El profesor del Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Díaz, ofreció hace unos días una conferencia, en el marco del XIII Curso de Historia de las Relaciones Internacionales que organiza la Casa-Museo León y Castillo, donde abordó el papel internacional jugado por Canarias durante la Guerra Civil y el franquismo, época en la que Gran Bretaña tuvo planes para ocupar las Islas como alternativa a Gibraltar. “Se trata de una amenaza que no pasó desapercibida para las autoridades españolas que, entre 1939 y 1943, realizaron el que probablemente haya sido el mayor esfuerzo defensivo en la historia del Archipiélago con alrededor de 40.000 efectivos militares”.

El refuerzo de la defensa de Canarias durante la Segunda Guerra Mundial consistió fundamentalmente en la acumulación de fuerzas militares y armamento en las islas. Además de los cerca de 40.000 efectivos militares hacia 1943, también hubo centenares de piezas de artillería, ya sea de costa, campaña, antiaérea y contra carro. También se fortificaron las playas más vulnerables a un desembarco con más de 400 nidos para armas automáticas en todo el Archipiélago, de los cuales algunos aún persisten, explica Díaz.

También en esa época se creó la Comandancia Naval de Canarias y la Zona Aérea de Canarias y África Occidental, origen de los actuales Mando Naval de Canarias y Mando Aéreo de Canarias, y comenzó la construcción de la Base Naval de Canarias, diseñada inicialmente para una flotilla de 12 submarinos que nunca fueron construidos, agrega el historiador.

Pero las medidas defensivas no se limitaron al ámbito militar, sino que afectaron también a la economía del Archipiélago con la creación del Mando Económico por decretos reservados de agosto y septiembre de 1941, por los cuales el capitán general asumía las competencias de la Comisaría General de Abastecimientos y Transportes en las dos provincias canarias, respondiendo directamente ante la Subsecretaría de la Presidencia del Gobierno, especifica.

“Las principales limitaciones de este esfuerzo defensivo consistieron en la falta de cuadros de mando y especialistas, la carencia de armamento pesado moderno, la escasez de fuerzas aéreas y navales, y la dependencia económica exterior, que dificultó la acumulación de reservas de alimentos y combustible para resistir un bloqueo naval en caso de que España entrara en la guerra”, detalla Díaz.

En su ponencia Las Islas Canarias en la crisis del sistema internacional y el nuevo orden mundial: desde la Guerra Civil hasta el final del franquismo, Díaz explicó también que la política exterior del franquismo mantuvo un objetivo constante desde la Guerra Civil hasta la desaparición del dictador: la supervivencia del régimen en un contexto internacional cambiante, del que además intentó sacar provecho cada vez que creyó haber encontrado el momento oportuno.

“La inserción de Canarias en las relaciones internacionales durante el largo periodo que arranca en julio de 1936 y concluye en noviembre de 1975 no es ajena a esta idea, aunque también fue influenciada por los grandes procesos mundiales que marcaron esos años: la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y la Descolonización”, asegura. En los años de la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, el acercamiento del régimen franquista al Tercer Reich culminó con la tentación belicista iniciada en junio de 1940 e implicó una revalorización de las islas, no sólo para apoyar la guerra naval alemana en el Atlántico sino también para establecer una de las bases que protegerían el futuro imperio colonial en África central.

“La reacción de Gran Bretaña, cuyos intereses económicos todavía dominaban la economía insular en 1936, se tradujo en el desarrollo de una serie de planes para ocuparlas como alternativa a Gibraltar, cuya pérdida o inutilización se daba por segura en caso de que España entrase finalmente en la contienda”.

El historiador Juan José Díaz (en la imagen a la izquierda de estas líneas) impartió recientemente una conferencia en la Casa-Museo León y Castillo sobre el papel internacional de las Islas Canarias durante la Guerra Civil y en el franquismo, cuando Reino Unido planeó invadir el Archipiélago como alternativa a Gibraltar. Sobre estas líneas, una batería que se conserva en Taliarte, Telde. |