El candidato de Canarias por el Progreso al Cabildo de La Palma y al Parlamento de Canarias en las últimas elecciones, José Luis Concepción, falleció recientemente a los 73 años de edad. En los últimos años, Concepción regresó a la escena pública de La Palma liderando un proyecto con el que pretendía acceder a la presidencia del Cabildo. No obstante, fue igual de destacada su trayectoria personal, investigadora y social. Por esa razón, todos aquellos que lo conocieron destacan siempre que, “hasta que su corazón se paró hace unos días, lucho y trabajó por su tierra natal”.

Licenciado en Geografía e Historia y doctor en Sociología, José Luis Concepción escribió una veintena de libros de temas canarios. A lo largo de su vida también trabajó en la agricultura y la construcción, y también fue cocinero y camarero. Nació en el municipio palmero de Breña Alta en 1948 procedente de familias de Barlovento, y desde los ocho años, que comenzó sus estudios, lo compaginó con el trabajo. Durante una época estuvo trabajando en el campo pero él siempre reconoció que quería estudiar. No obstante, su origen rural le obligó a cumplir con sus obligaciones y antes de iniciar su carrera académica tuvo que colaborar en las tareas para llevar un sustento a casa.

Su carácter lo forjó emigrando a Inglaterra con tan solo 18 años, pudiendo regresar a su tierra con una mentalidad más cosmopolita de la que quizás, muchas veces, no fue comprendido.

También probó fortuna en otros campos como el de la hostelería, donde fue cocinero y camarero, vendió seguros, enseñó inglés y fue hasta guía turístico en una época en la que comenzaba a florecer el turismo en las Islas, pero todo ello con el objetivo de culminar sus estudios de Geografía e Historia y ganarse el doctorado en Sociología, apoyado en una base lograda a lo largo del esfuerzo laboral de toda una vida.

El título universitario le sirvió para seguir emprendiendo y vincularse, aún más si cabe, a la cultura de las Islas, plasmando en negro sobre blanco sus inquietudes sobre temas canarios, relacionados con la historia y el patrimonio pero también sobre el lenguaje o la gastronomía, configurando una colección de unos 20 veinte títulos con más de 350 ediciones y cerca de 800.000 ejemplares.

Capítulo aparte tienen que ver sus trabajos sobre la economía y sociedad de las Islas en general y de La Palma en particular, argumentos que les servían como verdadero programa de actuación para su último empeño: el de permitir avanzar a su tierra hacia un futuro mejor. Su tesis doctoral, La sociedad palmera de 1950 a 2015, iba a comprometerlo directamente en el desarrollo social y económico de La Palma, defendiendo José Luis Concepción que había hecho su trabajo, y ahora perseguía lograr “el renacer de la Isla”. Aunque reconocía sentir “asco” del sistema político actual, también lo intentó en las últimas elecciones locales al Cabildo de La Palma y al Parlamento regional. Fundó el partido Canarias por el Progreso, con el que en ninguno de los dos casos logró representatividad pública.

Su fallecimiento a los 73 años supone la pérdida de un romántico de la política y estudioso de la cultura palmera. Entre quienes lo conocían, quedarán para siempre mensajes en su recuerdo, como el del expresidente del Cabildo de La Palma, José Luis Perestelo, quien destacó que “siempre intentó lo que él creía mejor para nuestra Isla”, o el del alcalde de Breña Alta y diputado regional, Jonathan Felipe, quien alabó su capacidad de trabajo “por el municipio y la Isla que le vieron nacer”.