Miguel de Unamuno es un personaje enigmático, cuanto más indagas en él, más misterioso se vuelve. Manuel Menchón y yo hemos investigado sobre las circunstancias que rodearon su muerte y el resultado es el libro 'La doble muerte de Unamuno', una mezcla de ensayo reflexivo, crónica histórica y relato”, explica el zamorano y también escritor y profesor de la Universidad de Salamanca Luis García Jambrina en declaraciones a la agencia Ical.

La exhaustiva documentación sobre la muerte de Miguel de Unamuno que permitió a Menchón dirigir el documental “Palabras para un fin del mundo” (estrenado en Seminci) ha llevado al director de cine y al escritor zamorano a descabalar la versión oficial que creó la dictadura franquista en torno a su figura y profundizar sobre todo aquello que rodeó el fallecimiento del escritor.

Precisamente, “el libro desgrana cómo se fue construyendo el relato franquista y, una vez expuesto, lo desmonta punto por punto. Es un contrarrelato que pretende desenmascarar y desarticular esa versión oficial que se fue creando con el tiempo a partir de su muerte, desde el entorno del aparato de prensa y propaganda que dirigió durante un periodo Millán Astray”, señala García Jambrina a Ical.

Los coautores del volumen, que salió el lunes a la venta, han intentado construir un libro “ágil, lleno de tensión y de emoción, pero sobre todo muy reflexivo y documentado”. El autor zamorano apunta que, más allá de las circunstancias que condujeron a la muerte del intelectual, “la manipulación que se hizo de la figura de Unamuno, de su legado y de su memoria, es un ejemplo perfecto que debería estudiarse en las facultades de Ciencias de la Información o de la Comunicación”. García Jambrina apunta que “el suyo es un caso modélico de cómo se construye un relato propagandístico falso, y lo peor de todo, de cómo a veces estos relatos cuajan y lo difícil que es desmontarlos con el paso del tiempo”, añade.

“A día de hoy todavía sigue vigente esa imagen de Unamuno como un falangista o simpatizante del fascismo, cuando en realidad fue una víctima directa de ellos. No murió fusilado pero el resultado fue el mismo, la muerte, con el agravante, en su caso, de la muerte simbólica, que a sus 72 años para él era más grave que la real”.

El zamorano sostiene que “lo peor que le podía ocurrir a una persona como Unamuno, que nunca estuvo con unos ni con otros, que siempre fue libre, es que muera encasillado, convertido en lo contrario de lo que él era y, por increíble que parezca, esa idea sigue presente”. El libro “La doble muerte de Unamuno” adquiere una especial relevancia en la actualidad, en unos tiempos donde la posverdad y la crispación política, las fake news”, están a la orden del día. “Lo que podríamos llamar “el caso Unamuno” tiene hoy más interés que nunca, porque muestra cómo todo esto de la posverdad, las 'fake news', la propaganda y demás, viene de atrás y es peligrosísimo”. La diferencia con aquel tiempo y el actual es que “incluso nos hemos aún hecho más cínicos, y en este momento parece que ya ni siquiera tiene sentido hablar de verdad o buscarla. Eso es lo más tremendo”, reflexiona el escritor.

García Jambrina y Menchón se conocieron en noviembre de 2019 en Madrid, como invitados a un coloquio organizado en la Universidad de Salamanca, 'Unamuno y la Universidad de Salamanca. ¿Qué pasó realmente el 12 de octubre de 1936?'. Mantuvieron posturas parcialmente enfrentadas y mantuvieron el contacto.

“Manuel se había dejado muchas cosas en el tintero, mucha de la documentación que había manejado apenas se había usado. Un documental es más expositivo y tiene otro ritmo. Hacía falta un libro más reflexivo y que desplegara esa documentación, centrándonos exclusivamente en la muerte, aparte de dibujar el contexto, inevitablemente, su relación con el fascismo, la falange, Millán Astray y el 12 de octubre, en cierto modo detonante de cuanto vino después”.

Considera a Unamuno “el gran renovador de la novela en España a comienzos del siglo XX, el más importante”, pero huye de ese reduccionismo para destacar que “era un intelectual, el más importante de la historia de España”. Y, abunda, “era una de las figuras más influyentes y respetadas, a la vez que controvertida en muchos aspectos. Era hombre de acción, continuamente publicando, dando conferencias, interviniendo en la vida pública desde diferentes cargos. No se puede entender el tercio del siglo XX sin su figura”.