Arafo puede presumir del pan más bueno, o eso al menos es lo que reza el dicho, de contar con las mejores castañas de la Isla y una bodega comarcal que además de reputados vinos elabora un gran aceite. Pero si en algo destaca este municipio sureño es por su excelencia musical: en su alma de arte suena una lira. 

Arafo puede presumir de tener el pan más bueno –eso al menos asegura el dicho–, las mejores castañas de la Isla y una bodega comarcal que, además de premiados vinos, también destaca por su aceite. Pero si en algo sobresale este municipio sureño es por su excelencia musical: en su alma de arte suena una lira.

Uno de los ejemplos de esta tradición, que vive y sueña entre cuerdas, lo representa la Agrupación Artístico Musical La Candelaria, una banda que el pasado 2 de febrero cumplió 95 años de existencia. “Una fecha muy especial”, reconoce su director, el joven Carlos Daniel Albertos, quien no obstante se lamenta de que la pandemia no les ha permitido celebrar este efeméride como hubieran querido, “pero con todos los inconvenientes nos hemos adaptado al nuevo escenario”.

Y es que la alargada sombra del coronavirus, en una agrupación donde se concentran tantos instrumentos de viento, exige extremar las precauciones: “Estamos aplicando un protocolo muy estricto”, subraya el director, quien señala que han estableciendo diferentes tipos de medidas, como dividir al grupo, reducir el aforo, ajustar la planificación de los ensayos, tomar regularmente la temperatura, disponer mamparas de separación entre cuerdas...

Y han sabido acompasarse a la nueva situación. El pasado 31 de enero ofrecieron un concierto en el Espacio Cultural Cine Viejo de Candelaria, bajo el título Calle Zarzuela 95; el 2 de febrero estrenaron el vídeo conmemorativo del 95 aniversario y siguiendo con los actos virtuales, el día 6 rememoraron los conciertos que ofrecieron las bandas más jóvenes en el Certamen Amílcar González Díaz del año 2019, “que este año hemos tenido que suspender”, subraya con tono de pena Carlos Daniel Albertos, además de una charla exposición conmemorando la efeméride, vía Facebook, a cargo de Febe Fariña, licenciado en Historia por la Universidad de La Laguna y especialista universitario en Archivística por la UNED, que repasa a historia de esta banda a través de los años, revisando los hechos y acontecimientos más importantes de su andadura.

La banda, siendo de Arafo, está muy vinculada desde sus orígenes al municipio vecino de Candelaria, de ahí su nombre, y también desde su nacimiento ha sostenido una continuada rivalidad con la Sociedad Filarmónica Nivaria, un sano pique que permanece en el tiempo. “Al fin y al cabo, la sociedad en la que vivimos nos exige superarnos cada día. Nuestro objetivo siempre es mejorar”, subraya el director de La Candelaria, quien continuando con la lectura de esta partitura afirma: “Arafo cuenta con dos bandas magníficas y debemos localizar nuestra energía en tratar de que siga siendo así, seguir con buena salud musical”.

El 19 julio de 2019 está señalado en la historia de esta banda como un hito, al conquistar en el certamen internacional de Bandas de Música, celebrado en Valencia, el segundo premio: “Sin duda es lo más bonito que musicalmente nos ha pasado” y a nivel personal, Carlos Albertos no esconde que le resulta “muy gratificante”, porque ha crecido en esta agrupación, donde los compañeros se han convertido en amigos, y alcanzar una meta tan importante cree que representa “el broche de oro a una trayectoria de 95 años, a la que tanta gente ha contribuido”.

La música, en un lugar como Arafo, se transmite genéticamente y de igual forma también se hereda la pasión por la banda generación tras generación. A juicio del director, La Candelaria está dotada de “una identidad musical y una forma de sonar propia, de ver la música, y ese rasgo lo hemos mantenido a lo largo de todos estos años”. Es algo que se cuida mucho en esta agrupación, “nuestro estandarte”, explica, desde la década de los 50 del siglo pasado con el maestro Amílcar González.

Aún sin pasos ni procesiones de Semana Santa, la banda no dejará de sonar. Con un grupo más reducido ofrecerán un concierto sacro en el Auditorio; también en abril, coincidiendo con el Día del Libro, brindarán un espectáculo, al que se suma el concierto del Día de Canarias y la Primavera Musical.