Tres coreógrafos con décadas de vivencias compartidas puestas en común en un solo espectáculo. Eso fue lo que ofrecieron en la tarde de ayer Ballets de Tenerife en el Teatro Guimerá con Tríptico. La velada comenzó con una pieza de Héctor Navarro basada en obras de Frederik Chopin con una sucesión de piezas cortas a modo de divertimento donde los bailarines demostraron su depurada técnica clásica. A continuación fue el turno de la primera creación de Sergio Pérez, donde los bailarines se convirtieron en elementos impersonales. La propuesta escénica la cerró Miguel Navarro con su propuesta sobre la conocida Pastoral de Beethoven con una visión ilusionante sobre la vida.
