La apertura de las nuevas oficinas del Instituto Canario de Desarrollo Cultural (ICDC) llegan al mismo tiempo que el aumento del presupuesto que maneja la Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias. «A pesar de este año de dificultad, el ICDC maneja un presupuesto de 18 millones de euros, de los que 10 millones estarán destinados a convocatorias públicas en diferentes materias a través de los fondos de reactivación creados por la Unión Europea (UE)», matiza el viceconsejero de Cultura Juan Márquez, quien añade que ese montante hará posible la convocatoria de una veintena de líneas de ayuda para diferentes proyectos este año.

«La pandemia nos ha obligado a dar pasos más rápidos en materia digital», anuncia Márquez, quien destaca que los fondos ofrecidos por UE permitirán la elaboración de catálogos digitales, así como la puesta en marcha de proyectos culturales con marcado impacto social. A esta cantidad se unirán además los recursos ofrecidos por el Ministerio de Cultura y que gestionarán directamente las comunidades autónomas. «Para poner en marcha políticas diferentes con estos presupuestos, necesitábamos organismos diferentes, sólidos y ágiles a la hora de implantar y proyectar iniciativas, y eso lo hemos hecho a través del ICDC», expresa el viceconsejero.

Juan Márquez recuerda que Canarias fue una de las primeras comunidades autónomas en perfilar un plan de ayudas para el sector cultural tras la pandemia y la primera en abrir teatros y espacios culturales tras el confinamiento: «Ahí se puede comprobar a qué nivel trabaja nuestra Dirección General». Y por eso la Viceconsejería de Cultura de Canarias ha elaborado toda una serie de proyectos «que tengamos la capacidad de ejecutar en tiempo y forma».

Todos estos planes cuentan con dos enfoques principales: el impulso de la faceta digital y la puesta en marcha de proyectos de impacto social. «Hemos apostado por la cultura para salir de esta crisis porque las industrias creativas en Canarias tienen una alta productividad», sentencia Juan Márquez, quien concluye que, «si no queremos depender tanto del turismo, debemos apostar por sectores como el cultural y para eso la inversión pública tiene que estar presente como palanca y motor del desarrollo».