Benito Pérez Galdós (1843-1920) publicó Fortunada y Jacinta en 1887. No solo está considerada la mejor novela de su extensa trayectoria sino que también podría definirse como la más representativa de la literatura española del siglo XIX. Sin embargo, la magistral creación del autor canario no fue traducida al inglés hasta 1986. “Es, sin embargo, la gran obra maestra de la literatura española después del Quijote”, recordó el comisario de la exposición Benito Pérez Galdós. La verdad humana, el galdosista Germán Gullón.

Esta muestra es una producción de la Biblioteca Nacional de España (BNE) con motivo del centenario del fallecimiento del creador nacido en Las Palmas de Gran Canaria. Organizada por el Gobierno de Canarias con la colaboración de Acción Cultural Española y el Cabildo de Gran Canaria, se inauguró en Madrid en noviembre de 2019 y su éxito fue tal que más de 70.000 personas pasaron para verla por las salas de la BNE. Llegó a Gran Canaria el pasado 2020 y pese a las limitaciones de la pandemia recibió más de 3.000 visitas. Desde hoy, esta gran exposición que persigue mostrar las múltiples facetas de Galdós y recordar por qué es uno de los intelectuales españoles más importantes de todos los tiempos está disponible para su visita en las salas del Instituto Cabrera Pinto.

Esta gran exposición estará abierta en el emblemático edificio lagunero hasta el próximo 15 de agosto. El horario de visita de las instalaciones dependientes del Gobierno de Canarias se extiende de lunes a viernes de 11:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas. Los sábados y domingos abre solo en horario de mañana: entre las 11:00 y las 14.00 horas. Los festivos permanecerá cerrada.

“Este proyecto tiene un propósito esencial: demostrar que Benito Pérez Galdós fue mucho más que un novelista”, explicó Gullón, que además de catedrático de Literatura Española es escritor y crítico. Para conseguirlo, los responsables de Benito Pérez Galdós. La verdad humana han reunido más de 200 piezas que provienen de diversas instituciones públicas y privadas. Los visitantes disfrutarán de manuscritos, libros, fotografías, pinturas, mobiliario y todo tipo de objetos personales. Muchos de ellos han sido ahora expuestos al público por primera vez, pues proceden de los fondos privados de la familia Verde, descendientes directos del escritor. Las salas del Cabrera Pinto se convierten, de esta manera, en un recorrido por las distintas facetas de un “hombre muy especial, un genio desde su niñez que tubo muchos talentos”. Galdós fue, además de novelista, periodista, dramaturgo, pintor y un político relevante. Viajó por toda Europa, se manejaba tanto en inglés como en francés y se empapó del ambiente cultural europeo. En el Cabrera Pinto, además, se ha incorporado una novedad a la exposición: el expediente académico del autor, que se conserva en los archivos del que fuera el primer instituto de Canarias. Todos los que deseaban examinarse de Bachillerato debían pasar por sus aulas. De ahí que aún se custodien en La Laguna las notas del novelista grancanario, que además superó la prueba con sobresaliente. “Estos documentos dan fe de que fue un hombre igual de brillante en sus estudios y no solo en letras sino en el resto de sus asignaturas”, destacó Gullón. Por ese mismo motivo, porque el propio Benito Pérez Galdós caminó por sus pasillos, la organización considera que el Cabrera Pinto es un escenario perfecto para esta muestra. El viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, Juan Márquez, confió en que esta escala en Tenerife sirva para que la población conozca y, sobre todo, lea las novelas de Galdós. “Es una oportunidad para conocer al Galdós humano y entender la importancia de la educación, de las artes, del pensamiento ilustrado y de su compromiso político y civil a través del valor de la obra literaria como mejor defensa de las ideas”, precisó.

Gullón, que comparte las labores de comisariado con la escritora Marta Sanz, acompañó ayer a los medios de comunicación y algunos representantes institucionales en un recorrido guiado por la exposición. Entre ellos estuvieron el alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, y la concejal de Cultura, Yaiza López Landi.

Para el experto, el principal motivo por el cual el autor canario no ha obtenido la fama internacional que se merece es precisamente que el grueso de su creación, sus novelas más importantes, no llegaran a ser traducidas a tiempo. “Cada una de ellas por separado, sin embargo, servirían para hacer famoso a un autor debido a su extraordinaria renovación narrativa”, insistió.

Galdós y la influencia de su madre y hermanas, primero, y su posterior llegada a Madrid como joven estudiante de Derecho sirven de arranque para el discurso expositivo. Sus iniciales viajes a París, la incursión en el periodismo y la necesidad de trascender que le llevó a escribir sus primeros libros continúan el recorrido. Son parte de la historia que puede verse en una muestra salpicada de fotografías, cuadros y objetos personales. El Galdós del éxito llegará después, con las obras de teatro protagonizadas por María Guerrero y Margarita Xirgu. Santander, el amor con Emilia Pardo Bazán, sus perros, la carrera política y su influencia en la construcción de los puertos canarios completan este recuerdo al genio. Finalmente, no podía faltar su retrato hecho por Sorolla: la imagen que pasó a la historia en el famoso billete de mil pesetas.