La última jornada del FIC 2021 regala risas en Santa Cruz de Tenerife con actuaciones en el Espacio de Arte La Recova, talleres en el MUNA y proyecciones de cine en TEA.
Yo quiero ser... payasa. Seguro que eso fue lo que Victoria Alcaraz, Cristina Casadevall y Laura Rodríguez dijeron a sus padres hace años cuando decidieron dedicarse al mundo del clown. Y seguro que eso fue también lo que este trío pensó cuando comenzó a trabajar en su espectáculo Yo quiero ser, que se pudo disfrutar en la última jornada del Festival Internacional Clownbaret (FIC 2021). Esta cita se despidió ayer domingo de su XV edición con una jornada de lujo y cargada de muchas risas.
Este encuentro, que se desarrolló desde el pasado día 4, ha reunido a 21 compañías de todo el mundo en más de 60 funciones que han recorrido prácticamente toda la geografía canaria. Durante la despedida, además de diferentes propuestas de Payasos en ruta, que llegaron hasta Granadilla de Abona, Vilaflor, Tegueste y Las Palmas de Gran Canaria, el grueso de las actuaciones se concentró en Santa Cruz de Tenerife. El Museo de la Naturaleza y la Arqueología (MUNA) albergó una serie de talleres para ser disfrutados por asistentes de todas las edades y que convirtieron a las familias en aspirantes a payasos, y en el TEA Tenerife Espacio de las Artes se celebró la última jornada del Cine FIC, con la proyección de Zafarrancho en el circo, de Jacques Tatí. Además, un día más, el Centro de Arte La Recova, acogió las principales funciones, en las que participaron, entre otros, Les pedettes variettés y El gran Dimitri, en horario de mañana.
La jornada arrancó, en este espacio capitalino, con la propuesta de la compañía Les pedettes variettés. El trío catalán ofreció su espectáculo Yo quiero ser, un canto al poder femenino y a la lucha para superar cualquier obstáculo. Con su espectáculo trepidante demostraron que cada uno puede ser lo que quiera ser y por eso a lo largo de su propuesta se pusieron en la piel de médicos, magos o cocineros. Todas ellas profesiones eminentemente masculinas aunque ellas demostraron que no hay objetivo que no pueda alcanzar una mujer decidida a ello.
Las catalanas comenzaron su espectáculo transportando al público a un cabaret algo disparatados porque, de hecho, ellas mismas siempre se han considerado jóvenes, como las buenas vedettes. Pero su control de las diversas expresiones culturales no se quedó ahí e incluso se atrevieron a convertirse en narradoras orales e «intelectuales», como ellas mismas se definieron, para contar al público un cuento clásico. Aunque la tarea al final no salió demasiado bien. Lo que sí les salió bien fue su tarea de eliminar las barreras de género en diferentes profesiones porque, tal y como terminaron su espectáculo, «tú sabes, mujer, que tú lo puedes hacer».
Circo en autocaravana
El Espacio de Arte La Recova también recibió a El gran Dimitri, quien hizo que los menores que se reunieron en la sala disfrutaran de lo lindo del espactáculo. Great Circus Show fue el nombre de la propuesta de este granadino que, como él mismo explicó, llegó a bordo de su pequeña autocaravana donde transporta su circo en miniatura. Tal y como le ha sucedido en otras ocasiones, logró que le dejaran actuar, montó su escenografía y dio comienzo a un espectáculo repleto de juegos malabares, chistes y magia que, aunque un tanto chapuceros, hicieron reír al público, tanto a los grandes como a los pequeños. Aunque el personaje hizo creer a todo el público que es un gran artista, como su abuelo, ni siquiera la madre del payaso –con quien habló por teléfono durante la función hasta en tres ocasiones– se lo podía creer.
Con sus dudosas aptitudes circenses, El gran Dimitri dio comienzo a un espectáculo de variedades en el que presentó sus números a través de los cuales se verá la razón de cómo y por qué se encuentra en esta situación y aprovechó para hablar de sus sueños, de por qué abandonó su país o hasta de dónde provienen las sillas que usa en su espectáculo. Y con todo ello logró que el público no parara de reír. Así que fue un buen día para Antonio Jesús Gómez, el alter ego de Dimitri, quien tuvo la suerte, incluso, de encontrar el amor entre el público.
Se convirtió así en un día redondo para payasos y público, que una vez más volvieron a disfrutar del maravilloso espectáculo que significa el Festival Internacional Clownbaret. Esta cita cumplió este año su 15º edición y lo ha celebrado con risas, complicidad y disparates sobre los escenarios de Canarias. Born to be clown ha sido el lema de este año. Toda una declaración de intenciones que han podido demostrar al público gracias a la participación de payasos, mimos, malabares, magia y humor a raudales, que han celebrado con risas y mucho arte este decimoquinto cumpleaños.
