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Comunicación

Una guía para acercarse al ciudadano

Ramón Alemán publica el 'Libro de estilo del Gobierno de Canarias'

Ramón Alemán es el autor del libro de estilo. / El Día

El lenguaje sencillo es el más efectivo. Con esta filosofía, el Gobierno de Canarias acaba de publicar su primer Libro de estilo, realizado por el periodista y lingüísta tinerfeño Ramón Alemán con una tirada inicial de 200 ejemplares. Asimismo, en breve está previsto que se ponga a disposición de todos los miembros de la Administración regional en formato online.

El libro de estilo del Gobierno de Canarias nace como una guía de consulta sobre el buen uso del español. El proyecto surgió en la Dirección General de Comunicación del Gobierno de Canarias, que se puso en contacto con Alemán para facilitar esta nueva herramienta a todos sus miembros. “Estoy muy agradecido tanto al Director General de Comunicación, Juan Manuel Pardellas, y a Román Delgado, que fueron las personas que me hicieron el encargo”.

Una vez recibida la propuesta, el lingüísta comenzó por informarse de obras de referencia en otro tipo de administraciones. “Hice un rastreo de otros libros de estilo. Para mi sorpresa, incluso después de hacer una consulta en la Fundación del Español Urgente, no me facilitaron ni ellos ni internet demasiados recursos. Sí que hay libros de estilo pero de otras instituciones como bancos o el Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, pero de comunidades autónomas no vi ninguno”.

Alemán reconoce que el uso del lenguaje, tanto escrito como oral, es siempre imperfecto y que, por tanto, siempre “hay cosas que arreglar”. “Lo que hay que intentar es que se acerque lo más posible a la perfección, sobre todo cuando se trata de un contexto formal como es siempre el del Gobierno de Canarias en cualquiera de sus ámbitos: el político, el periodístico y el de la administración pública. Hay que intentar que sea lo más elegante y correcto posible”.

El lenguaje oficial tiende a complicarse y a dejar de lado su función principal, que es el de ser comprendido fácilmente por sus interlocutores: la ciudadanía. El administrativo y el jurídico son dos ámbitos en los que se utiliza un lenguaje que es muy farragoso. “Una de las cosas que se indican en la introducción de la guía es que ese lenguaje tan espeso y complejo a veces provoca lo que yo denomino un divorcio entre la ciudadanía y los administradores. Una de las funciones de este libro de estilo es intentar corregir ese fallo sin ser específicamente un manual sobre el lenguaje administrativo”.

En este sentido, el autor apunta la existencia de errores del lenguaje que se repiten “constantemente”. Esos fallos van desde el uso del gerundio de posterioridad, al uso anafórico de la palabra 'mismo' y a la constante repetición de fórmulas que además son incorrectas. “Referirse a algo citado previamente diciendo 'el mismo' puede pasar por elegante pero, tal y como decía la Real Academia de La Lengua hace ya cincuenta años, no deja de ser mediocre”.

Respecto al gerundio de posterioridad, Alemán se refiere a construcciones como la siguiente: el presidente del Gobierno visitó La Laguna inaugurando el nuevo centro de salud. “Estamos usando el gerundio para referirnos a una acción posterior, eso es incorrecto. Ese error es el pan nuestro de cada día pero no solo en el ámbito administrativo sino en el periodístico, el político e incluso en la literatura. De hecho, no siempre es censurable. Cuando ambas acciones están muy relacionadas tiene su razón de ser”, aclara.

Asimismo, continúa, hay también “determinadas fórmulas como 'en base a', 'en relación a' y muchas otras que son incorrectas pero que de tanto usarlas parece que se van asentando. Si se quiere lograr un lenguaje esmerado y de calidad, no deberían producirse”.

La filosofía del Libro de estilo del Gobierno de Canarias es que el lenguaje sencillo es el más efectivo. Para ello se ofrecen determinadas recomendaciones. Una de ellas está basada en lo que se conoce como Principio de cooperación en la conversación. “Es muy conocido en el ámbito de la lingüística. Es el Principio de Cooperación de Paul Grice. Establece que para que dos personas o dos extremos se entiendan, tiene que haber una cooperación entre ambas partes. En este libro se hace especial énfasis en ese principio”.

Sobre el uso cada vez más extendido de términos que proceden de otros idiomas, especialmente el inglés, el lingüísta tinerfeño no se muestra radicalmente en contra. “Las palabras que vienen de otro idioma no deben ser rechazadas solo por eso porque así es como se enriquecen las lenguas. El problema es cuando se utilizan palabras en otros idiomas para las cuales nosotros tenemos una alternativa. Hay muchas que están de rabiosa actualidad: braimstorm, que es lluvia de ideas, o brunch, que se puede sustituir por apertitivo incluso”, detalla.

La variedad canaria

El Libro de estilo del Gobierno de Canarias incide especialmente en la defensa de la variedad canaria del español en la comunicación del Ejecutivo regional. “Desde el punto de vista geográfico, el idioma español se divide en ocho variedades, no en 40 ni 200. De esas ocho, una es la canaria. Es un motivo de orgullo. Uno tiene que estar orgulloso de lo que le ha tocado en suerte”, explica.

La portada del ejemplar. El Día

También recuerda Alemán que el Estatuto de Autonomía de Canarias ordena la defensa, promoción y estudio de la variedad canaria. El Gobierno de Canarias, por lo tanto, está obligado en su comunicación con la ciudadanía a desarrollar ese mandato. “En el libro de estilo se hace, primero, una advertencia sobre la chabacanería. Se ha hecho muy popular en las redes sociales, en el humor y la publicidad, el uso del canario de una forma chabacana”, detalla. “Hablar canario es usar un sistema gramatical y una serie de singularidades desde el punto de vista fonético y desde el punto de vista léxico. Tenemos que defender esa variedad pero lo que no tiene sentido es que, por ejemplo, un político se ponga a hablar en un tono exageradamente chabacano y repitiendo muchos canarismos”, añade.

Por este motivo, la tercera parte de esta guía está concebida como un diccionario donde se incorporan 400 canarismos extraídos, en el 99% de los casos, del Diccionario Básico de Canarismos de la Academia Canaria de la Lengua. “Después de hacer un pequeño análisis, los dividí entre coloquiales y no coloquiales. Los que son propios de un lenguaje formal como gofio, guagua o millo se pueden emplear perfectamente en un ámbito político o periodístico. En cambio, por ejemplo, hay una construcción muy canaria que es ‘pegar a, más infinitivo’ (pegó a hablar y no paró en media hora). Eso no lo debe decir un político porque es un canarismo propio de un registro coloquial. Se hacen una serie de advertencias al respecto”.

Finalmente, el ejemplar incluye un listado de recursos comentados. Algunos de ellos son diccionarios muy famosos como el de la Lengua Española, el María Moliner o el del Español Actual de Manuel Seco. Otros son recursos disponibles en internet: el Diccionario de la Lengua Española, el Diccionario Panhispánico de Dudas, el Diccionario Jurídico de la RAE, el de la Fundación del Español Urgente, etc. “Hay una serie de recursos interesantes y gratuitos que son de gran utilidad para cualquier que esté interesado en utilizar más adecuadamente el español”, concluyó Alemán.

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