Con un aforo máximo de 5.000 personas, la 80 edición de la Feria del Libro de Madrid, la del "reencuentro" tras la pandemia, tendrá una reducción de público "enorme" pero no en presencia de casetas ni en previsiones de ventas, que su director, Manuel Gil, confía en que ronden las cifras de 2019.

Poco falta ya para que en el Paseo de Coches del Parque del Retiro de Madrid comiencen los trabajos preparatorios para la celebración de la feria entre los próximos 10 y 26 de septiembre, mes al que trasladó su tradicional celebración de junio por precaución ante la situación sanitaria y después de que su 79 edición tuviera que celebrarse en redes sociales en 2020.

"La feria ha salido muy dañada y el hecho de no hacerla en 2020 ha sido demoledor", asegura en una entrevista con Efe Manuel Gil, que señala que, aunque a día de hoy no deben "nada a nadie", como muchas familias se han "comido los ahorros" durante la pandemia. La posibilidad de que volviera a suspenderse crearía una situación "muy dramática", advierte.

Por eso insiste en que serán rigurosos en el control de aforo: "Vamos a intentar hacerlo lo mejor posible bajo el principio de responsabilidad y los servicios de megafonía insistirán en guardar las medidas de seguridad y en que no haya aglomeraciones".

El control de aforo, el uso de mascarillas aunque sea al aire libre y la distancia de seguridad son las medidas que la feria tendrá que llevar a cabo, recalca el director de esta cita literaria que comenzó a celebrarse en Madrid en 1933 y que cumple este año su 80 edición, ya que hubo algún período, como la Guerra Civil, en la que se suspendió.

Estas medidas de seguridad han provocado también que se haya limitado la presencia de las casetas al Paseo de Coches, lo que ha obligado a suprimir alguna de las marcas comerciales que solían estar presentes para hacer sitio a los editores.

"El control de aforo va a provocar un descenso en la asistencia de público enorme", explica Manuel Gil, que considera "impensables" las aglomeraciones de público de otras ediciones. Y un aforo al 70 ó 75 por ciento significa que en el interior del recinto del Parque del Retiro habilitado para la feria podrá haber un máximo de 5.000 personas.

Así, las cifras de visitantes que manejan refleja un descenso a unas 250.000 personas en los 17 días de la feria, frente a los 2,3 millones que acudieron en las últimas ediciones presenciales.

Algo que Manuel Gil no cree que vaya a afectar a las ventas ya que considera que los visitantes que acudirán son los que van a comprar.

Y aunque reconoce que es difícil saber cómo funcionará el mercado en esta situación, está convencido de que las ventas estarán cercanas a los casi 11 millones de euros de 2019, "porque el comportamiento de la sociedad civil durante la pandemia en su apoyo a la lectura y a las librerías de proximidad ha sido realmente espectacular".

Habrá en esta edición 320 casetas, con unas proporciones de libreros, editores y distribuidores también similares a las de años anteriores, excepto un pequeño descenso de librerías debido a que la campaña de venta de los libros de texto de septiembre les impedirá acudir. Y el número de sellos editoriales que estarán en exposición en las casetas de la feria rondará los 420.

En cuanto a las actividades, se mantienen los temas relacionados con la mujer, con la sostenibilidad y el medioambiente, la internacionalización, la accesibilidad y la integración, indica el director de la feria, que también contará con homenajes a Dante en su séptimo centenario, a Emilia Pardo Bazán o a Carmen Martín Gaite.

A esta edición acudirán los dos grandes "gurús" norteamericanos en tema de edición, Porter Anderson y Edward Nawotka, y se desarrollará el encuentro "Leer Iberoamérica", con una veintena de expertos latinoamericanos.

Colombia, como país invitado de honor, traerá a la feria 25 escritores, entre ellos el poeta Darío Jaramillo que dará la conferencia inaugural, y organizará 60 actividades, no solo en El Retiro sino también en otros puntos de Madrid, entre ellas su carnaval de Barranquilla.

Con motivo de cumplirse su 80 edición, la Feria del Libro sacará una volumen que recupera fotografías históricas de esta cita literaria y para el que se ha acudido también a archivos como los de la Agencia Efe o la Comunidad de Madrid, ha señalado Gil.

Y se pondrá en marcha el Premio Lealtad que reconocerá a una persona, institución o empresa por su fidelidad y lealtad a la Feria en sus años de historia.

Las firmas de autores se mantendrán y aunque no llegarán a las cifras de otros años, tampoco bajarán mucho: se esperan entre 1.200 y 1.500 escritores que puedan generar 4.000 firmas, eso sí, guardando siempre las medidas de seguridad.