La actriz y periodista palmera María Rodríguez dirige junto a Armando Jerez Timaginas Teatro. Esta compañía que lleva más de diez años enseñando desde las tablas historia, arte y literatura a los niños de todo el Archipiélago. Gracias al nuevo Festival de Teatro Familiar llevarán sus especiales versiones de los clásicos por las Islas. Este fin de semana han arrancado en el Teatro Guiniguada, con todo vendido. Estarán esta tarde en el Guimerá. 

Cuando se planteó ser actriz, ¿se imaginó que llegaría a dirigir su propia compañía?

Ese era nuestro objetivo desde el minuto uno. Empezamos en Madrid hace muchos años. Yo ya había formado una compañía pequeñita en La Palma cuando era solo una adolescente, con 14 o 15 años. Luego me fui a Madrid a estudiar Periodismo pero el teatro era mi máxima ilusión. Era lo que más me gustaba hacer. Todo eso es el germen de lo que somos ahora. Cuando volví mi máxima ilusión era crear una compañía y una academia que no solo sirviera para futuros profesionales sino para utilizar los beneficios del teatro para todos las edades y públicos, que era lo que habíamos descubierto mientras estuvimos fuera. Quería dedicarme al teatro escolar, a hacer que los niños y los jóvenes volvieran al teatro y que recuperaran los grandes clásicos como origen y principio de todo. A partir de ahí hemos ido buscando nuestro hueco.

Timaginas lleva once años descubriendo el nombre de los autores clásicos a los niños de toda Canarias. Conforme se han ido especializado, ¿qué ha descubierto de la relación de los más pequeños con el teatro?

Es un mundo maravilloso. En cuanto conocen el teatro clásico, los niños y jóvenes se enganchan. El teatro clásico tiene unos valores que son también muy actuales y con los que se pueden sentir identificados. Tienen un mundo paralelo creativo impresionante. Para nosotros una de la parte más gratificante es el contacto con los escolares. Vamos, hacemos las funciones, les damos una guía didáctica de lo que van a a ver y cuando terminamos las funciones hacemos unos coloquios con ellos para que nos pregunten lo que quieran, cualquier inquietud que les haya surgido. Se cierra el círculo completo. Obtenemos a respuesta directa del público y eso nos permite mejorar y ver los temas que les preocupan. Elegimos nuestro repertorio basándonos fundamentalmente en lo que creemos que les puede interesar: ya sea porque tienen que estudiarlo como parte de su temario o por otros motivos. Esa es una de las prioridades de nuestro repertorio. Por eso hemos desarrollado obras de creación propia como La conquista más pirata para explicarles la historia de una forma más disparatada y anacrónica. Esa forma de acercar el teatro a la gente nos ha dado muchas satisfacciones

¿Desde un escenario se pueden enseñar muchas cosas?

Por supuesto. Está comprobado que lo que vemos representado y aquello en lo que participamos activamente se guarda muchísimo mejor en la cabeza. Permanece. En nuestras obras damos mucha información. Evidente todo eso no se va a recordar pero sí que se irán sabiendo, por ejemplo, cuántos ataques de piratas sufrió Tenerife, por qué la ciudad se llama así o qué pasó con Nelson. Ya eso es mucho. Sabrán quién era Góngora y quién era Quevedo. Es una forma de mezclar entretenimiento con cultura, formación y valores. Son muchas las cosas importantes que da el teatro. Y lo mismo con nuestra obra más reciente. Es la historia del teatro desde su origen planteado de una forma muy disparatada y con unas asociaciones de ideas surreales. Todo eso llama mucho la atención.

¿Se llama Eurípides no me Sófocles que te Esquilo?

(Risas) Ya solo con que se aprendan el título se sabrán los tres autores más importantes de la época.

¿Y cuáles serán sus siguientes citas?

Iremos a Lanzarote y a Fuerteventura en marzo con dos obras. Iremos también a El Hierro y a La Palma en mayo. Probablemente también se amplíe para ir a La Gomera e incluso a La Graciosa.

Recuperar las actividades culturales para los más pequeños está siendo todo un reto en tiempos del Covid.

Es una pena. Habíamos conseguido que el teatro escolar estuviera arraigado en la comunidad educativa. Esto para ellos es un parón tremendo. No van a poner ver La casa de Bernarda Alba, como todos los años. No van a ver el Tenorio para estudiar el Romanticismo, por ejemplo. Esperemos que lo podamos retomar cuanto antes. Tenemos que empezar a arrancar. Todos los necesitamos.