pasado si Tejero triunfa?... Esa es una pregunta que no sé responder. Quiero suponer que la Europa que nos cobija hubiera reaccionado la semana que siguió al golpe, un mes después o al cumplirse un año», enumera.

Uno de los grandes «beneficios» que le proporciona el mundo de la literatura a este veterano profesional de la comunicación es ver cómo los personajes se mueven de un lado a otro arrastrando con sus movimientos a los lectores. «Eso es algo que no te da el periodismo. En una redacción sientes la adrenalina de la realidad que se deforma a tu alrededor, pero cuando te metes a escribir una novela, eres tú el que maneja las mentiras y las verdades... Yo fantaseo, escribo y los lectores son los que tienen que sacar las conclusiones».

Leandro Pérez confiesa que su yo literario suele tomar distancia con respecto al periodista que fue. «No quiero decir que ya esté en esa fase de retirada del periodismo, pero escribir una buena historia me atrae mucho más que pasar el día en una redacción», aclara sin obviar que «a pesar de los síntomas de precariedad que se aprecian en este oficio, estamos en un buen ciclo para ejercer este oficio. La actualidad se ha instalado en la calle gracias a la crisis sanitaria y el trabajo que han desarrollado casi todos los medios ha sido de una utilidad extraordinaria para los ciudadanos», exalta en un instante de la conversación en la que retoma el hilo principal de La última noche de Libertad Guerra. «Buscar a una persona querida en medio de una tormenta social tan compleja como la que describo en estas páginas ha sido una gran aventura», concluye Leandro Pérez.

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