El documental experimental francés Les antilopes (Los antílopes), de Maxime Martinot (Francia, 2020) se alzó ayer con el premio del jurado en la VIII edición del Festival Internacional de Cortometrajes de La Laguna, Tenerife Shorts. El jurado, compuesto por la programadora y escritora búlgara Yoana Pavlova, el doctor en arquitectura y crítico de cine Jorge Gorostiza, y la programadora lusa Ana David, otorgó el galardón a esta película por su mensaje universal tratando con valentía tanto el choque como la fusión de naturaleza y tecnología, así como sacando a relucir cuestiones sobre nuestra civilización y su futuro. La cinta ganadora experimenta sobre una frase de la escritora, guionista y cineasta francesa Marguerite Duras: un día, en las costas marroquíes, hace ciento cincuenta años, miles de antílopes se arrojaron juntos al mar. El corto galo se impuso entre las veinte películas participantes llegadas de dieciocho países de cuatro continentes, la mitad de ellos de estreno en España y el grueso de la producción realizados por mujeres. Maxime Martinot gana el festival lagunero tras haber participado con Les Antilopes en Doclisboa, Sheffield y Docaviv. La cinta ganadora obtiene mil euros de premio y un trofeo diseñado por el artista canario Rafael Navarro Miñón y producido por el Taller Bronzo de La Laguna.
El jurado también concedió una Mención Especial al también documental experimental Letters from a Window (Cartas desde una ventana), (Austria, 2020). Pieza de cuatro minutos correalizada entre Nivel Gavus e Ilkin Beste Cirak donde ensayan la historia de una joven atrapada en el drama de la memoria. Algo que la ha separado de la vida y necesita recuperarla por todos los medios posibles.
El premio del público, por su parte, recayó en el cortometraje español A comuñón da miña prima Andrea (La comunión de mi prima Andrea, España, 2021). Documental del realizador español Brandán Cerviño que ha sido la película más aplaudida del festival. El corto, de trece minutos, relata la primera comunión de Andrea. Sin embargo, a la ceremonia le falta glamour. Para Andrea las cosas sin brilli-brilli no son cosas.