No corren buenos tiempos para la lírica, al menos así suena en Tenerife, y no sólo por los lógicos rigores y dificultades que la pandemia del coronavirus está provocando en el normal desarrollo de la programación cultural, sino por la salida de dos piezas hasta ahora protagonistas en el organigrama bel cantista de Auditorio de Tenerife. Si en el pasado mes de diciembre no se le renovaba el contrato al intendente de Ópera de Tenerife, Alejandro Abrante, cargo que permanece aún vacante, ahora es el director artístico de Ópera (e)Studio, el italiano Giulio Zappa, quien anuncia su marcha a través de su cuenta de Facebook, una circunstancia de la que el director insular de Cultura, Alejandro Krawietz, afirma no tener constancia oficial.

El hecho es que después de estar vinculado 8 años con este proyecto, y colaborando durante 15 con Ópera de Tenerife, este profesor e intérprete se deshacía en elogios hacia los buenos momentos vividos, a “los recuerdos, sueños, sonrisas y rostros de tanta gente maravillosa”, si bien se lamentaba de estos dos últimos años, que según dice lo han conducido a renunciar a su cargo.

Giulio Zappa arremetió contra la clase dirigente y política, y lo hizo además de una manera contundente, acusándolos de ser gente “poco preparada, ignorante, maleducada y peor vestida”, al tiempo que señalaba que no tienen ni la menor idea “de nuestro trabajo y, en general, de un proyecto cultural moderno”.

Tampoco escaparon a sus críticas lo que denominó “mentalidad provincial (sic)”, que podría traducirse por provinciana, ni esos “artistas locales”, escrito con ánimo peyorativo, sobre quienes dijo están “en el ocaso ético, además de vocal, y confunden el folclore con la historia de la música”. Les recriminó que realicen comentarios negativos como consecuencia del “éxito de jóvenes cantantes” y los tildó de “miserables”.

Para concluir, Zappa hace votos para que “esta mediocridad no prevalezca en el futuro”, en el deseo de que las llamadas Islas Afortunadas por los clásicos puedan seguir siéndolo.

A propósito de estas manifestaciones, el director insular de Cultura, Alejandro Krawietz, afirma que “no nos ha comunicado su renuncia ni personalmente ni con ninguna comunicación de otra índole, por lo cual nos mantenemos a la expectativa”.

La dirección artística ha estado durante ocho años en las manos de Giulio Zappa y la voluntad política era la de su prolongación en el tiempo. Krawietz asegura que mantienen la idea de darle continuidad tanto a Ópera (e)Studio como al proyecto matriz, Ópera de Tenerife, como parte de una estrategia “a medio y largo plazo”, y habla de un modelo cultural que están a punto de presentar, entendiendo que, a partir de ahora, se abre “un camino de reflexión” y siempre desde la idea de que “lo construido está ahí”.

En relación con el vencimiento el pasado mes de diciembre del contrato de quien fuera intendente de Ópera de Tenerife, Alejandro Abrante, a quien no se renovó, el director insular explica esta circunstancia por el hecho de que “hay estructuras de contratación que se hace preciso renovar” y ahora se abrirá un proceso de licitación para cubrir esta plaza.