Félix Sabroso (1965, Las Palmas de Gran Canaria) ha decidido volver a subir a escena uno de sus éxitos teatrales, La gran depresión. En esta ocasión cuenta con Antonia San Juan y Nuria Roca para dar vida a una historia que escribió hace más de una década junto a la desaparecida Dunia Ayaso. El espectáculo arranca en Canarias con una gira que se extenderá hasta el próximo mes de julio. Estarán este viernes y sábado a las 20:00 horas en el Teatro Guimerá.

Esta obra ha hecho el viaje al revés, no solo se estrena en Canarias sino que tiene muchas fechas previstas en el Archipiélago. Luego irá a hacer temporada en Madrid.

Normalmente las obras buscan siempre una plaza fuera de Madrid para estrenar. Sí que es verdad que normalmente suele ser una plaza en Península y luego ya se hace temporada en Madrid. Desde luego, lo que sí que es inaudito no es ya solo estrenar en Canarias sino hacer una gira tan larga aquí. Hemos empezado a finales de febrero en Fuerteventura y vamos a acabar en julio. Tenemos casi cincuenta funciones en Canarias, esto sí que es histórico e inaudito. Para nosotros es un orgullo. No solo porque yo sea canario sino porque Dunia lo era –que es coautora del texto– y Antonia San Juan también. La productora que ha generado este proyecto, Acelera Producciones, es una empresa canaria y contamos con todo un equipo de las Islas. Llevo 25 años trabajando en teatro en Madrid y creo que es de los mejores equipos que he tenido en toda mi vida, muy profesionales y entregados. El resultado es potente, me gusta mucho.

Tal y como comenta, la escribió con Dunia Ayaso hace once años. ¿Por qué decide volver sobre ese texto?

Lo monté hace once años con Loles León y Bibiana Fernández. Lo que pasa es que es un texto que ha tenido un recorrido muy largo. A parte de esos dos años que estuvieron haciéndolo en gira por toda España, se montó hace relativamente poco –que fue lo que en parte me animó para desempolvarlo– en Argentina. Se hizo temporada en Buenos Aires y pensé que era una buena ocasión para retomar el espectáculo. Han pasado diez años. Es suficiente para que público que la vio tenga ganas de volver a verla o tenga ganas de revisitarla en esta nueva versión, que efectivamente tiene algunos ajustes de texto. No solo la hemos actualizado sino que la hemos adaptado a estos tiempos y a las actrices que lo representan, a Nuria Roca y a Antonia San Juan.

La gran depresión presenta a dos amigas que hace ocho años que no se ven y a las que separan muchas diferencias. A partir de esa situación, los temas a tratar son muy variados...

Es una obra de teatro clásica en el mejor de los sentidos. Tiene que ver con el arco dramático de los personajes y con la evolución de esos personajes, que son muy antagonistas entre sí. La comedia surge del contraste entre ambos pero también surge de ahí el dibujo humano. Al final hablamos de un montón de emociones tan comunes como el miedo a la vejez, la soledad, el abandono o la amistad. Se habla de las asignaturas pendientes que tenemos los seres humanos cuando llegamos a la madurez y empezamos a hacer una evaluación de lo que hemos conseguido, de lo que queremos conseguir o de lo que ya tenemos que empezar a asumir que no somos capaces de conseguir. Todo ese arco de temas los toca esta función, siempre en comedia y siempre con un homenaje al vodevil y a la alta comedia americana en la que muchos autores practican esta especie de duelo a dos en un texto femenino pero que habla de emociones muy comunes.

Llega un momento en el que hay que deshacerse de las presiones, las que nos imponen y la que nos echamos nosotros mismos a la espalda.

Estamos en un mercado feroz que vive mucho de los jóvenes. Se nos impone mantenernos perfectos y con buen aspecto, luchar contra el tiempo. Es una pelea encarnizada y descarnada que no conduce realmente a la felicidad. Estamos abocados a una búsqueda constante que no tiene nada que ver con la propia identidad o saber quiénes somos de verdad. Y eso, al final, es lo único que nos puede conducir a un estado de bienestar.

"Hablamos de emociones tan comunes como el miedo a la vejez o de la soledad"

Si en aquella ocasión de hace una década tenía a Bibiana Fernández y Loles León, ahora tocan otras dos magníficas mujeres. Pese a la amistad que les une, es la primera vez que la dirige a Antonia San Juan en solitario en el teatro.

La codirigí con Dunia en De cintura para abajo y he escrito muchos textos para ella. También estuvo en dos papeles pequeños en mis dos primeras películas. Pero verdaderamente hacía muchos años que no trabajábamos juntos de una manera tan intensa. Ha sido muy emocionante, estamos muy agradecidos el uno con el otro. Hemos tenido que entendernos y aceptarnos en esta nueva etapa pero nos tenemos mucho respeto profesional y cariño.

Por otro lado está Nuria Roca, una persona muy querida por el público que debuta en el teatro.

El público se va a encontrar con una actriz. Tiene muchos recursos. Nuria defiende el personaje perfectamente, lo entiende y le saca mucho partido de comedia. No solo tiene planta escénica sino muchísima frescura. No ha sido complicado trabajar con ella pese a que es verdad que eran sus primeras veces en teatro. No obstante, ya había participado en el rodaje de varias series de televisión y eso le había permitido conocer el mundo de la interpretación. En sus programas de televisión ha tenido que interpretar sketches muchas veces.

Después de esta gira por Canarias tocará viajar a la Península, ¿se notan ya las ganas de verla por allí?

Sí, precisamente hace poco vino a Canarias la distribuidora oficial del espectáculo a nivel nacional, Seda Producciones. Suelo trabajar con ellos en todos mis montajes. Estuve con ellos con La última tourné. Ya estamos cerrando fechas. Esto termina en julio en Canarias y comenzaremos en Valencia en septiembre. Vamos a hacer una gira nacional que incluye Madrid, por supuesto.

¿Es un buen momento, pese a todo, para ir al teatro?

Pienso que sí, es un gran momento para el teatro. La cultura, como se dice mucho, es segura, y lo es de verdad. Llevo cuatro meses con una obra de teatro en cartel en Madrid. Tengo seis actores en el escenario y cinco miembros de equipo trabajando a su alrededor. Son once personas además de todo el personal del teatro. Mantienen todos los protocolos de forma rigurosa y no hemos tenido que sacar ninguna función de cartel porque haya habido algún problema. Vamos a terminar en abril y no ha habido nada. En el teatro los protocolos son infinitamente más exigentes que en bares o simplemente en un avión o un tren, donde la gente viaja hacinada.

¿Nos puede adelantar algún detalle de sus próximos trabajos?

No puedo hablar mucho sobre eso porque estamos en plena fase de desarrollo pero sí que puedo adelantar que estamos preparando una serie con una plataforma y una película con otra plataforma. En ambos casos no te puedo dar ni el título ni la plataforma en cuestión. Los contratos de desarrollo siempre tienen importantes cláusulas de confidencialidad que están vigentes hasta que ellos inician la campaña de promoción del proyecto,