Un disco que nace del vínculo que tiene el ser humano con el mundo y de las influencias que cualquier persona adquiere desde que es pequeño. Eso es Cloud Gate, el nuevo trabajo del músico y productor tinerfeño afincado en Madrid Enrique Santana. “Pesan mucho las vivencias porque todo eso ha sido determinante para este disco, así como mis viajes a Colombia, Estados Unidos, Berlín o Londres de los últimos tiempos”, relata el DJ, quien ha decidido incluir en este nuevo trabajo, que ya está disponible en todas las plataformas digitales, siete piezas de arte que completan la propuesta.

Cloud Gate es un disco de electrónica reflexiva porque, como afirma Santana, esta música no es solo baile sino que además se puede “escuchar y disfrutar con él”. Enrique Santana se considera un melómano y con este disco ha recuperado “muchos sonidos de las cosas que me gustan”, todo ello “con un toque vintage, de los principios de este género musical”, con los que él trabaja para convertirlos en sonidos más actuales.

El Día Portada del trabajo ‘Cloud Gate’.

Este canario con más de 25 años de trayectoria en el mundo audiovisual, acaba de presentar su último trabajo, Cloud Gate. Santana ama la música desde que era muy joven puesto que siempre ha estado inmerso en una “búsqueda obsesiva de nuevas sonoridades”. Precisamente el aprendizaje de diversos instrumentos y esa pasión por los ritmos más variados le condujeron a a la producción de sonidos propios y ajenos.

Rolling Hackers es el proyecto musical en el que Santana lleva inmerso desde hace más de una década, y gracias al que en últimos años ha podido continuar desarrollando su faceta artística “para satisfacer la necesidad de experimentar con nuevas sensaciones sonoras”. Ha logrado, de esta manera, “ponerle banda sonora a diversos estados emocionales”, algo que también se ve reflejado en este último trabajo. Junto a Rolling Hackers, Cloud Gate es un disco de largo recorrido que comenzó a gestarse en 2017, tras colaborar con músicos y productores, lo que le condujo poco a poco a trabajar en el sonido que dio carácter a este disco. El tinerfeño recuerda que desde 2018 ha presentado y adelantado algunas canciones del trabajo para “ir descubriendo el impacto de esas composiciones”. Por ello, este disco cuenta con una extensa carga emocional que, sin embargo, se vio frenado por la pandemia, lo que obligó a posponer su lanzamiento.

Cloud Gate es un disco de música electrónica, “de baile pero reflexiva y adulta”, explica el músico, quien destaca que cuenta con influencias y vivencias que han pesado en la creación de este álbum. Los años 80 son la década de referencia y de donde parten las principales influencias sonoras, así como sus viajes, la arquitectura de César Manrique o su amor por la música experimental. Están presentes en este trabajo “la necesidad de ponerle banda sonora a mis raíces, mi infancia entre Tenerife y Fuerteventura, El Hierro, uno de los pocos lugares que he conocido inmune a la globalización, o mi adorada Lanzarote, donde perderse y encontrarse son un mismo ejercicio”, relata el tinerfeño, quien añade que Cloud Gate “es un disco con pasajes y paisajes que evocan la nostalgia a un pasado muy vívido y nos propone un futuro incierto, donde el optimismo por descubrirlo es vital y necesario”.

Enrique Santana añade que cada una de las canciones de este trabajo “tiene una imagen muy fotográfica y clara, desde un paseo por un barrio de Chicago hasta la representación de un pueblo en el que U2 se hizo las fotografías para uno de sus discos”, explica el músico tinerfeño, quien concluye que, “a día de hoy, puedo sentirme muy orgulloso al decir que la música es mi profesión”.