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Mallorca

Saquean dos yacimientos en la Serra de Tramuntana con la ayuda de un detector de metales

El arqueólogo Pere Rullán ha denunciado ante la Guardia Civil los hechos, ocurridos en una zona que fue excavada por el célebre William Waldren

Talaiot del Dimoni, excavado por William Waldren.

El arqueólogo Pere Rullán acaba de poner en conocimiento de la Guardia Civil dos casos de presunto expolio que han tenido lugar estas dos últimas semanas en dos yacimientos de la Serra de Tramuntana. En concreto, los espacios afectados son Son Antiquet, en Esporles, y el Talaiot de Son Ferrandell (más conocido como del Dimoni), en Valldemossa, este último declarado monumento y excavado por el célebre arqueólogo William Waldren.

El hallazgo del destrozo ocurrió por casualidad, durante una visita con unos amigos al yacimiento de Son Ferrandell-Son Oleza, en Valldemossa. "Alrededor del talaiot se veían una serie de agujeros que nos hicieron sospechar de un expolio realizado con la ayuda de un detector de metales. A primera vista, debimos localizar unas 12 perforaciones", comenta el también investigador, quien tras la visita ya se marchó a casa con la mosca detrás de la oreja. "Tampoco era claro que fuera un expolio, pero sí era un indicio", apunta. 

El sábado pasado sus dudas se disiparon por completo. "En una finca de mis padres, en Son Antiquet, que está en Esporles, vi aquellos mismos agujeros que había visto en Valldemossa. Allí hay un yacimiento de ocupación talayótica hasta la época medieval. Hay restos romanos e islámicos también", señala. En este yacimiento, Rullán llegó a identificar 91 agujeros excavados. "Los hay de entre 5 y 30 centímetros de profundidad. En torno a algunos de ellos, es posible identificar fragmentos de cerámica que debieron desenterrar y ni siquiera se los han llevado porque, si no es una pieza entera, no tienen demasiado valor", explica. "No hay duda de que han empleado un detector de metales, como en Valldemossa. Y es muy posible que hayan extraído monedas, herramientas o cualquier otro objeto metálico", indica. "Si llegaron a hacer 91 agujeros es porque estaban encontrando cosas que les interesaban". 

Un agujero en Son Antiquet rodeado de cerámica. Pere Rullan

Rullán está sorprendido de que los expoliadores hayan llegado hasta Son Antiquet, "un yacimiento que apenas está documentado, no está en las guías. Como está sin excavar, las estructura se ven muy poco y los que estuvieron haciendo los agujeros supieron acercarse perfectamente hasta la zona donde estaban las estructuras".

El arqueólogo, que entregó fotografías a la Guardia Civil, sospecha que el expolio podría haberse producido en otros yacimientos de la zona que tienen poca visibilidad desde la carretera. 

Las penas por expoliar yacimientos pueden ascender a multas económicas muy cuantiosas e incluso pueden acarrear el ingreso en prisión. En Mallorca, el caso más conocido de presunto expolio con detector de metales es el de Rupert Spillmann en el castillo de Santueri, que fue archivado por la justicia.

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