Solo el 15% de las compañías de artes escénicas de Canarias consigue programar fuera del Archipiélago y salvar esa barrera física y económica que es consecuencia directa de ser un territorio fragmentado y alejado del continente. La situación se repite entre las entidades de este tipo en el archipiélago balear, que afronta idénticas dificultades. Por este motivo, asociaciones profesionales de ambos territorios han decidido unirse y crear la Federación Insulares. Está integrada por Illescena, la canaria Réplica y Apcib. Entre las tres suman un centenar de empresas y profesionales asociados que reclamarán que los profesionales de las artes escénicas de las islas sean escuchados y tenidos en cuenta desde el Estado.

«Tras intentar que se nos escuchara en los foros nacionales donde se debaten las políticas para las artes escénicas y tras sufrir dificultades para hacernos entender, decidimos darnos un formato institucional y llegar a un acuerdo entre ambos archipiélagos para así unir fuerzas. El objetivo de esta federación es acudir a los foros e intentar hacernos un hueco allí donde se dilucidan las políticas culturales», explicó ayer en la presentación de esta nueva entidad Ricardo del Castillo, de Réplica, que también presidirá Insulares.

Para demostrar la desigualdad que deben afrontar las empresas artísticas isleñas han encargado un estudio a una consultora independiente cuyos resultados –basados en una muestra de 15 empresas canarias, 15 baleares y 15 asentadas en la península– sirven para evidenciar las dificultades por las que atraviesa el sector cultural en estos dos archipiélagos. «No solo somos periféricos sino que, además, somos territorios insulares. Somos la periferia de la periferia», lamentó. El trabajo de campo en el que se ha basado este informe incluyó, además, el análisis de toda la documentación estadística disponible, de las cifras económicas y de las referencias a las artes escénicas. «Los datos son irrefutables», insistieron los portavoces de Insulares.

La debilidad de las empresas artísticas canarias y baleares queda evidenciada si se tiene en cuenta que solo el 8,1% de las compañías canarias han actuado fuera de su comunidad. La cifra no es mucho mejor en Baleares, donde solo han traspasado las fronteras insulares el 12,5%. Las necesidades de estas dos regiones en el ámbito de la actividad escénica no quedan ahí. «Otro de los datos a tener en cuenta es el insignificante porcentaje de compañías canarias (11%) y baleares (17%) que han disfrutado de ayudas estatales dentro del campo de las artes escénicas, un ratio muy lejos de la media nacional, que se sitúa en más del 30%», explicaron.

«Llevamos más de 20 años hablando de estas problemáticas conjuntas y encontrando serias dificultad para que sean entendidas. La falta de estudios no permitían hacer un discurso más gráfico, nos costaba cuantificarlo», valoró Carles Molinet, vicepresidente de Insulares en representación de Illescena. También participó en la presentación Coloma Roig, que actuará como secretaria como parte de la Apcib.

Canarias y Baleares sufren, además, una evidente desventaja competitiva en la participación de programas del Estado. Un ejemplo son aquellos que promueven la circulación nacional de propuestas artísticas. Por ejemplo, y según el informe que presentaron ayer, Platea «discrimina a las compañías de los dos archipiélagos. El 95% de las empresas canarias y el 90% de las baleares nunca ha participado en este programa, que incluso tiene entre sus objetivos compensar a los territorios insulares». Tampoco hay apenas presencia en las agendas de los centros nacionales importantes o instituciones como la Academia de las Artes Escénicas.

Insulares se ha propuesto servir como interlocutor directo ante las instituciones del Estado para que se fomente un equilibrio territorial que nunca ha existido y luchar contra el desconocimiento general que existe sobre las valiosas propuestas escénicas que se realizan en Canarias y Baleares. Para ello ya han mantenido las primeras reuniones con el Ministerio de Cultura.