La Sinfónica de Tenerife ofreció ayer un programa con la mirada puesta en el siglo XIX gracias a las obras de Chopin y Sibelius, compositores fundamentales de la era romántica y el nacionalismo musical. El director honorario de la orquesta, Víctor Pablo Pérez, se puso al frente de la formación y acompañó así en su debut con la Sinfónica al pianista polaco Rafał Blechacz. Se trata de uno de los mejores intérpretes de las obras para piano de Chopin de su generación. Comenzó a tocar con cinco años y completó sus estudios de piano en 2007 en la Academia de Música de Bydgoszcz, con la profesora Katarzyna Popowa-Zydroń. En 2006 firmó un contrato exclusivo con Deustche Grammophon.