El granacario Héctor Rodríguez rinde homenaje a dos seriales cinematográficos mudos, ‘Los Vampiros’ (1915) y ‘Judex’ (1916) en la instalación ‘Redes Ocultas: Imagen en Movimiento y Visión Artificial’, que se puede visitar hasta final de septiembre en el Espacio Cultural El Tanque. Técnicas de inteligencia artificial junto al análisis de la imagen en movimiento componen esta propuesta artística que invita a la reflexión.

Inteligencia artificial e imágenes del cine mudo. Esa es la combinación empleada por Héctor Rodríguez para la muestra Redes Ocultas: Imagen en Movimiento y Visión Artificial, una instalación de vídeo multicanal sin sonido que se podrá visitar hasta el 25 de septiembre, en el Espacio Cultural El Tanque de Santa Cruz de Tenerife. Una propuesta que, en palabras de su creador, «trata de aunar la belleza estética y el sentido del ritmo visual con el desarrollo de la inteligencia artificial».

Varios fotogramas de la instalación. El Día

El autor ha querido plasmar dos aspectos en esta propuesta. Por un lado, se ha valido de su pasión por la historia del cine, sobre todo de la producción que se realizó a comienzos del siglo XX. Eso lo ha aunado con la tecnología y el desarrollo de la inteligencia artificial. «Son mis dos amores», expresa el grancanario.

Para dar forma a este proyecto ha empleado dos cintas del género mudo a las que le rinde homenaje, Los Vampiros (1915) y Judex (1916), dirigidos ambos por el francés Louis Feuillade. «Es un maestro de la puesta en escena, un genio», sentencia Rodríguez quien destaca la forma en la que el francés componía las escenas, sin prácticamente movimiento de la cámara, mientras que eran los actores lo que debían realizar un auténtico baile para moverse por el espacio. «Elegí dos de sus películas por esta razón, por los juegos que realizaba con la cámara, y además porque todas sus películas trataban sobre el mundo criminal», relata el creador quien añade que en estas cintas existen dos capas, al igual que lo que sucede en su exposición.

«Por un lado están las apariencias de la vida cotidiana, lo que todo el mundo ve, y también existe todo un mundo secreto, el de las organizaciones criminales», relata el autor quien reconoce que de este modo se establece «una dinámica interesante y similar en el mundo contemporáneo» porque, concluye, «la realidad en la que vivimos está dominada por redes ocultas». De este modo, el autor pretende con esta propuesta «poner en evidencia las redes ocultas que han existido siempre y que me interesa mucho reflejar en mi obra, donde no solo hay apariencias, sino también los engranajes ocultos».

Tanto esta propuesta como otras que ya ha realizado con anterioridad carecen de sonido puesto que «me gusta centrarme totalmente en la imagen, que ya de por sí presenta muchas complejidades a la hora trabajar con ella», reconoce este experto quien ha realizado esta muestra de forma específica para el lugar en el que se expone, el Espacio Cultural El Tanque. Precisamente este espacio ha permitido que Rodríguez se enfrente a su propuesta más compleja hasta el momento porque el autor se ha valido en todo momento de la arquitectura de este enclave y por eso propone dos proyecciones simultáneas, una sobre la pared del tanque de queroseno y otra sobre la ya clásica pantalla de bidones reciclados. Así, con estas dos representaciones simultáneas, Rodríguez refleja «la realidad de nuestros días, las dos capas: nuestras apariencias y la capa oculta». Ahora, no obstante, prepara una propuesta más compleja, una versión con seis proyecciones simultáneas.

A pesar de que se trata de una obra compleja, Rodríguez afirma que «puede comprenderse a muchos niveles» y no es necesario por tanto contar con ninguna formación previa, aunque al comienzo de la muestra se ha instalado una pantalla en la que el autor explica qué es lo que ha querido mostrar con estas Redes ocultas. «Es necesario prestar atención pero también es cierto que al final se acaba percibiendo lo que quiero trasmitir, lo importante es estar atento y reflexionar sobre lo que se ve», concluye.