Es una de las voces flamencas del momento. Su arte y su quejío tienen enamorado a medio mundo. Su nominación a los Premios Grammy Latinos del pasado año ha supuesto el espaldarazo definitivo a la carrera de este cantaor de Jerez que aprendió a hablar y a cantar al mismo tiempo. Esta noche actúa en Zamora con el recuerdo de su padre, el fallecido flamencólogo Alfredo Benítez, siempre en la mente.

– A pesar de la pandemia dicen las crónicas que el 2021 está siendo su gran año.

– No me puedo quejar aunque me da hasta apuro decirlo porque hay mucha gente del gremio que lo está pasando francamente mal. Afortunadamente tengo actuaciones firmadas hasta noviembre. Estoy en un momento fuerte y evidentemente estoy muy feliz. He luchado mucho, me he sacrificado mucho y ahora estoy recogiendo la siembra.

– Su último disco figura ya como uno de los cinco mejores trabajos del año en el mundo del flamenco…

– Fíjate qué bonito que se considere así. La verdad es que es un disco que me está dando muchas satisfacciones. Se llama “Quimeras del tiempo 3; Ilustres” y forma parte de una trilogía sobre la que hemos estado trabajando en los últimos años.

– Una trilogía de flamenco puro… Un trabajo inusual en estos tiempos. Es usted un valiente.

– Surgió porque queríamos hacer un disco de recopilaciones de gente y cantes olvidados adaptados a mi voz y a mis formas. Queríamos rescatar el flamenco de raíz pero con mi personalidad y algunas letras renovadas. Teníamos tanto material que decidimos publicar tres volúmenes: “Quimeras del tiempo 1; Mi cante”, “Quimeras del tiempo 2; Recuerdos” y este “Quimeras del tiempo 3; Ilustres” que tantas alegrías me está dando. Por él me concedieron el Premio Andalucía de la música 2020 y fui nominado a los Grammy latinos el año pasado también.

– ¿Cómo vivió esa nominación tan importante?

– Pues mira, son cosas que ves por la televisión con tanta gente famosa y yo que sé… sueñas… piensas si algún día llegarás a estar allí… Me acuerdo que estaba comiendo tan tranquilo con mi familia y me llega un Watsapp de una amiga latinoamericana dándome la enhorabuena. Se había enterado antes que yo. ¡Me quedé “bloqueao”!. Tuvo que leer mi mujer el mensaje varias veces porque yo no era capaz. Me harté de llorar y los del restaurante donde estábamos comiendo empezaron a sacarnos botellas de champán. Así fue.

– ¿Viajó a Miami por si se venía con el trofeo para casa?

–No fue posible por la pandemia. La ceremonia se celebró de forma virtual y ahí nos tienes a nosotros arreglando el cuarto para que saliera la imagen bonita, probando la señal, buscando la mejor postura para salir sentadito y estupendo…. Estaba “atacao”. Al final no me llevé el premio. No pudo ser pero mira, tan contento, porque la nominación me ha abierto muchas puertas. Las puertas del mundo.

–De haber ganado creo que la dedicatoria la tenía clara ¿verdad?

–Por supuesto.

Días antes de la celebración de la Gala de los Grammy Latinos 2020, Ezequiel Benítez perdía a su padre, el reconocido flamencólogo jerezano Alfredo Benítez. Un personaje importantísimo en el desarrollo de este género y una figura vital para su hijo cantaor, al que se le quiebra la garganta recordando su ausencia.

– Hábleme de su padre.

– Mi padre fue mi mentor, mi maestro, mi amigo, mi compañero de viaje… Me lo dio todo, le debo todo. Era un ser muy especial.

– ¿Por qué siendo un maestro en la materia no le gustaba que le llamaran flamencólogo?

–Él era mucho más que eso. Era un ser espiritual que le dio al flamenco cosas que no tenía. Me enseñó cómo decir y cantar a la gente para llegar al corazón. Me enseñó a caminar con firmeza… Le echo muchísimo de menos. Él en sus últimos días me decía: “Tú ya puedes volar solo, ya no te hago falta”. Y claro que me la sigue haciendo. Aunque sé que a pesar de todo él siempre va conmigo.

– ¿Cuál es su herencia, qué le hace a usted ser tan especial para el público?

–Yo me observo mucho y veo que cuando la gente está conmigo se crea una emoción muy grande en el escenario. A mí me gusta contar a la gente lo que canto. La mayoría de las letras son composiciones mías o de mi padre con lo cual entrego al público mi verdad. Además…. creo que soy simpático en el escenario. Cuando el palo del flamenco lo requiere entro en trance pero también quiero pasármelo bien y estar en comunicación con los que asisten a verme.

–Hablemos del espectáculo que trae a “Los viernes flamencos del Ramos”

–Hemos preparado una recopilación de lo mejor de mi repertorio. Conozco la afición grandísima que hay en Zamora y creo que vuestro público se merece lo mejor.