El fenómeno musical del confinamiento, Stay Homas, llega por primera vez a Tenerife con el Festival Soplo de Letras. El trío ofrece el próximo lunes 16 un concierto en El Sauzal para, dice Klaus Stroink, uno de sus miembros, «hacer la vida del público más llevadera».

¿Es la primera vez que actúan en Tenerife?

Fuimos el año pasado para participar grabar una escena de una película que se estaba rodando, pero esta será la primera vez que estemos ante el público de la Isla.

¿Qué tienen preparado?

Venimos con dos músicos más, que además son los productores de nuestras canciones. Será un espectáculo bastante divertido porque todos tocamos un poco de todo y los instrumentos van saltando de una persona a otras, así que es muy divertido, de ver y de hacer. Eso al menos me ha dicho mi madre, que lo ha visto.

La historia de este grupo es por todos conocida, y no solo en España, pero ¿cómo vivieron el salto de las pantallas al directo?

La primera vez que actuamos en directo fue sanador y muy necesario. Puede que, tardíamente, hayamos encontrado algo de éxito y de trabajo a través de las redes sociales pero los tres hemos estado estudiando música desde que teníamos seis años. Lo único que nos ha permitido vivir para y de la música ha sido siempre tocar en directo y compartir la música con un público que está dispuesto a ir a verla, bailarla y disfrutarla. El parche que tratamos de poner durante el confinamiento con nuestras canciones estuvo muy bien, y nos pareció muy bonito como ejercicio creativo, pero creemos que la función final y más noble de la música es el diálogo y conexión entre uno que la toca y otro que la oye, y en esa energía que se crea recae toda la utilidad de la música como arte en sí. Para nosotros no tiene mucho sentido tocar únicamente una canción en Instagram y que la gente le dé al me gusta. Eso está muy bien pero no es lo que queremos. Es como quien pinta un cuadro pero la gente ve la fotografía del cuadro, no es lo mismo. Cuando nos apasiona cómo alguien toca o cómo canta, que además lo pueda hacer en directo es maravillo. Para nosotros como músicos también es maravilloso ver cómo el público disfruta. Poder salir a tocar en directo desde el principio para nosotros fue algo increíble.

Han dado conciertos en la nueva normalidad. Tendrán ganas de que terminen las restricciones para ofrecer un directo como los de antes.

Totalmente. Una de las utilidades de la música es la de bailarla. La música puede ser más o menos culta pero la función arcaica y prehistórica de hacer bailar a la gente es de las mejores y de las más divertidas. Se puede escuchar la música, incluso cantarla, pero bailarla es lo que no puedes hacer sentado en una silla, con tus amigos a un metro y medio y con la mascarilla. Obviamente ahora no se puede, lo sabemos, pero creo que es lo que nosotros más anhelamos. Queremos hacer música para que la gente pueda disfrutarla con su cuerpo.

Stay Homas destaca por su ánimo y buen rollo. ¿No se les ocurre componer música más calmada?

Tenemos canciones de todo tipo pero lo que se viraliza es el buen rollo porque la gente está necesitada de positivismo. Creo que tenemos unas 47 o 48 canciones y hay lentas, rápidas, tristes… Hay un poco de todo porque durante el confinamiento, que fue cuando más compusimos, tuvimos momentos para todo. Hubo momentos en los que nos dejamos caer en el pozo también, lo que pasa es que la gente decidió viralizar algunos temas en concreto y nosotros tampoco podemos tener control sobre ello. En ningún momento nos hemos propuesto ser la banda del buen rollo y, aunque eso nos caracteriza y somos muy de una coña, nos marcamos nada. Quiero pensar que aún estamos ante un proyecto que puede hablar muchos idiomas y hacer muchos estilos. Ya se nos está dando un nombre porque vivimos en un mundo en el que nos gusta definir las cosas pero nosotros queremos ser todo lo romántico y macarras que se pueda.

Durante el confinamiento compusieron decenas de canciones. Ahora que no pasan tanto tiempo en casa, ¿cómo llevan ese proceso de creación?

Durante el confinamiento compusimos muchas de las canciones pero después hemos seguido trabajando. Cuando se cumplió un año de nuestra primera canción, el 14 de marzo de este año, hicimos diez canciones más en nuestra terraza y las colgamos en nuestras. Hace un par de meses hicimos una canción con Rubén Blades, que es uno de nuestros ídolos de toda la vida. Así que al final hemos ido haciendo canciones cuando hemos querido, cuando nos encontramos y conectamos. Cuando haces una cosa 30 veces la puedes hacer mal pero al final sabes cómo hacerla y cada vez tenemos más claro el proceso de creación entre los tres. La primera vez que lo hicimos estábamos dando palos de ciego pero cuando llevamos tantas veces es más fácil.

Ustedes procedían de otros proyectos musicales cuando crearon Stay Homas. ¿Ahora están centrados en este último grupo o compaginan sus trabajos anteriores?

Tratamos de compaginarlo pero lo cierto es que estamos centrados al 100% en Stay Homas porque es un proyecto que ilusiona más que cualquier otra cosa. Nada va a poder superar tener un grupo que tiene un montón de gente dispuesta a escucharnos, tenemos montón de canciones y encima podemos hablar en el idioma que queremos.

¿La lista es larga para continuar haciendo colaboraciones a partir de ahora?

Siempre tenemos muchas cosas pensadas pero ahora mismo estamos centrados en hacer conciertos y trabajar ese ámbito para ofrecer un espectáculos divertido y acorde a lo que queremos hacer. Queremos hacer el directo que a nosotros nos gustaría que nos dieran y ya vendrán luego más canciones y colaboraciones. Pero estando en verano, en esta época en la que suele haber tanto curro de directos, estamos centrados sobre todo en eso.