Tan solo dos años después de crear su propia marca de prêt-à-porter, en 1984, desfilaba en la entonces pasarela Cibeles; fue el primer diseñador español en apostar por presentar la colección que ya estaba en las tiendas y no la de la próxima temporada y ahora se mantiene como el único modisto gallego presente en la rebautizada como Mercedes Benz Fashion Week Madrid. En una edición marcada por la pandemia, donde los desfiles presenciales se combinarán con otras actividades, Roberto Verino apuesta por mostrar su colección de primavera-verano 2021 a través de pantallas en la calle Serrano. 

¿Qué ofrece su colección presentada en la Semana de la Moda de Madrid bajo el título ‘Esencialismo, luces de una nueva era’?

Es una colección basada en prendas esenciales para tener en nuestro armario. Son prendas intemporales, pensadas para durar toda una vida y acompañarnos en los momentos más importantes. El objetivo de la colección es poder crear armarios emocionales que dejar a los que vienen y que formen parte también de sus recuerdos. Esta colección va dirigida a todos los que valoran la calidad y quieren prendas que tengan un valor añadido.

El proceso de diseño de una colección lleva tiempo. Imagino que el proyecto ya estaría iniciado cuando estalló la pandemia de coronavirus, pero ¿le ha influido la crisis sanitaria a la hora de elaborar esta propuesta o en los nuevos modelos en los que ya trabaja?

Normalmente el desarrollo de una colección dura más de seis meses, pero la verdad es que es toda una vida porque son los recuerdos, las vivencias y las experiencias que te empujan a crear la próxima. Ahora ya estamos terminando la siguiente colección para el próximo otoño e invierno que sigue la línea de marca. Optamos por una propuesta atemporal de gran calidad para que dure toda una vida.

Pero, ¿cómo ha influido la pandemia en el sector de la moda?

La pandemia nos ha afectado principalmente en algo muy importante, creo que nos hecho cambiar la idea de que no podemos vivir sin consumir constantemente.

Entonces, ¿usted cree que habrá cambios en el consumo de ropa?

Sí. Creo que cambiar esa idea, el enfrentarse a ese miedo, al del vacío, hará que muchas personas prefieran comprar productos de valor añadido.

Los desfiles también han tenido que readaptarse a las restricciones del Covid, pero sigue apostando por estar en la Semana de la Moda de Madrid. ¿Qué supone para usted participar en ella?

Formar parte de la Semana de la Moda no es solo una cuestión de empresa, es una cuestión de país, sobre todo cuando defiendes la moda española, la industria local y la protección de los oficios de moda. Para mí estar aquí es apoyar a todo el sector y apostar por una moda de calidad. Por eso como marca estamos de formas muy diversas. Primero abrimos la Semana de la Moda con una acción en calle. Por otro lado, mostramos un vídeo de nuestra colección en la pasarela, y también participamos de forma muy activa con una acción performática en Madrid es Moda.

¿Por qué ha optado por la presentación de la colección con un desfile virtual e interactivo en pantallas en plena calle?

El objetivo es seguir llegando al consumidor final, especialmente durante estos tiempos complicados. Hacer un desfile virtual en la calle nos parecía la mejor opción para que lo pudiese disfrutar todo el mundo evitando aglomeraciones y dejando que el ciudadano de Madrid pueda verlo sin estar sujeto a una hora concreta o un lugar. Hacer algo que uniese los dos mundos, el digital y el físico, nos parecía la mejor forma de reforzar nuestro mensaje de que hay que encontrar el equilibrio entre la tecnología y las relaciones humanas.

También participa en la pasarela con un vídeo sobre armarios emocionales.

Un armario emocional es aquel que contiene piezas esenciales que no solo nos sirven para vestir físicamente, si no también emocionalmente porque cuentan quienes somos y nos hacen sentir arropados porque nos han acompañado toda una vida. Tienen un significado especial por que las compramos en un momento concreto, en un viaje o las hemos heredado. La ropa es lo que tenemos más pegado a la piel, y queremos sentirnos protegidos más que nunca por esa prendas que nos traen recuerdos que nos reconfortan. Todos tenemos una prenda en el armario de la que no queremos deshacernos porque es muy simbólica, pero que no nos ponemos porque la sentimos pasada de moda. Eso es un error que cometemos muchos. Hay que volver a sacar esas prendas que nos hacen sentir bien y combinarlas con cosas más actuales.

¿Cuáles son las suyas?

Yo tengo varias prendas de mi padre que todavía uso y también algunas americanas que me puse en los primeros desfiles que hice.